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Roier intento continuar con su vida, cuidando y restaurando el paramo, pero entonces aquel campo lleno de flores se torno negro, abrumado por su reciente incidente y sintiéndose culpable por la destrucción del área de flores, buscó refugio en su cabaña. Lleno de angustia, deseaba la compañía reconfortante de Cellbit, quien le había prometido estar allí para él.
En la penumbra de la cabaña, Roier se sentó en silencio, esperando a que su amigo apareciera. Las sombras de la tristeza y el remordimiento se cernían sobre él, amenazando con apoderarse de su espíritu. Pero antes de que la desesperación se arraigara, una suave voz lo interrumpió.
"Roier... Estoy aquí", susurró Cellbit mientras entraba en la cabaña.
El corazón de Roier se iluminó al ver a su querido amigo. Corrió hacia él y se abrazaron con fuerza, encontrando consuelo en el contacto cercano.
"Cellbit, siento tanto lo que pasó", susurró Roier, con la voz llena de tristeza. "Traté de sanar las flores, pero solo logré marchitarlas y destruir todo".
Cellbit acarició suavemente la espalda de Roier, transmitiéndole calma y comprensión. "Roier, todos cometemos errores. Lo importante es aprender de ellos y seguir adelante. Estoy aquí para apoyarte en este camino".
Roier se apartó ligeramente de Cellbit, mirándolo a los ojos con una mezcla de gratitud y preocupación. "Cellbit, ¿qué pasa si no puedo controlar mis poderes? ¿Y si termino destruyendo todo a mi paso?"
Cellbit sostuvo su rostro con ternura, mirándolo con seriedad pero también con esperanza. "Roier, tus poderes son parte de ti, pero no te definen por completo. Sé que eres fuerte y valiente. Juntos, encontraremos una forma de controlar tus habilidades y evitar que ocurran más accidentes".
Roier asintió, sintiendo un rayo de esperanza en medio de su confusión. Sabía que no estaba solo en esta lucha interna. La presencia constante de Cellbit le recordaba que había alguien dispuesto a enfrentar cada desafío a su lado.
"Prométeme, Cellbit, que siempre estarás aquí para mí", susurró Roier, buscando seguridad en las palabras.
Cellbit sonrió cálidamente y sostuvo la mano de Roier con firmeza. "Te lo prometo, Roier. Estaré contigo en cada paso del camino. Juntos encontraremos la manera de controlar tus poderes y forjar un futuro en el que puedas encontrar la paz y la armonía".
Los dos amigos se sentaron juntos en la cabaña, compartiendo sus esperanzas y temores. En ese momento, Roier supo que, sin importar las dificultades que enfrentara, no estaba solo. Con la ayuda de Cellbit y su amor incondicional, encontraría la fuerza para abrazar su destino y transformarlo en algo hermoso.
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Mientras Spreen contemplaba el triste panorama, un sentimiento de preocupación y miedo lo invadió. Sabía que Roier estaba liberando cada vez más sus poderes, pero también percibía una presencia oscura y amenazante en el ambiente. Intentó mantener la calma, pero de repente, su cuerpo se debilitó y cayó al suelo, desmayado.
Roier, con su aguda intuición, sintió la caída de Spreen y se apresuró hacia él, seguido de cerca por Cellbit. Al llegar junto a su amigo, Roier lo levantó con cuidado y lo llevó a un lugar seguro. Preocupado, le acarició suavemente el rostro y llamó a Cellbit para que lo ayudara.
Cellbit examinó a Spreen y, aunque no encontró ninguna lesión evidente, notó que su cuerpo emanaba una extraña energía. Entendiendo que Spreen había sido afectado por la presencia oscura que acechaba el lugar, Cellbit decidió utilizar sus habilidades como Rey del Mundo de los Sueños para indagar más a fondo.
Cellbit guió a Roier a través de un vínculo onírico, llevándolo a un sueño compartido donde podrían encontrar respuestas. Allí, en un paisaje surrealista, Roier y Cellbit buscaron una explicación para la oscuridad que rodeaba al paramo y que había afectado a Spreen.
