La muerte en topkapi era cosa de todos los días, cuando una hatun fallecía se celebraban sus funerales en total calma, rezaban una única vez y olvidaban a la lamentable mujer.Pero cuando una sultana fallecía su funeral se celebraba por lo alto, cuarenta días de luto y dolor, total silencio y llantos silenciosos.
Cuando una consorte fallecía acausa de suicidio y sus lamentables hijos también el palacio se volvía caos total.
Para Murad perder a sus hijos fue el declive de su frialdad, perder a Ayşe le hizo ver cuanto hizo sufrir a sus personas amadas, ahora no tenía hijos que corrieran por el gritando papá, una niña había quedado sin madre y una consorte celebraba.
—Ve al palacio de Caza a despejar tu mente - su madre le aconsejo, Murad tomo sus cosas y partió a dicho lugar.
Zilihan Dadiani era la hija menor del rey León II Dadia, un hombre cruel que había cortado las orejas y nariz de su primera esposa, había asesinado a sangre cruel a sus hijos mayores y maltrataba a su nueva esposa e hijas.
Su madre Darejan Chiladze, era una mujer amable que vivía bajo el estricto régimen de su esposo, ella y su hermana mayor crecieron viviendo bajo tal crueldad.
Y el día en el que rey ordenó ejecutar a su hermana mayor atraves de la mutilación lo supo, debía de huir y no mirar atrás nunca.
Pero cuando abordo el barco con ayuda de su madre, todo se descontrolo.
Los otomanos atacaron y con ello las tropas de León de Dadiani, Zilihan huyo con un grupo de mujeres que esperaban ser vendidas en Estambul, fue gracias a su padre que aquellas mujeres lograron huir, era lo único bueno que había echo hasta ahora.
—¡Señorita! -el pequeño grupo de mujeres la seguía, podían irse y ser libres pero habían decidido seguirla —¿A donde ira? Queremos ir con usted...
Zilihan alzó una ceja y se giro con enfado, no quería cargas, era mejor que ellas solas buscarán su destino.
—No lo sé, deberían de seguir su camino ustedes. - las jóvenes negaron, un grupo de menos de cincuenta mujeres y niñas iban con ella.
—¡Ahí están! - el grito de varios hombres se escucho, eran los hombres de su padre y detrás venían los tártaros.
Las mujeres comenzaron a llorar y a desesperarse, Zilihan las miro con enfado y suspiro.
—¡Vamos! ¡Siganme! -tomó la mano de una de ellas y comenzó a correr, corrieron por todo el bosque hasta salir a la carretera, con los pies ensangrentados y magulladas lograron tener un pequeño aire de esperanza.
—Ahí vienen señorita, ¿Por qué hay tantos de ellos? - Zilihan soltó un leve suspiro y echo a andar, algunas quedaron en el camino, muertas o habían decidido entregarse, treinta mujeres en total la seguían.
—¡Zilihan! - el grito la asusto, no quería morir, comenzó a correr nuevamente hasta el relinchar de un caballo la detuvo, enfrente de ella estaba un grupo de hombres montados, todos alzaban sus espadas a ellas.
—¡Identifiquense! - Zilihan miro a las mujeres las cuales sollozaban sin contenerse.
—Por favor ayúdenos... nos secuestraron y logramos huir, vienen por nosotras - el hombre se sorprendió por su perfecto turco, observo a las mujeres y negó —¡Por favor! ¡Nos mataran si nos quedamos! - su grito hizo a los demás acercarse a ellas con sus espadas.—Deja eso Silahtar, traelas -el caballo comenzó a andar y las mujeres respiraron tenaquilas.
Aquello dio inicio a una nueva vida.
Primer capítulo listo, espero les guste.
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𝑭𝒆𝒎𝒎𝒆 𝒇𝒂𝒕𝒂𝒍𝒆 |Murad Iv
Historical FictionUna belleza inimaginable. Un carácter irrompible. Y una inteligencia sin igual. Aquella era Şemsişah, la mujer fatal. Portada por @Cleopatragraphics Prohibida su copia o distribución sin permiso, derechos reservados.