SIN HOGAR

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Al día siguiente después de los acontecimientos en Feldcrof Sebastian se encontraba molesto y renuente a hablar con alguien, ni siquiera Poppy pudo acercarse a el durante el desayuno, era tanta la ira que se acumulaba a su alrededor que ni los profesores se atrevían a pasar a su lado.

--"¿Que pasó Pop?"-- el rostro de la chica que usualmente se mostraba alegre cobró un aspecto triste y desconsolado después de intentar hablar con Sebastian --"no quiere hablar con nadie"-- la voz de Poppy sonaba apagada, Naty abrazo a su amiga --"descuida Pop, seguro se le pasa el mal humor en el transcurso del día"-- Naty y Poppy se dirigeron al patio principal del castillo --"¡¿dondé está Susan?!, seguro que ella sabe porque está molesto además es la única que lo puede hacer hablar"-- Poppy buscaba a su amiga alrededor del lugar --"Pop, es domingo por la mañana, puede que se encuentre en Hogsmade en este momento junto a Ominis y su hermana, escuche a la pequeña hablado con Susan de ir al pueblo"-- ambas amigas se sentaron en la orilla de la fuente --"quien como ella que a podido declararsele a Ominis, yo no me he atrevido a decirle a Sebastian lo que siento por él"-- Poppy suspiró profundamente --"ya llegará el momento amiga, solo no te desesperes y tampoco te decepciones si la respuesta no es favorable"-- Naty abrazó a su amiga nuevamente para animarla.

En tanto Ominis y Susan seguian durmiendo placidamente en la sala de los menesteres, ¿Como llegaron ahí?

--Flashback--

Después de que Susan se despidiera de Ominis en el pasillo de la habitación de los chicos, ella decidió regresar un rato más a la sala cómun, al fin y al cabo tenía muchas cosas en su cabeza que no la dejarían dormir por un largo rato, se quitó la túnica sucia y se acomodó en el sofá junto a la chimenea más grande, su mente daba vueltas al asunto de Sebastian una y otra vez, sabía que algo no estaba bien con el tío de Sebastian, no se le podía salir de la mente la mirada en los ojos de Solomon cuando insultaba a su sobrino, siempre parecía disfrutarlo e incluso parecía que Solomon anelaba que su sobrino se metiera en problemas.

Al cabo de un rato Susan comenzaba a dormitar en el sofá, pero un estruendo la devolvió al mundo real --"¡¿que rayos te pasa Sebastian?!"-- Ominis trató de no alzar la voz para que los prefectos no los descubrieran pero accidentalmente tropezó con una silla --"¡que rayos te pasa a ti Ominis!, ¿porque piensas que puedes interferir en mi vida y mis decisiones?, todo lo que hago es por..."-- Ominis lo interrumpió --"¡todo es por Anne, Anne se a vuelto tu pretexto para hacer uso de la magia oscura, tu excusa para cualquier cosa!, Anne ya debe estar cansada de ver como su hermano se unde en la magia oscura"-- Sebastian sintió la irá correr por sus venas y sin aviso tiró un golpe directo a Ominis que lo hizo caer en seco --"¡Ominis!"-- Susan saltó desde el sofá donde se encontraba hasta el lugar donde el joven había terminado --"¿estás bien?"-- vió como le escurria un poco de sangre de la nariz, Sebastián retrocedió sorprendido por lo que él mismo había hecho --"Ominis... yo... no... no era mi intención hacerlo, no se que me pasó"-- Ominis se puso de pie con ayuda de Susan, la chica miraba a Sebastián un poco decepcionada --"¡yo si se que te pasa, es ese maldito libro que con tanto afan lees, esa reliquia que no has soltado desde que volvimos de las catacumbas, solo envenenan tu mente!, olvidate de eso Sebastian, aún estás a tiempo..."-- la voz de Ominis se tornó suplicante y austera pero Sebastian seguía furioso --"como puedes seguir insistiendo en eso Ominis, creí que eras mi amigo y que me apoyarías en esto, que ayudarías a Anne ya que alguna vez tuviste sentimientos por ella..., ella también los tiene por tí, se lo debes, después de como terminaron las cosas"-- Ominis frunció el seño, Susan miró a Sebastian y no pudo reconocer a aquel joven frente a él, era otra persona muy diferente a aquel joven que conoció en su primer día en el castillo.

--"¡Ya basta los dos!, no llegarán a nada en este momento, ambos están fuera de sus cabales!"-- interfirio finalmente Susan viendo la intención de Sebastian --"Sebastian ya basta"-- Susan habló ahogadamente a su amigo con expresión implorante, el chico observó el semblante de Susan y supo que sus palabras anteriores habían lastimado a su amiga, él pensó que su amigo le habría contado a ella de su breve relación con Anne, pero al parecer ese no fue el caso y a Susan le habia caido como balde de agua fría la información, pues cuando Ominis y ella se hicieron novios no solo se lo había contado a sus amigas sino que también le escribió a Anne contandole lo que pasó, pobre Anne debio sufrir mucho ante tal noticia, penso Susan. Ominis se limpió la sangre que le seguía saliendo de la nariz y se apoyó en la silla junto a él, pues su cabeza le daba vueltas por el golpe y por lo que estaba escuchando en su mente --"devuelveme mi varita Sebastian, sabes que no puedo moverme por el castillo sin ella, por favor"-- extendió la mano esperando a que Sebastian se la devolviera --"que tu novia te ayude a guiarte sin ella, a mi que me importa"-- Susan se acercó a Sebastian --"Seb, por favor devuelveme la varita de Ominis"-- Sebastian le dedicó una mirada inescrutable y se acercó al oido de ella --"pudiste ser mía, si él no hubiera llegado con su carita de mustio a causarte pena"-- se irguió nuevamente, sacó la varita de Ominis y la avento en dirección de los ventanales --"traicionado por mis propios amigos"-- se retiró en dirección de su habitación.

El Legado De SlitherynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora