Canciones del Corazón (Bakudeku)

Capítulo 8

Katsuki

- Prada

- Gucci

- Prada

- ¡Gucci!

La mapache y cara redonda llevaban al menos 10 malditos minutos discutiendo por quien sabe que mierda.

- ¡Maldición cara redonda, cállense de una maldita vez! -les grite a ambas desde la cocina-

- Esto es importante Bakugou - la Mapache me grito de regreso-

- Discutir por qué pijama usa alguien... No es realmente importante Mina - pelo de mierda le contesto un poco molesto, es claro que hasta el muy imbécil se había hartado de esa absurda conversación.

- No hablamos de "alguien"... -la cara redonda se posiciones delante de Kirishima sacando un póster de quién sabe donde- estamos hablando de "Deku" el mejor de los ídols.

- Conocido por su lindura, hermosa voz y ...

-¡Y gran Gran sentido de la moda! -ambas soltaron un chillido tan molesto.

- Aún no puedo creer que viviremos con un Idol una semana... - cola de caballo miraba al techo con un extraño aire de felicidad -

- Y no cualquier Idol chicas... ¡Hablamos de Deku! - hoy la mapache se tomó sus pastillas de euforia

Las clases empezarían en un rato, esperaba poder tener un desayuno tranquilo, pero claro, conviviendo con los idiotas de mis compañeros... ¿Que mierda se puede esperar?

Terminaba de prepara mi desayuno cuando otro chillido se escucho por toda la sala, la mapache al parecer estaba horrorizada por una silueta desaliñada en la puerta de la sala.

El pequeño Idol estaba de pie, con el cabello completamente revuelto, al parecer tenía ojeras, iba descalzo y vestía unos shorts con una camisa algo grande, en el centro de esta estaba escrito "camisa", aunque eso no era lo que supongo le saco un chillido a Mapache.

El peque Idol tenía múltiples cicatrices en los brazos, al parecer estas recorrían desde el hombro hasta las muñecas. ¿Que mierda le había sucedido a este tipo?

- Buenos días -murmuro muy bajito.

- Princesa.... ¿Pos Que te paso? - el Pikachu recibió un muy merecido zape del pelo de mierda- ¡Kirishima eso duele!

- No seas un imprudente -le dijo severo para luego darle un beso en la cabeza.

- Deku... - la mapache se acercó cautelosa al idol- ¿Que demonios estás usando? - al parecer no podía dejar pasar esa horrible camisa.

- No es Gucci, ni Prada, ni siquiera estoy segura de que la vendan al por mayor -La mapache se acercó más al Idol y revoloteo a su alrededor.

Por un momento decidí ignorar todo el maldito drama de los extras y terminar de preparar mi maldito desayuno, poder ir a mi maldita clase y terminar de una vez este maldito día.

- ... Y Bakubro también la tiene pequeña -escuchar la voz del pelo solo mejoro mi mañana -

- ¡¿Que mierda acabas de decir pelo de incendio?! - esperaba asesinar hasta su estúpida alma con mi mirada-

- bu... Bueno... ¿De  cicatrices? -el idiota se encogió de hombros -

Entonces entendí que se refería a la pequeña cicatriz en mi cuello... Maldito Monoma.

Cuando al fin pude terminar mi desayuno, note que el bastardo del Idol seguía de pie en la puerta de la sala, ¿Acaso el imbécil aún estaba dormido?

Quería ir a mi habitación, buscar lo que faltará e irme, pero el bastardo peliverde estorbaba la puerta, realmente su imágen de hoy es muy diferente a la del día anterior.

Sus cicatrices parecen ser de hace muchos años, probablemente el inútil se cayó de un árbol, aunque... La ramas de un árbol no pueden hacer cicatrices tan profundas.

- Oi - no me importaría amenazarlo como el día anterior - muévete imbécil

- ¿ah?  - entrcerro sus ojos mucho más de lo que ya estaban-

No sé si el tipo tiene una neurona quemada o que mierda, pero al parecer se dió cuenta de dónde y con quién carajos estaba.

- Ah.... - levanto un poco la cabeza y así poder mirarme fijamente a los ojos- Buenos días...

- Muévete idiota, me estorbas -pase junto a el, empujándolo levemente del brazo-

- idiota -murmuro lo bastante bajo para que solo yo lo escuchara-

- ¿Que dijiste bastardo? - este tipo no era para nada lo que esperaba -

- Quieres que te lo deletre - El maldito bastardo se cruzó de brazos y elevó una ceja- I - D - I - O - T - A -fotma una sonrisa arrogante.

Estuve a punto de darle un puñetazo de no ser porque el maldito pelo de mierda detuvo mi golpe.

- Ei... Relájate bakubro... ¿Recuerdas tus condiciones...? - sabía perfectamente de que hablaba el pelos de incendio, no iba a volver a arriesgar me por un imbécil.

Inhale, exhale e ignore al tipo, mientras me alejaba, escuché ciertas palabras del Idol que me cabrearon mas.

- No sé cómo alguien como él puede querer ser un héroe

Aunque el pequeño Idol de mierda pensara tal cosa de mi, no me importaba, llevaba años escuchando eso y ningunas palabras de mierda iban a joder mi sueño de ser el número 1.

Decidí salir de mi habitación faltando solo 15 minutos para que la clase de Aizawa, tiempo perfecto para caminar sin los ruidosos de mis autoimpuestos amigos, solo la infinita paz de yo y mi music...

Quise darme un puñetazo, Aizawa tenía mi maldito teléfono, y lo tendría una semana entera.

- Malditasea Aizawa -grite en toda la estancia de la sala creyendo estar solo

- No deberías insultar a tu profesor -esa voz... Entre más la escucho más irritante se vuelve- es una falta de respeto.

- ¿que mierda quieres Deku? - al. parecer era el último en salir de los dormitorios - mejor dicho... ¿Que carajos haces tú?

El Idol de mierda estaba en la cocina, apretando botones al azar del microondas... Acaso él... ¿Quién mierda no sabe usar un microondas?

- Quiero calentar estos takoyakis que me preparo Yaoyorozu...

- Solo cómetelos así imbécil - señale el pequeño plato-

- Se comen calientes, no fríos - El Idol de mierda se veía lindo haciendo puchero.

- tks... como sea -Me dirigí a la salida cuando el Idol llamo mi atención -

- Espera... -en un claro gesto de resignación señaló al microondas - ¿Me ayudas?

- Nop

- ¡Vamos! -aunque por un lado no quería ayudarlo, verlo suplicar era interesante - ¿Porfavor?

- Me largo

- oh porfavor Bakugou -Se acerco y sujeto mi brazo con fuerza - ayúdame de nuevo... ¿Porfavor?... -su mirada de súplica era más que satisfactorio para mi-

- Bien

El Idol de mierda se soltó de mi brazo y dió un pequeño brico, esto lo hizo tropezar y casi caer, pero gracias a mis reflejos puede sostenerlo colocando una mano en su espalda baja, él por otro lado poso ambas manos al rededor de mi cuello...

Ambos quedamos cara a cara, nuestras respiraciones chocaban y aunque aún tenía una apariencia desaliñada, el idol era guapo, sus ojos como esmeraldas, sus pecas como constelaciones... Y su labios...

¿Porque mierda me parecían apetitosos?

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Buenas madrugadas queridos lectores... Lo acabo de terminar y son las 2 a.m, así que disfrútenlo.

Que tengan bonita semana...
(⁠人⁠ ⁠•͈⁠ᴗ⁠•͈⁠)