IX

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Llegué a la cafetería a las cinco de la mañana y comencé con la rutina laboral. Quise probar nuevas recetas para ver si podíamos agregar algo nuevo a la carta de la cafetería, unas fresas me llamaron a hacer una excelente torta con crema.

Coloqué los nuevos postres en la vitrina, calculé los costos y los agregué a la carta. La mañana había sido muy productiva.

- Vaya, [...], estás aún más hiperactiva de lo normal. – Comentó Chihiro al entrar al negocio.

- Lo se Chihiro-San, hoy fue un excelente día para hacer nuevos postres.

- ¿Sí? ¿Podemos probar? – Preguntó Naoko.

- Claro que sí, les aparté para explicarles. – Respondí energéticamente.

Los hermanos degustaron los nuevos postres, aprendieron los ingredientes y los nuevos precios, se cambiaron y comenzaron a abrir el negocio.

- Bueno, me iré a dormir un rato, nos vemos en la tarde chicos. – Saludé y me retiré.

Camino a casa recibí la llamada de mi madre.

- Hola mamá, ¿Cómo estás? – Pregunté alegre de escuchar su voz.

- Bien, hija, ¿Tú cómo estás?

- Bien, todo en orden, recién salí del negocio, estoy yendo al departamento.

- Oh, excelente, de eso quería hablarte.

- ¿De eso? ¿Qué es eso? – Pregunté confundida.

- Pues, verás. Tu padre y yo decidimos venir a la ciudad por unos días para hacerle un chequeo rutinario médico. Y estábamos por llegar a tu departamento.

- Estoy a unas cuadras, enseguida estoy allí. – Respondí.

Nos encontramos en la puerta de entrada del edificio, saludándonos con un enorme abrazo.

- ¿Cómo han estado? Los extrañé. – Pregunté contenta.

- Nosotros a ti, [...]. Hemos estado bien, solo que, los extrañamos mucho. – Respondió mamá.

- Es difícil vivir tan alejados. – Comentó papá.

- Lo sé, es complicado.

Charlamos mientras ingresábamos al departamento, poniéndonos al día con las novedades.

- ¿Hablaron con Izuku? – Pregunté.

- Sí, nos dijo que nos vería en el negocio luego de la universidad. – Respondió papá mientras observaba el departamento. – Veo que no ha cambiado mucho aquí desde la última vez que vinimos.

- Todo está como siempre, no he tenido tiempo de modificar nada. – Reí.

- [...], ve a dormir, nosotros nos quedamos aquí un rato y luego iremos al hospital, después de eso pasaremos por negocio a ver a tu hermano. – Comentó mamá

- ¿Seguro? Quisiera quedarme un rato a charlar con ustedes.

- Ya tendremos tiempo en la noche, no te desanimes. – Sonrió ella.

- Está bien. Cuídense. – Los abracé y me fui a dormir a mi habitación.

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Salí de la escuela y me dirigí a la cafetería, había sido un día pesado por lo que necesitaba un buen café y una preciosa compañía.

Tomé el autobús, me da flojera conducir. Me senté del lado de la ventana y observé las calles.

La pequeña cafetería. (+18) [AizawaShoutaxReader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora