Narra CamilleEnero 22 del 2021
Montecarlo, Mónaco 🇲🇨
En ese momento me encontraba en casa preparándome para ir a un ensayo que había convocado Tamara. ¿Me sorprendía? No, pero algo en mi interior me decía que ese "ensayo" tenía una razón extra.
Obviamente traté de pensar lo mejor. Ya había conseguido la presentación y mi abuela estaba feliz, ¿Qué más me hacía falta por cumplir?
Suspiré mientras guardaba mis zapatillas de punta y las ubicaba en el fondo de la maleta deportiva que estaba sobre mi cama. Me pasé las manos por el cabello pensando si llevar algo de fruta pero decidí que no lo haría, esperaría hasta llegar de nuevo a casa y comer algo más prudente que unos cuantos cubos de fruta. Lo que si empacaría era agua, vendas y algunas curas, mis pies definitivamente me lo agradecerían.
Un sonido me distrajo y de inmediato supe que era mi teléfono, alguien me llamaba. Casi corriendo me dirigí hasta la sala, lo busqué y al encontrarlo en el sofá contesté sin siquiera ver el nombre del emisor.
—Allô? —Mi primer instinto fue hablar en francés, lo que me causó gracia y luego rápidamente dije—. ¿Hola?
—Ma belle Camille, te he dicho mil veces que conmigo puedes hablar en tu idioma original.
Me sorprendí y como si fuera automático, una sonrisa iluminó mi rostro. Mi corazón se emocionó al oírla.
—¡Mamá! —hablé con un tono notablemente feliz—. ¿Cómo has estado?
Del otro lado se oyó una pequeña risa y me respondió.
—Estoy muy bien, todos estamos bien —hizo una pausa—. ¿Qué tal va el ballet? ¿Tu abuela aún sigue demasiado exigente? —Su manera de cambiar el tema me pareció extraño y quise preguntarle algo, pero cuando iba a hacerlo ella me interrumpió—. Sé lo que estas pensando, Camille. Créeme, todo está bien... lo único molesto es la existencia de tu padre —soltó esto con cierto tono de burla.
Me reí por su último comentario y mi risa aumentó más cuando escuché de fondo a mi progenitor reprochándole por lo que acababa de decir. Sin duda, amaba su relación, eran como dos adolescentes atrapados en cuerpos de dos adultos de apariencia amargada. La mayoría del tiempo se molestaban el uno al otro, cómo cuando dos niños pequeños se gustaban y no lo admitían.
Uno de mis deseos desde muy temprana edad fue tener algo como lo de ellos, un amor sano y duradero.
Esperaba algún día encontrarlo.
—Bien. Creeré tus palabras, mère. Y respondiendo a tus preguntas... el ballet va muy bien, como ya sabes me iré a presentar en el Royal. —Porque sí, mi abuela se adelantaba y enviaba correos a nuestros familiares y amigos más cercanos con noticias sobre mi proceso. Así que todo el mundo ya lo sabía—. En una hora debo irme porque Támara convocó un ensayo de la nada, ¿No te parece raro?
—¿Debería serlo? —su tono cambió a uno más nervioso. Me senté en el sofá y esperé que dijera algo más pero no hubo respuesta.
—No lo sé, supuse que todo había terminado por ahora hasta que tuviese que ir a Londres —carraspeé—. ¿Tú sabes algo al respecto?
ESTÁS LEYENDO
𝐌𝐄𝐋𝐎𝐃𝐈𝐄𝐒 𝐎𝐅 𝐒𝐏𝐄𝐄𝐃 |Charles Leclerc
Fanfic༄ SAGA SPEEDING HEARTS ༄ Libro III Charles Leclerc Fanfiction »»----- ★ -----«« Mi vida se resumía en una palabra. Ballet. Todo giraba entorno a ella. Había dejado de disfrutar, de conocer y de experimentar, por los límites que tenía. Límites...