──────•❥❥❥•──────Narra Camille
Enero 23 del 2021
Monte-Carlo, Mónaco 🇲🇨
Esa mañana me había levantado en el momento justo para desayunar en una cafetería cerca de la playa. Aunque había algo de sol, que no era muy intenso, el frío también estaba presente. Traía puesto algo cómodo y desapercibido, me encantaba tener estos pequeños espacios conmigo misma, donde podía comer tranquilamente mientras observaba el cielo y el mar combinarse. La suave brisa que corría por el lugar produjo cierto cosquilleo en mi rostro lo que me llevó a sonreír ligeramente. Ese lugar en donde servían los mejores croissants tenía significado para mí.
Mi tío Enzo y yo teníamos una tradición y era que, cada fin de semana sin falta debíamos reunirnos ahí para, obviamente, comer y deleitarnos con la vista. Recuerdo que él hablaba sobre los vívidos colores que nos rodeaban como si se tratara de su cuento preferido y yo lo escuchaba atentamente, sus ojos brillaban al soltar cada palabra sobre arte, las texturas, la historia detrás de ellas y la infinidad de cosas sobre las que podías pintar. Aún rememoraba cómo cada lunes esperaba con ansias los sábados en donde me sentía libre de aquellas presiones que me acompañaban desde temprana edad. Pequeños momentos de nosotros en donde nos reíamos pasaban frente a mis ojos por todo el lugar.
Luego de su muerte, me resultó muy difícil retomar mi rutina. Me había descontrolado por completo y me esclavicé al ballet. Me volví rígida y solo vivía por y para bailar. La alimentación que llevaba no era la mejor, y ni hablar de mi estabilidad emocional. Sentía que la única luz de esperanza que tenía la había perdido para siempre. Muchas personas estaban preocupadas por mí, pero cuando se acercaban a indagar, solo les respondía con un "estoy bien", cuando en realidad estaba muy lejos de estarlo.
Tanto era el dolor, la incertidumbre y la soledad que un día mi cuerpo no resistió más. Todo eso que callaba y repetía en mi mente me derrumbó. Había bajado mucho de peso, tenía trastornos del sueño y me desmayaba debido al estrés. Cuando tuve uno de estos síntomas en medio de uno de mis ensayos, mi familia y Anya intervinieron. Mi abuelo estaba muy preocupado y me cuidaba todo el tiempo, al igual que la patinadora. Nunca me dejaron sola. Mi madre me visitó, pero mi padre no; mientras que Suzette solo me miraba y me daba cierta atención, que estaba segura de que no era real. Yo sabía que ella me creía débil. Muchas veces me lo decía, al punto que terminé convirtiéndome en eso.
Cada vez que recordaba ese momento de mi vida, sentía una presión en el pecho que me causaba intranquilidad y algo de ansiedad. Y de nuevo, la estaba sintiendo. Respiré profundamente y traté de enfocar mi mente en cosas positivas.
Muchas personas me recomendaban no seguir visitando la cafetería, ya que eso solo me pondría triste. Les hice caso por un tiempo y así conocí la Casa del Caffè, otro de mis sitios favoritos. Pero para mí no era igual. Ese lugar era especial porque, de todos los rincones de Mónaco, ahí era donde podía sentir a Enzo más cerca, y eso lo era todo para mí.
Volvería una y otra vez.
—Comment s'est passé le petit-déjeuner, mademoiselle? — la voz de uno de los amables camareros me trajo de vuelta a la realidad preguntándome cómo había estado el desayuno.
—C'était exquis, merci. —le sonreí luego de responderle que estuvo exquisito, en su rostro se notó la tranquilidad al oírme e inmediatamente se ofreció a traerme la cuenta, a lo que yo acepté.
A los minutos regresó y pagué para después dirigirme a la salida del lugar, no sin antes darle un último vistazo.
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𝐌𝐄𝐋𝐎𝐃𝐈𝐄𝐒 𝐎𝐅 𝐒𝐏𝐄𝐄𝐃 |Charles Leclerc
Fanfiction༄ SAGA SPEEDING HEARTS ༄ Libro III Charles Leclerc Fanfiction »»----- ★ -----«« Mi vida se resumía en una palabra. Ballet. Todo giraba entorno a ella. Había dejado de disfrutar, de conocer y de experimentar, por los límites que tenía. Límites...