¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
―Leo, Lolo quédense quietos, ya me pisaron como cinco veces.
Bianca habló mirando a sus gemelos, quienes iban de la mano de ella.
―Mi dispiace, mamma ―hablaron ambos.
―En español, por favor.
Los gemelos pensaron un segundo, tenían siete años y sus padres habían decido que desde el momento en que nacieran les enseñarían a hablar español e italiano debido a sus diferentes nacionalidades.
Bianca era argentina y Dante era italiano.
―Lo siento, mamá.
Miraron a su madre en busca de su afirmación. Bianca los miró con una sonrisa y asintió.
―¡Encontré nuestros asientos!
La voz de Dante los distrajo, el hombre se veía más que emocionado porque el partido empezara de una vez por todas.
La familia de cinco tomó asiento, Bianca sentó a Giovanni en sus piernas al ser el más chiquito y más apegado a ella.
―Recordame a quiénes vinimos a ver ―susurró Bianca a su esposo.
―Juventus vs. Roma.
Bianca asintió, conocía algunos jugadores de Juventus, y sabía que Dante en el último año se había vuelto un gran fanatico de la Roma.
―Mamma ―Lorenzo la llamó. ―¿Esos no son los jugadores de tu país?
El niño señaló a dos jugadores que Bianca reconocería donde fuera, Angel Di María y Leandro Paredes.
―Sí, mi vida, son ellos.
Minutos después Dante se inclinó hacia atrás para hablarle a Bianca, ya que habían puesto a los gemelos en medio de ambos.
―¿Sabes quién juega aquí?
―No tengo ni idea ―le respondió la argentina acariciando el cabello de Giovanni.
―Paulito Dybala.
Dante se veía muy divertido por la reacción de su esposa. Las facciones relajadas de Bianca desaparecieron, frunció el ceño creyendo que había oído mal, pero su audición no había fallado.
Y Dante sabía quién fue el jugador argentino en la vida de ella. Bianca no terminaba de entender porque se ponía tan contento de ver a su ex.
―Pero si él se fue de la Juve hace como un año ―dijo la argentina.
―Lo sé, no dije que jugara para Juventus, está jugando para la Roma.
Había visto la despedida de Paulo para aquel equipo que tanto amaba, todo el mundo la había visto, y mentiría si dijera que no le rompió el corazón verlo llorar de tal forma.
