El mundo gira todos los días, todos los días va cambiando, y nosotros nos vamos adaptando.
Hay cosas que suceden porque tenían que pasar, otras por acciones pasadas que afectan al futuro, y otras porque nosotros decidimos hacerlas. No son buenas ni...
⚠︎ Las partes de los títulos "Génesis" no forman parte en sí del libro "Akame", es para conocer la historia detrás de su nacimiento.
Pasado
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Un par de buenos amigos se encontraban frente a un río, ambos bajo la luz de la luna que presenciaba todo lo que ocurría durante la noche.
El menor de ambos negaba con la cabeza entre llantos, mientras que su amigo limitó a sonreír mientras extendía su mano izquierda. Ojos y mano contenían sangre, lo cual era duro para al azabache quien no quería corresponder.
—Protege la aldea... y el nombre de los Uchiha.
Fue lo último que dijo antes de lanzarse aquel al río, sentenciando su "muerte".
Aquella noche desataría más conflictos, ya no sólo dentro del clan, sino también de la aldea.
Tras la ida de Uchiha Shisui, Uchiha Itachi decidió acatar su deseo compartido con el suyo, decidiendo implantar aquel importante ojo en la cuenca ocular de un cuervo. Quien en algunos años más se haría muy conocido.
𖣘𖣘𖣘
Normalmente, cuando alguien cae desde muy alto, lo más probable sería que esa persona muriera; sin embargo, el caso del azabache era particular. Su cuerpo había caído a no menos de 50 metros de altura, pero cayó directo al agua, sin chocar con alguna piedra y en forma casi de clavado. Por lo que aquellas razones, no le podían provocar la muerte, al menos no de manera instantánea; sin embargo, la pérdida de sangre que estaba teniendo en sus cuencas oculares era enorme, tenía bastantes hemorragias internas debido a esa pérdida, añadiendo el hecho de que hacía unas horas peleó contra un grupo de ninjas, dejándolo agotado.
Su cuerpo comenzó a fluir por el río sin detenerse en el camino, fluyó como el viento pero en el agua, hasta que unas rocas interrumpieron el paso y su cuerpo quedó atorado entre estas. Perdiéndose consigo su bandana ninja.
Respirar cada vez era más difícil, le costaba cada vez más, haciendo que, si en menos de 20 horas no conseguía ayuda, moriría ahí mismo.
Shisui se encontraba inconsciente tras la caída, por lo que no podía hacer mucho en ese estado de vulnerabilidad. Su cuerpo necesitaba ser sanado de inmediato, pero pasaron las horas y nadie aparecía en aquella cascada.
La mañana llegó y las horas terminaban, sino moría por las hemorragias lo haría por los ANBU que buscaban en plena madrugada aquel cuerpo tras el "suicido" que había cometido.
La falta de oxígeno llegó, pero por estar inconsciente, su organismo no hizo nada más que rendirse, disminuyendo las horas de posibilidad para retomar su vida.
Aunque, a veces la suerte estaba entrelazada del lado del destino, por lo que al cabo de un par de horas, ya a la luz solar, solían haber personas que buscaban agua en el arroyo donde él yacía. Cuando este grupo estuvo buscando lo fundamental para subsistir, hallaron aquel cuerpo inmóvil del moreno que ya casi completaba sus últimas horas de vida.
