Al regresar al harén la kalfa la guió a sus aposentos temporales, mientras las miradas de orgullo de sus compañeras la seguían.-Su Majestad te envía este baúl -la joven se arrodillo y lo abrió, había telas para hacer vestidos, con una sonrisa agradeció haberlo recibido y una carta fue entregada por el eunuco.
-¿Qué dice?
-Dice mi nombre, Şemsişah - una sonrisa se asomo - Şah, dime Şah.
-Espero no te deje aquí, dicen que su esposa es terriblemente celosa - Şah la observo.
-¿Qué más sabes kalfa? - Leyla kalfa se sentó y la observo.
-Farya es una princesa que entró al harén como una mujer libre, estaba embarazada pero perdió a su bebé y no podrá tener hijos nunca, hace poco se supo que la madre del heredero al trono se suicidó, la haseki estuvo involucrada, Ayşe iba a ser exiliada y asesinada, pero prefirió matarse junto a sus dos hijos.
Şah asintió varias veces, información valiosa se le había otorgado.
-Así que, salgas o no de aquí, depende de Farya, esa mujer no te dejaría en paz nunca.
-No te preocupes, me aseguraré de que me deje en paz - Şah sonrió.
En el palacio de caza un nuevo amor se llevaba acabo, Murad prefirió pasar con Şah todo el tiempo en vez de ir a cazar, las criadas disfrutaban de buenas comidas y ropas que Şah les había regalado, eran felices con ella.
-Debemos de regresar al palacio - Şah le observo -Tengo asuntos que atender, así que prepárate.
-¿Me llevará?
-¿Creíste que dejaría a mi favorita aquí? Jamás -Murad la beso -Debes estar a mi lado.
-Entonces concedame algo - Murad la miro -Quiero que ellas vengan conmigo... me cuidan bien y pasamos por lo mismo juntas, me daría tristeza abandonarlas.
-Tienes buen corazón, sería momento de que lo quitarás de ti - Murad sonrió -Pero pueden venir, haría todo por ti.
Y tal a como había dicho, todas las esclavas que habían llegado junto a Şah se prepararon para partir hacia topkapi.
Şah iba nerviosa, sabía que su padre y su gente la buscarían, por eso fue bueno tener un nombre nuevo y vivir en un harén, aquel era un lugar en el que ningun hombre podía ingresar.
-Es enorme - la criada a su lado sonreía, Şah abrió ligeramentea ventana y observo el enorme palacio frente a ella.
-Recen, recen por qué de noticias pronto y les haré la vida un poco más fácil -las mujeres a su lado sonrieron.
-Nos salvaste, por su puesto que nosotras seremos tus cómplices en todo - Şah sonrio, no podía confiarse, pero en aquel momento aceptaba su lealtad.
Al ingresar al palacio fue guiada por Murad, pasaron por el harén en donde cientos de mujeres salieron a recibirle, algunas miraba al grupo con curiosidad y otras simplemente ignoraban su existencia.
-Iremos con mi madre - Şah asintió, continuaron por algunos minutos y finalmente estuvieron dentro de los enormes aposentos, ahí estaba un grupo grande de mujeres bien vestidas.
-Madre - Murad se acerco a besar su mano, por más que Şah quisiera verle el rostro a la mujer simplemente se negó, no quería ofender a la mujer que posiblemente fuera de ayuda.
-¿Quién es ella? - una voz molesta se escucho, Şah supo de inmediato que se trataba de la esposa de Murad.
Pero por más esposa que fuera, era una princesa de sangre noble, así que sus posibilidades de tener un trono para sus hijos se basaban en nada.
-Es Şemsişah hatun, mi favorita...
Siento la tardanza espero les guste.
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𝑭𝒆𝒎𝒎𝒆 𝒇𝒂𝒕𝒂𝒍𝒆 |Murad Iv
Ficción históricaUna belleza inimaginable. Un carácter irrompible. Y una inteligencia sin igual. Aquella era Şemsişah, la mujer fatal. Portada por @Cleopatragraphics Prohibida su copia o distribución sin permiso, derechos reservados.