A.B.C [sterek]

P

P: pecas como estrellas.

⋋⁠✿⁠ ✿⁠⋌

   Cuando Stiles llega a su casa luego de un largo día en el trabajo, lo que menos quiere encontrarse es a sus hijos llorando en un escándalo sólo digno de ellos. —¿Qué ocurre aquí? —se queja mientras entra en la sala, encontrando a Derek arrodillado en el piso mientras sus dos hijos están frente a él, llorando, siendo obviamente regañados. Cuando le ven, el llanto empeora.

[...]

—A ver. —Stiles entra al baño, donde su pequeño niño de seis años, Alex, le espera sentado en la tapa del inodoro. Derek se encargaba de acostar a Nolan luego de calmarlo lo suficiente para que se cambiara y se cepillara los dientes sin tanto escándalo. —¿Quieres contarme qué es todo esto? —pregunta cuando se arrodilla a la altura de Alex, acariciando uno de sus cachetes manchados con puntos de marcador.

El niño hace una mala cara, aprieta sus labios y desvía la mirada. Dios, piensa Stiles, se parece tanto a Derek. Tomando algunas toallas húmedas, comienza a limpiar el rostro de su hijo, quien comienza a llorar otra vez. —Cariño, ¿qué tienes? —detiene lo que hace para abrazar a su hijo, quien se aferra fuerte a su camisa mientras llora desconsolado. Stiles decide sentarse en el piso, Alex sobre sus piernas. Acaricia su espalda hasta que se calma, entonces habla con él. —Bebé, si no hablas conmigo mamá no sabrá qué hacer. —el rostro de su hijo se encuentra aún más manchado luego de que los puntos de marcador negro se corrieran por las lágrimas.

—No quiero que se molesten conmigo. —Alex confiesa mientras inútilmente seca sus lágrimas. Stiles aprovecha para seguir limpiando su cara.

—No lo haré. —promete. Quiere saber qué es tan grave que hace llorar a su hijo de esa manera.

Alexander se toma unos minutos antes de seguir hablando, lo que le da la oportunidad a Stiles de terminar con su tarea. —Es que... —duda en hablar, pero con una mirada Stiles le da toda la seguridad para continuar. —También quiero ser como mami.

—¿Cómo yo? —Stiles no entendía a qué se refería su hijo. —¿A qué te refieres, cariño?

—Todos dicen que Nolan y Eli se parecen a ti porque tienen pecas. —inicia. —Y papi te ama por tus pecas, pero yo no tengo. —frunce el ceño al más puro estilo Hale —Soy el único diferente, ¿Y si papi quiere más a Eli y a Nolan por eso? Quiero que digan que me parezco a mami, yo no tengo nada que nos una. —finaliza.

—Amor. —a Stiles se le encoge el corazón. —Eso no es cierto. —así que abraza a Alex fuerte contra su pecho. —Papi te quiere aunque no tengas pecas, al igual que yo. Es cierto que te pareces más a papi, pero esta nariz es mía. —pincha la punta de la nariz de Alex, quien le mira con un pequeño brillo en sus ojos. —Alex, tu eres la perfecta combinación entre tu padre y yo, te amo y a tus hermanos, papi también. —asegura. —A todos por igual. —no sabía que su hijo se sentía así, sobre todo luego de la llegada de Eli, quien al igual que Nolan, había sacado su desastre de pecas por el rostro. Alex se parecía más a Derek, con las expresiones faciales típicas de un Hale, su cabello oscuro y las cejas gruesas. —¿Está bien?

Alex asiente, aceptando las palabras de su padre.

—Perfecto. —Stiles asiente con alivio. —Te quiero tanto, mi pequeño cachorro problemático. —toma el rostro de Alex para llenarlo de besos, lo que hace reír al niño. —Ahora a dormir. —dice con una sonrisa. —Pero primero, promete que no volverás a rayarte la cara. —el adulto alza su meñique para que su hijo haga lo mismo.

—Lo prometo.

Derek, sentado fuera del baño, recuesta su cabeza de la pared mientras una sonrisa se marca en su rostro. Sus hijos eran su adoración. Sin embargo, no había notado que Alex se sentía excluido por algo que podía verse tan insignificante.

—¿Qué haces allí? —Derek es sorprendido por Stiles, quien sale del baño con Alex en sus brazos. Levantándose con rapidez, les regala una sonrisa. Hale nunca había sonreído tanto, hasta que Stiles y sus hijos llegaron a su vida. Desde entonces no podía dejar de hacerlo cada que les veía.

—Esperaba a que salieran. —se acerca a su esposo e hijo, inclinandose sobre Alex para besar su cabeza. —Siento haberme molestado contigo, Alex. —se disculpa. Había estado tan estresado cuando encontró a Nolan pintando sobre el rostro de Alex, quien le había pedido que lo hiciera. —¿Me perdonas?

—Por supuesto, papi. —el niño acepta. —También lo siento, no debí haber hecho eso.

—Bueno, ahora que todos estamos bien, es hora de dormir. —Stiles decide, comenzando a caminar hacia las habitaciones. Ahora que las cosas se habían resuelto, el cansancio le golpeó. Dios, deseaba tanto caer en la cama.