| Escocia

500 52 2
                                    

Decir que Claire Randall estaba nerviosa, era poco

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Decir que Claire Randall estaba nerviosa, era poco. A su lado, Frank acariciaba la espalda de su esposa tratando de calmar la ansiedad de la pelinegra. Ambos a la espera de cierta castaña que había enviado una carta días después de que Claire le enviara la suya invitándole a Escocia.

Frank no estaba del todo contento, pues las vacaciones que él tenía pensadas no incluían a la exasperante de su cuñada, a quién no le agradaba. Estaba seguro que iban hacer las dos semanas más largas de su vida.

—¿Y si se ha arrepentido?—preguntó la mujer, esperando la llegada de su hermana.

—Claire...

—¿Y si lo que me ha dicho en la carta es mentira?—volvió a preguntar con angustia—Quizás no me extraña como yo a ella, o quiera pasar tiempo con sus amigos. O con su novio, ¿será que Peter no le permitió venir?

—¿Cómo te atreves a siquiera pensar eso?

Ambos se voltearon al escuchar la voz indignada de la menor de la Beauchamp. Claire sonrió enormemente y corrió hacia los brazos de su hermanita menor, quien la recibió con alegría y cariño.

—Si viniste.—musitó Claire, separándose un poco para poder observar a su hermana. A pesar de haber servido al servicio militar como enfermeras, casi nunca se veían, y cuando la guerra terminó, en un acto egoísta la mujer eligió estar con Frank. Nunca supo si eso le había molestado a Caroline, ella jamás se lo hizo saber—Estás hermosa, eres toda una mujer echa y derecha. Me siento orgullosa.

—Mujer echa si, derecha no. Mira la joroba que me cargo.—dijo en broma, haciendo reír a Claire.

—Eres perfecta, ¿Estás lista para un viaje larguísimo?

—Por supuesto.—asintió, tomando sus maletas para luego mirar a Frank—¿No piensas ayudar a Peter?

El pelinegro le sonrió en modo de disculpas al del sombrero el cual simplemente sonrió.

—Hola a ti también, Caroline.—dijo con burla el hombre, tomando una de las maletas que el pobre Peter sostenía con algo de dificultad —Es bueno verte. A ti también, colega.

—Ojalá pudiera mentir como tú.

—¡Caroline!—reprendió Peter, guardando las maletas en la cajuela del auto de Frank. La castaña simplemente rodó los ojos y soltó un bufido.

—También es bueno verte, Frank.

【•••】

Claire no era una mujer de paciencia, trataba de cambiar eso por si lograba quedar en cinta, pero su hermana y su marido y la enemistad que ambos tenían la estaban llevando al limite, que si no se callaban en ese mismo instante iba a matarlos a ambos. Peter que ya venía observando el rostro furioso de la hermana mayor de Care, decidió tapar la boca de la castaña. Claro que eso no fue suficiente, pues Caroline estaba indignada porque su cuñado había tirado una envoltura de un chocolate y esta habia goleado en su rostro.

Limerence // Outlander Donde viven las historias. Descúbrelo ahora