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La ______ se encontraba sentada en la mesa de la cocina mirando un punto fijo. La televisión sonaba de fondo, pero no le estaba prestando atención en lo absoluto. El pequeño Jiro se había ido a dormir ya, algo que la chica también necesitaba, pero tenía una sensación extraña en el cuerpo. 

—¿______?— Escuchar su nombre rompiendo el silencio hizo que diera un respingo en su lugar. —Perdón, no pretendía asustarte.— Dijo el chico haciendo una mueca acercándose a ella.

—Está bien.— Sonrió ella. —¿Jiro se ha dormido?— Preguntó. 

—Sí, estaba cabezón con que no quería dormir pero ha tardado cinco minutos en comenzar a dar ronquidos.— Comentó haciendo que ambos dieran una pequeña risa. El mayor por un año se quedó mirando a la chica, como su expresión cambiaba a una nostálgica. —¿Te encuentras bien?— Preguntó. Aquello hizo que la contraria lo mirara sin saber que decir. —Te ves un poco decaída. ¿Ha pasado algo?— La contraria negó mirándolo apretando un poco los labios haciendo un ademán de sonrisa. 

—Estoy bien Jin, de verdad. Solo estaba recordando unas cosas que me dijo mi profesor de fotografía.— Mintió, aunque en cierta parte, era algo que también le estaba rondando por la cabeza. El contrario llevó su silla hacia delante dando a entender que quería escucharla, haciendo que la contraria soltara una pequeña risa. —Dice que le gusta mi trabajo, que sé plasmar las emociones en una foto, pero yo pienso que las fotos no son nada del otro mundo. Creo que todavía puedo hacerlo mejor, y me gustaría practicar un poco más... No creo estar lista aún para mostrar estas fotos al mundo. 

—Bueno.— El contrario se dejó caer hacia atrás cruzado de brazos pensando. —Respeto tu opinión. Aunque las clases a las que vas son famosas por tener como profesor a uno de los mejores fotógrafos del país y bueno, habrá visto un gran potencial en ti. Al fin y al cabo es tu decisión y yo no es que entienda mucho de fotos pero... He visto tu trabajo y creo que igual tienes potencial para esto. Piénsatelo un poco, quizá sea una buena oportunidad.— La contraria se miró los dedos de las manos mientras jugaba con ellos. 

—Gracias Jin.— Lo miró dándole una sonrisa. Jin tenía un don a la hora de hablar. Siempre que alguien se sintiera perdido y sin motivación, él podía ayudarte a encaminarte. 

—De nada.— Le devolvió la sonrisa. —¡Bien!— Se levantó. —Yo me iré a dormir también. Mañana tengo que levantarme pronto. Buenas noches ______.

—Buenas noches Jin.— Se despidieron ambos. Y allí se encontraba la chica de nuevo, en el silencio. Miró a un lado un poco preocupada. Quizás... ¿Debería haberle contado acerca de lo que vio en aquel callejón? ______ sacudió la cabeza y se levantó saliendo de la cocina. Apagó las luces y fue con cuidado de no hacer ruido para no despertar a Jiro.

Una vez en su habitación dejó todo en la silla y se metió en la cama. Mañana pensaría mejor que hacer.


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Un jardín de rosas blancas (URSS x Lectora) {LIBRO 1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora