leandro paredes!

1.2K 87 26
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Luciana manejaba en dirección a uno de los departamentos de los que era dueña junto a sus dos hijos, debido a la lluvia torrencial que caía no se permitía ir a la velocidad que realmente deseaba. Las gotas caían sin cesar cubriendo casi por completo su vista, era como si el clima supiera su estado de ánimo.

―Má ―Vicky, su hija mayor, se acercó a ella desde los asientos traseros. ―Papá se quedó solo en casa ¿A dónde vamos?

―Hoy vamos a tener una pijamada nosotros solitos ―la mujer miró a su hija forzando una sonrisa. ―Vamos al departamento que tiene el balcón bonito.

El solo pensar que se encontraba en esa situación nada favorable para ella y sus hijos era por culpa del hombre que amaba, quien también era el padre de sus hijos, le sentaba como un puñal en el corazón.

Pero ya no soportaba otra noche en la casa familiar que tenían en Turín, no soportaba la indiferencia de Leandro para con ella.

Las inseguridades se habían vuelto el pan de cada día para Luciana. Y el irse a ese departamento al menos una vez por semana, ya sea solo por horas o días, se había vuelto costumbre.

Sabía que alejándose de Leandro no tendría que afrontar sus problemas, escapaba de la realidad aunque sea por un rato. Pero la verdad era que su matrimonio se estaba cayendo a pedazos.

Una vez que llegaron, el portero los recibió con una gran sonrisa y saludó a los chiquitos. Por más que solo fueron unos metros desde el auto hasta la entrada, habían quedado completamente empapados.

―El que llega último se baña primero.

Hacía lo posible para mantenerlos distraídos y que no notaran la situación por la que ella y Leandro estaban pasando.

Giovanni y Victoria no dudaron en correr una vez que el ascensor abrió sus puertas.

La calidez del departamento los abrazó, no pretendía que ninguno se resfriara así que no tardó en darles una ducha a sus hijos y luego ella misma. Una vez que la hora del baño terminó, madre e hijos tenían sus pijamas puestos y fueron al sillón con una manta para mirar una película.

A mitad de la película, el celular de Luciana se encendió revelando una llamada, en cuanto vio el nombre de la persona colgó. Abrazó a sus dos hijos, que ya estaban casi dormidos, y se acomodó entre ellos.

Sin poder evitarlo, los recuerdos de la discusión de hace rato llegaron a su mente.

Los mensajes comprometedores que había encontrado en el celular de Leandro le habían roto el corazón, y una vez más sus ojos verdes se llenaban de lágrimas por culpa del jugador.

―Te juro que te lo puedo explicar ―había dicho Paredes preocupado.

―Sos un pelotudo, Leandro ―Luciana le había tirado el celular a la cara.

MUCHACHOS, fifas one shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora