Amor sobre ruedas (Charlos)

Nuevo compañero de equipo

Charles

Me despierto con la emoción y la determinación de un nuevo día por delante. La luz del amanecer se filtra por las rendijas de la persiana, pintando mi habitación con tonalidades doradas. Es un momento de tranquilidad antes de la tormenta, antes de que el rugido de los motores y la adrenalina de la competencia me envuelvan una vez más.

Me levanto de la cama con energía, sintiendo la anticipación en cada fibra de mi ser. Me pongo mi ropa de entrenamiento y salgo al aire fresco de la mañana. Es hora de preparar mi cuerpo y mi mente para la nueva temporada de la Fórmula 1 que se avecina.

Comienzo a trotar por el camino sinuoso que rodea mi hogar. Cada zancada es un paso hacia la superación personal, hacia el desafío de convertirme en el campeón del mundo. Siento cómo mis músculos se despiertan y se estiran, preparándose para los rigores físicos que enfrentaré en la pista.

El sol matutino acaricia mi rostro, llenándome de energía y determinación. Mientras avanzo, mi mente se llena de imágenes de los circuitos, de las curvas y las rectas que me esperan. Cada paso me acerca un poco más a mi objetivo.

El viento juguetea con mi cabello mientras mis piernas se mueven en un ritmo constante. Cada latido de mi corazón resuena en sintonía con mi pasión por la velocidad y la competencia. Sé que el camino no será fácil, pero estoy dispuesto a darlo todo.

Mi mente se sumerge en recuerdos del año anterior, en los momentos de gloria y los desafíos que he superado; pero también recuerdo a Max Verstappen, mi rival más formidable. Fue él quien se llevó el título la temporada pasada, y eso solo aumenta mi determinación por superarlo.

Continúo mi trote con determinación, dejando que el sudor y el esfuerzo físico purifiquen mi espíritu. Cada músculo trabaja en armonía, cada respiración profunda fortalece mi determinación. 

No solo quiero vencer a Verstappen, quiero superarlo en todos los aspectos. Quiero demostrar al mundo que tengo lo necesario para ser el campeón del mundo.

El sol asciende en el cielo, iluminando mi camino y llenándome de energía renovada. No importa el cansancio que puedo sentir en este momento, estoy decidido a superarme a mí mismo. Sé que el camino hacia la cima será duro, pero estoy dispuesto a enfrentar todos los obstáculos que se presenten.

Mientras troto, visualizo los circuitos que me esperan, las emociones que experimentaré en cada carrera. Puedo sentir el podio, el rugido de la multitud y el sabor del éxito en mi boca. Estoy listo para darlo todo, para dejar mi huella en la historia de la Fórmula 1.

En este nuevo día de entrenamiento, mientras mis músculos se fortalecen y mi mente se enfoca, me prometo a mí mismo que no dejaré piedra sin remover. Lucharé hasta el último aliento por alcanzar mi sueño de convertirme en el campeón del mundo. La temporada está por comenzar, y yo estoy listo para mostrar al mundo de qué soy capaz.

Después de una intensa hora de trote, regreso a casa con el corazón palpitando y el sudor cubriendo mi cuerpo. Me dirijo directamente al baño, sintiendo cómo el agua fría cae sobre mí, liberando la tensión acumulada en mis músculos. Cierro los ojos y dejo que la sensación reconfortante me envuelva, mientras mi mente se despeja y se enfoca en el siguiente paso de mi rutina matutina.

Una vez refrescado, me dirijo a la cocina con el cabello aún húmedo, y mientras preparo mi desayuno rico en proteínas, mi mirada se posa en el álbum de fotos digital que reposa sobre la barra de la cocina. Un destello de nostalgia cruza mi mente mientras observo la pantalla que muestra las imágenes en rotación.