ֺ ਏਓ 𓂂 Falsa Alpha ━ 2yeon g!p

OO5

Sintieron el ruido del portón, y se levantaron. Al ser abierto, vieron a las chicas, con un gran temor en sus miradas.

—Hola... —Sonrió Momo, intentando que no fueran asesinadas.

—Nos vamos. —Jeongyeon la jaló, mientras se iban a su lado del bosque.

Los clanes no vivían en las casas, como los humanos, vivían en el bosque, ya que en la noche, se desataban los lobos a la luz de la luna.

—¿Por qué somos del clan del Sol, si nos convertimos con la luna?. —Preguntó Momo, intentando abrir una conversación con la azabache.

—No lo sé. Puede ser porque quieren que sea lo contrario al otro clan. —Dijo sarcásticamente.— O porque nuestros ojos son del color del sol, al convertirnos. ¿No es una razón válida?

—Oh, tienes razón. —Ignoró el sarcasmo en sus palabras. Se alegraba de que no estuviera enfadada con ella.— Entonces, en el clan de la Luna tienen los ojos grises... —Lo pensó. —Nunca hemos visto a alguien del clan de la Luna convertido...

—Ni ellos a nosotros. Pero no es algo que deba importarnos. No quiero meterme en más problemas, Momo. —Le dijo, seria.

—Oh, vamos...¿No tienes curiosidad?. —Sonrió. Y ahí va de nuevo Momo con sus ideas locas.

—No voy a hacer nada que me ponga en peligro. —Le aseguró.

—No, por supuesto que no. Solo vamos a dar un paseo a media noche. ¿Te parece?. —Sonrió. —Tal vez podamos ver a Jihyo convertida...O a Nayeon. —Intentó convencerla.

—¿Por qué me importaría como se vea ella convertida?. —Rodó los ojos.

—Eres curiosa, y lo sabes. —Le dijo.

—Ya, solo por eso voy a hacerlo. ¿Entiendes? —Momo asintió fervientemente. —Ahora vete a tu cueva, porque voy a descansar.

—A media noche en el lago. —Le dijo, antes de correr hacia su cueva.

Jeongyeon entró a su hogar, mientras suspiraba. Sabía lo que vendría...

—¿Por qué te has saltado las clases?. ¡Eso no es lo que hace la heredera del clan del Sol!. Si sigues así, voy a tener que adelantar el matrimonio. —Gritaba su padre.

—Pero, padre, realmente las clases son muy aburridas... —Intentó excusarse. Lo último que haría sería delatar a Momo.

—Es tu obligación, Jeongyeon. Y lo sabes. Y nada más de charla. Desde ahora, no saldrás a ningún lugar, y tienes prohibido ir a la fiesta del eclipse.

—¡¿Qué?! ¡No, padre, por favor! Sabe que la fiesta del eclipse se hace una vez cada cien años... Es mi única oportunidad, padre... —Suplicó.

—Pues la has perdido por tu desobediencia, Jeongyeon. Ahora ve a dormir. —La palabra del señor Yoo no se cuestionaba por ninguna razón. La azabache no tuvo más opción que obedecer a cabeza agacha.

—Maldición... —La impotencia que tenía por no poder hacer nada, la hacía querer llorar.

—Jeongie, hija... —Escuchó la voz de su madre detrás de ella.— He escuchado todo. Sabes como es tu padre. No te preocupes, haré lo que sea para que cambie de opinión... Sé lo importante que es esa fiesta para tí. —Besó su mejilla.

—No quiero meterte en problemas, mamá... —Le dijo, mientras se entregaba a su tacto.

—Todo sea por mi hija. —Le sonrió.— Ahora ve a descansar...Te amo.— Le dijo, antes de irse.

Jeongyeon sonrió, y fue a dormir. Ya faltaba poco para convertirse...