Entre dos reinos ♡ [SPIDERBEAR/GUAPODUO]

nueve

ミ☆

Había una vez un pequeño híbrido de pato llamado Quackity que, en medio de un bosque desconocido, se encontraba perdido y desorientado. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras buscaba una salida, hasta que un niño de ojos rojos llamado Luzu apareció frente a él.

"¿Estás perdido, pequeño?", preguntó Luzu con una sonrisa cálida en su rostro. "Déjame ayudarte a regresar a salvo a tu hogar".

Quackity miró a Luzu con gratitud y aceptó su ayuda. Durante el camino, ambos compartieron risas y conversaciones, descubriendo que tenían mucho en común. Poco a poco, esos encuentros se convirtieron en encuentros regulares en el bosque, donde Quackity esperaba ansiosamente la llegada de Luzu.

En medio de la tranquilidad del bosque, su amor floreció. Compartieron momentos románticos, rodeados por la belleza de la naturaleza. El sonido de los pájaros y el susurro del viento se mezclaban con sus risas y susurros de cariño.

"Quackity, eres mi luz en la oscuridad", susurraba Luzu mientras acariciaba suavemente el rostro de Quackity. "Cada día contigo es un regalo precioso".

Quackity sonreía, sintiendo que su corazón se llenaba de alegría. "Luzu, eres mi refugio, mi salvación. No puedo imaginar mi vida sin ti".

Ambos se abrazaron, encontrando consuelo y amor en los brazos del otro. Los días se volvieron aún más brillantes y las preocupaciones se desvanecieron mientras compartían su historia de amor en aquel bosque encantado.

Sin embargo, en medio de su felicidad, Quackity siempre llevaba una sombra de tristeza en su corazón. Sabía que su amor con Luzu debía permanecer en secreto, oculto de los demás. Pero, a pesar de todo, se aferraba a la esperanza de que algún día podrían ser libres para amarse abiertamente.

Luzu, a pesar de su amor por Quackity, anhelaba convertirse en humano para poder estar siempre a su lado. Con lágrimas en los ojos, prometió regresar algún día, cuando finalmente pudiera materializar ese deseo. Para asegurarse de que Quackity estuviera protegido hasta su regreso, le entregó una reliquia mágica.

"Esta reliquia te protegerá hasta que vuelva, mi amor", susurró Luzu mientras colocaba suavemente la reliquia en las manos de Quackity. "Mientras tanto, conserva nuestro amor en tu corazón y nunca olvides lo que significas para mí".

Quackity miró la reliquia con asombro y emoción, sintiendo la cálida presencia de Luzu a través de ella. Aunque la separación les dolía, la promesa de un futuro juntos les dio esperanza y fuerza para seguir adelante.

Los ojos de Rubius se encontraron con los de Quackity, y en ese instante, algo cambió en su interior. Una conexión inexplicable surgió entre ellos, y Rubius se enamoró a primera vista. Quedó cautivado por la belleza y la dulzura de Quackity, sintiendo que había encontrado algo que había estado buscando sin saberlo.

Aunque el hibrido de pato ajeno a los sentimientos obsesivos de Rubius, continuó con su vida en el bosque, recordando con cariño los momentos compartidos con Luzu. Su corazón seguía anhelando el regreso de su amado, manteniendo viva la esperanza de que algún día se reunirían.

Aunque el hibrido de pato ajeno a los sentimientos obsesivos de Rubius, continuó con su vida en el bosque, recordando con cariño los momentos compartidos con Luzu. Su corazón seguía anhelando el regreso de su amado, manteniendo viva la esperanza de que algún día se reunirían.

Por otro lado, Rubius se consumía por una pasión desenfrenada hacia Quackity. La mera idea de estar separado de él le resultaba insoportable, y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para tenerlo a su lado. A medida que su obsesión crecía, Rubius comenzó a desafiar las normas y tradiciones de su reino, incluyendo su compromiso matrimonial con Vegetta.