Mientras exploraban el sueño, Roier notó una figura distante que parecía acecharlos. Con cautela, se acercó y descubrió a una persona de ojos rojos y cabello oscuro: Luzu, el demonio. Sorprendido, Roier se detuvo, sin entender por qué Luzu estaba allí.
Luzu, con una sonrisa siniestra en el rostro, habló con una voz llena de malicia. Preguntó a Roier por Spreen y también mencionó a su padre, Rubius, insinuando una conexión entre ellos. Roier, desconcertado, exigió respuestas, pero Luzu solo se burló y habló del pasado y el amor perdido.
Mientras tanto, Spreen comenzó a despertar lentamente, sintiéndose débil pero determinado a encontrar a Roier y Cellbit. Se levantó con dificultad y, siguiendo su intuición, se adentró en el bosque hasta que encontró la ubicación donde Roier y Cellbit estaban sumergidos en su sueño compartido.
Spreen, con el corazón latiendo rápidamente, se aproximó cautelosamente. Observó la escena con mezcla de preocupación y celos, sintiendo una conexión profunda con Roier y deseando estar más cerca de él. Sin embargo, su amor por Roier era más fuerte que cualquier otro sentimiento y sabía que su prioridad era protegerlo.
En ese momento, Roier volvió la mirada hacia Spreen y lo vio allí, parado entre las sombras. Sus ojos se encontraron, y en ese instante, Roier sintió un amor puro y sincero emanando de Spreen. Era un acto de amor verdadero, la clave que podría cambiar el destino oscuro que los acechaba..
Roier estaba preocupado por el estado de Spreen después de su desmayo repentino. A pesar de su propia angustia, se acercó a él con amor y cuidado.
"Spreen, me alegra verte despierto", dijo Roier con una mezcla de alivio y preocupación en su voz. "¿Estás bien? ¿Qué fue lo que te sucedió?"
Spreen se incorporó lentamente, tratando de recobrar la compostura. "No lo sé, Roier. Sentí algo oscuro, una presencia amenazadora, y luego perdí el conocimiento. Pero no importa, lo más importante ahora es descubrir qué está pasando."
Roier asintió, compartiendo la determinación de Spreen. "Estoy de acuerdo. Cellbit y yo estábamos en un sueño compartido cuando nos encontramos con alguien... Luzu. Habló de mi padre y de ti. Me preocupa lo que pueda estar tramando".
La confusión se apoderó de Spreen al escuchar el nombre de Luzu y la mención de su padre. "¿Cómo podría Luzu saber sobre mi padre y cómo está relacionado con todo esto? Esto es desconcertante, pero no podemos permitir que nos manipule. Necesitamos buscar respuestas y detenerlo".
En ese momento, Luzu emergió de las sombras, con una sonrisa siniestra en su rostro. "Vaya, vaya, parece que la situación se ha vuelto interesante", dijo con malicia. "¿Cuándo planeas contarle a mi querido hijo, Spreen, que tu amado padre te envió para matarlo?"
Las palabras de Luzu golpearon a Spreen como un rayo. La incredulidad y la furia se mezclaron en su interior. "¡Eso es mentira! No sabes de lo que estás hablando. No permitiré que nos dividas con tus manipulaciones".
Luzu, disfrutando de su juego retorcido, continuó provocando a Spreen. "¿No te parece curioso, Spreen? Eres igual que Rubius, tu padre. Si tan solo supieras la verdad detrás de su traición y cómo me arrebató lo que más quería... a Quackity, el padre de Roier".
La confusión y la ira se apoderaron de Spreen. La revelación sobre su padre y los secretos que Luzu mencionaba lo desestabilizaron. Sin embargo, en medio de la confusión, un sentimiento más fuerte se afianzó en su corazón: la determinación de proteger a Roier, sin importar las circunstancias.
Con la mirada llena de resolución, Spreen amenazó a Luzu, dispuesto a enfrentarlo, pero sabía que necesitaba mantener la calma y buscar la verdad. Se prometió a sí mismo que descubriría la realidad detrás de las palabras de Luzu y protegería a Roier de cualquier amenaza, incluso si eso significaba confrontar la verdad sobre su padre y los secretos ocultos.
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Entre dos reinos ♡ [SPIDERBEAR/GUAPODUO]
FanficSpreen y Cellbit solo quieren proteger a Roier de no cumplir con su destino.