La Luna, algo tan maravillosa que es de no creer ante los ojos de aquella niña.
Mantenía una borrosa memoria sobre alguien quien parecía la Luna misma, ni siquiera sabía quien era tal persona pero por alguna razón sentía que lo conocía de toda la vi...
Pasada la noche y con el sol saliendo, la madre de Kousei se encontraba caminando en los pasillos, pasando entre los sirvientes quienes estaban más preocupados en los preparativos de la boda, ingresó a la habitación de su hijo menor, la señora se mostraba decepcionada ciertamente. El sentimiento que denotaba era entendible, ser consciente de que su hijo continuaba con sus juegos estando a nada de casarse la tenía cansada.
-Kousei. . .- la mujer habló mientras miraba al mencionado-
El menor se llevó un buen susto, se sobresalto y se giró viendo a su madre de pié en la entrada de su cuarto.
-Madre ¿Qué sucede? ¿Pasó algo malo?-
-Me enteré de lo que le hiciste a ____, hijo. . . Yo no te crié de esa manera, estoy decepcionada de ti como no te imaginas. . .-
-¿Qué?-Pareciera que las palabras de su madre le pegaron su orgullo-No sé que te dijo esa insolente pero cómo vas a creer a una completa desconocida?? Yo soy tu hijo, deberías de preguntarme si eso es verdad primero!-
-Creo más a esa muchacha que a ti, porque sé cuando alguien es sincero y tú. . .eres la copia exacta de tu padre-Señaló al chico con su dedo-
-. . .- el menor permanecía en silencio mientras se tragaba sus palabras-
-¡Espero termines de una vez con estas cosas Kousei o me encargaré yo misma de informar a tu padre con respecto tu actitud!- La señora se retiró cerrando el shoji de la habitación con algo de violencia-.
Kousei simplemente miraba en dirección a ésta, fruncio su ceño a más no poder y apretó los puños con rabia.
-Esto no quedará así ____. . .-
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Mientras tanto, en otra parte de la casa, la hermosa novia estaba siendo alistada por sus sirvientes, con un hermoso peinado alto que no mostraba defecto alguno al igual que su ligero maquillaje. Vestía un kimono blanco que obviamente para nosotros los occidentales le llamamos vestido de novia. . .
-Señorita ¿podría levantar un poco el rostro? Por favor-
-Está bien- Obedeció e hizo lo que la chica le pidió-
-Terminamos-Dijo y se separó para verme- . . . -
-¿Sucede algo?-
Todas las mujeres se miraron entre sí, parecían estar pensando lo mismo y conectando sus pensamientos de alguna manera.
Pusieron de pié a la novia y empezaron a ajustar aún más su faja.
-¿Q-Qué?- Preguntó con falta de aire por lo mucho que la estaban apretando-
-Si muestras una figura pequeña gustará más al novio- dijo una-
-Y si le ponemos el kanzashi que el novio le regalo en el cabello la tendrá de detallista y romántica-
