La que baila sola - Peso Pluma

Copas de más

Hassan

No puedo dejar de pensar en lo hermosa que se ve hoy. A lo largo de mi vida he visto muchas mujeres hermosas, pero en ella... es diferente. Tiene una belleza única, un no sé qué que la hace destacar entre las demás. Cuando te mira, sabes que vas a perder la cabeza por ella.

Acabo de dejar a mi ex novia, y sé que eso podría complicar las cosas con Naho, pero con ella siento una curiosidad y un interés que nunca había experimentado. Hacía mucho que no me sentía así, y aunque me cuesta admitirlo, no quiero arruinarlo.

―Sales en veinte minutos. Becky viene aquí, sé amable y charlen un poco ―pide―. Quiero que haya conexión en el escenario.

Valeria, mi representante, viene a asegurarse de que todo esté en orden. Sé que ella siente los mismos nervios que yo.
Becky aparece pronto en la puerta de mi camerino.

―Hassan, ¿cómo estás? ―Becky se acerca a saludar―. ¿Listo para salir?

Compartiré el escenario con ella para cantar una nueva canción que hemos hecho juntos.

―Rebe, qué gusto verte ―la rodeo con mis brazos y le doy un beso en la mejilla―. Estoy muy nervioso, es mi primera vez aquí.

―Siempre es así en las primeras veces ―dice, tomando una botella de whisky de la encimera y sirviendo dos tragos―. Nada que un buen trago no pueda arreglar ―me entrega uno y enciende la cámara de su teléfono para sacar una selfie―. ¡Di "whisky"!

El líquido quema al pasar por mi garganta, pero necesitaba algo para aliviar la tensión.

Rebeca sube el video a sus historias de Instagram etiquetándome, y yo lo comparto porque me hace gracia cómo salimos.

―Listo, ahora les toca a ustedes.

Vale entra para llevarnos a las escaleras del escenario, uno en cada extremo.

Mis manos sudan, el aire parece no ser suficiente y mis pulmones se contraen. Me siento como la primera vez que di concierto en un estadio.

La melodía de la canción comienza a sonar por los altavoces y solo puedo rezar para que todo salga bien y poder acercarme a la chica hermosa que me espera entre la multitud.

Nahomi

  Kali Uchis termina su increíble presentación y me siento sumamente feliz por estar en este lado del festival, no tenemos que estar tan apretados como en la entrada general.

—Mira, tu hombre ya casi sale. —Annie me muestra la pantalla de su teléfono donde se muestra a Hassan y a Becky G tomando un trago de no sé qué rayos.

—¿Lo sigues en Instagram?— pregunto a mi amiga quien sostiene su teléfono frente a mi cara.

—Es de los artistas mas oídos del mundo, no es raro que lo siga. — su cara cambia totalmente para decirme lo siguiente. — Además, no sabía que eras de esas amigas a las que no les gusta que sigan en redes a su marido— su ceño se frunce y me mira raro a la vez que se guarda el teléfono en su bolso.

—No me refiero a eso— aclaro—. Quiero decir que no se me había ocurrido seguirlo, ni si quiera a mi.

—No lo haces por cobarde, no porque no lo hayas pensado— cruza sus piernas por debajo de la mesa —. Tanto te cuesta admitirlo.

— Deja de hacer eso Annie ¿quieres?

No me gusta que aplique su carrera en mi porque, por más orgullosa que esté de ella, siempre tiene la razón.
Lo hace por ayudarme, lo sé, pero tampoco es como que me guste que mi mejor amiga me repita lo cobarde y cerrada que soy.