Mi frente estaba perlada en sudor. El tiempo transcurría rápidamente y el bus parecía no avanzar lo suficientemente rápido, aún cuando casi pisaba el acelerador a fondo.
NuNew me había dicho antes de dejarlo la noche antes que esperaría, y yo le había dicho, no, le había prometido que pasaría un poco después de las cuatro.
Y nunca rompía mis promesas.
Tenía que llegar.El reloj marcaba las cuatro y menos diez y faltaban dos estaciones más para llegar a donde él se encontraba.
Si el flujo de gente en las estaciones era demasiado, iba a tardar más; así que mentalmente cruzaba los dedos para lograrlo.Tenía que hacerlo. Lo había prometido. Tenía que llegar.
*****
Las cuatro con veinticinco. Lo había logrado. La gente había bajado en aquella ultima estación desde hacia casi cinco minutos y desde entonces esperaba. Necesitaba que NuNew llegara pronto o yo llegaría tarde a la terminal para cerrar el circuito.
*****
Cuatro cuarenta.
Él no había llegado y no podía esperar más.
Bufé frustrado y di un golpe al volante mientras volvía a observar la estación y sus alrededores por una ultima vez.
No estaba.
Exhalando con fuerza, encendí el motor y pisé el acelerador.
*****
Media hora antes de la media noche.
De camino a casa, pensaba en las mil y una cosas que pudieron suceder en el transcurso de la tarde, pero aquellos pensamiento, por más que intentaba no hacerlo, siempre desembocaban en la misma dirección: ¿Qué había sucedido con NuNew?
Quizá solo había dicho que esperaría, mas no lo había dicho en serio puesto que no confiaba en un desconocido. Y no lo culpaba.
Casi dos horas de charla no era tiempo suficiente como para confiar en una persona, ¿verdad?
Fruncí los labios y apreté el volante con fuerza.*****
Los 3 días siguientes habían sido igual.
Un día después de que lo esperara y no apareciera, había intentado obligarme a dejar ir esa promesa, pues sabía que tal vez nunca me encontraría de nuevo con NuNew. Tal vez el ni siquiera había confiado en mí y había sido una de las tantas personas que había conocido en un día cualquiera.
Al regresar a casa, cada vez que me acercaba más al bloque de apartamentos donde le había dejado, disminuía la velocidad para observar atentamente. No era como si fuera a aparecer de la nada, pero tenía cierta esperanza de poder volver a verle.
El quinto día, manejaba de regreso a casa hasta que de un momento a otro, me encontré de pie en la puerta del que me había dicho que era su edificio, tocando el timbre de la recepción. Posiblemente nadie estaba despierto. Posiblemente nadie atendería.
El intercomunicador entonces hizo un clic y una voz robotizada preguntó:
-¿Si?
-H-h-hola- y ahí íbamos de nuevo con el recién adquirido gusto por el tartamudeo. - E-e-estoy buscando a un joven.
-¿Conoce el nombre o el número del apartamento?
El nombre...
- ¿Nu-New?
Claramente era una afirmación, aunque mi boca lo hubiera formulado más bien como una pregunta.
-Espere un momento, por favor.
Nuevamente se escucho el clic en el intercomunicador.
Me quedé ahí de pie, jugando a patear piedras imaginarias mientras esperaba. Luego de algunos minutos el sonido del intercomunicador siendo activado de nuevo llamó mi atención.
-Disculpe. No hay ningún inquilino en este edificio con ese nombre. ¿Está seguro que es aquí?No. No lo estaba. No había esperado el tiempo suficiente como para ver a NuNew ingresar al edificio, así que no sabía si en realidad había entrado o había ido a otro lado.
-Disculpe. No lo sé.
Me sentí como un tonto mientras decía aquello.
-Pero gracias por su ayuda.
Me di la vuelta y comencé a caminar, sintiéndome... ¿decepcionado? ¿molesto?
En realidad no sabía como debía sentirme.
¿Porque había ido a buscarle en primer lugar? Si no sabia nada de él y él no me había dado información. ¿Porque me importaba, de todos modos?
La puerta del edificio se abrió entonces.
-¡Disculpe, joven!El grito del guardia del edificio me hizo detenerme en seco y darme la vuelta.
-¿Esta buscando a Chawarin, el chico en silla de ruedas?
Como si hubiera recibido un golpe de adrenalina, mi cuerpo se puso alerta, mientras asentía y contestaba un:
-S-sí.
-Gracias a Dios.
Exclamó entonces el guardia mientras se detenía frente a mí.
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[ZeeNuNew] Can You Help Me?
FanfictionLa cura para el dolor siempre estará en el lugar menos esperado. Y un día cualquiera, se puede convertir en el más especial cuando se tiene a la persona correcta a nuestro lado.