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Quién diría que mis padres se conocerían con Shouta de esa manera ¿A caso el destino realmente existe? No creo en él, pero las casualidades son evidentes.

Acompañé a mis padres al departamento, acordé con Shouta que ese día él no iría para no agobiar a mi madre, pero estoy ansiosa porque lo conozcan. Él es un gran hombre... ¡Y qué hombre!

Llamé por teléfono a Izuru que aún se encontraba trabajando en el café, contándole lo sucedido. Le ordené que cierre la cafetería por el día y que fuera a mi departamento para que se quede tranquilo que todo estaba bien.

Llegamos y él nos estaba esperando en la entrada del edificio.

- Mamá, papá ¿Cómo están? – Preguntó algo preocupado.

- Estamos bien, hijo, solo un poco cansados. – Respondió mi padre con el rostro ojeroso.

- Pueden descansar un poco mientras nosotros preparamos la cena, no pueden estar sin comer. – Comenté mientras ingresábamos al ascensor. – Así que dime, Izuru... ¿Así que les has contado acerca de Shouta? – Pregunté con tono sarcástico.

- ¿Yo? No, imposible, no se de qué me hablas. ¿Quién es Shouta? ¿El gato que adoptamos para la cafetería? – Respondió intentando persuadirme.

- Pues es el muchacho que nos salvó de los malhechores. – Respondió contenta mamá.

- ¿Sí? – Preguntó Izuru. – Casualidades de la vida, ¿no?

Ingresamos al departamento y acompañé a mis padres a la habitación, para luego dejarlos que descansen tranquilos.

- ¿Así que conoció a sus suegros? – Preguntó intrigado el muchacho.

- Sí, quería que lo conozcan esta noche, pero la vida se me adelantó, ¡já!

- Al menos se llevaron una buena primera impresión.

Preparamos la cena, y al finalizar nos sentamos a cenar con mis padres, se los notaba un poco mejor afortunadamente.

- ¿Y qué me dices de Aizawa-san, [...]? – Preguntó papá.

- Pues... Es una excelente persona. Trabaja en la UA como profesor, y a la vez es héroe profesional.

- Wow, eso puede traerte muchos problemas, ¿no? – Preguntó preocupado.

- ¿Problemas por qué? Tengo mi propio guardaespaldas. – Respondí burlona.

- ¿Pero no puede mor...? – Lo interrumpió mamá antes de que termine la frase.

- Kei, no saques ese tema a la hora de la comida. – Dijo mamá en un tono serio.

- Tienes razón. ¿Entonces lo conoceremos oficialmente mañana? – Preguntó papá

- Si todo marcha bien, sí. Solo espero que no tenga una emergencia con la escuela a último momento. – Respondí.

Luego de la cena, mis padres se dieron una ducha y volvieron a la cama a descansar, mi hermano se retiró a su departamento que comparte con su compañero de universidad y yo me dispuse a dormir en el sofá.

Al día siguiente fui al negocio, allí en la puerta trasera me esperaba Shouta.

- ¿Madrugando, Shouta? – Pregunté juguetona. – Parece que al que ayuda Dios es a mi al bendecirme con tu presencia. – Seguí bromeando mientras él soltaba una pequeña sonrisa tímida.

- Te traje café, quería verte antes de ir a trabajar. – Dijo haciéndome sonrojar. - ¿Cómo están tus padres?

- Bien, mucho mejor. – Respondí. - ¿Esta noche vienes a cenar con nosotros? – Pregunté algo dudosa. Si bien les había dicho a mis padres que la presentación oficial sería hoy, no quiero presionar a Shouta. Después de todo, recién comenzamos la relación.

La pequeña cafetería. (+18) [AizawaShoutaxReader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora