Intimidad

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Por un breve momento pensé que iba a apartarse, pero sentir que respondía, que sus labios se movían sobre los míos y una de sus manos me tomaba por el frente de mi camisa para acercarme más a él, fue casi devastador.

No supe cuanto tiempo estuvimos besándonos, pero fue mucho después de que me alejé, que noté que NuNew se encontraba acostado, conmigo sobre su cuerpo, con mis piernas a ambos lados de su cadera sin estar sentado sobre él y las manos sosteniendo mi peso a los lados de su cabeza.

Nu, que me miraba con los labios brillantes hinchados, sus ojos entre cerrados y las mejillas sonrosadas, sonrió un poco y me empujó de nuevo hacia abajo (ahí pude notar que sus brazos estaban alrededor de mi cuello), para hablar sobre mis labios.

-Te quiero. Pero en verdad, no estoy seguro de poder darte todo de mí.

Me dio un pico antes de volver a empujarme ligeramente hacia arriba para verme a los ojos.

-Inténtalo.

Dije y llevé una mano a su rostro, le acaricié, tomándome todo el tiempo necesario para hacerlo, para aprender la suavidad de sus mejillas, el contorno de su mandíbula, el calor y suavidad de sus labios y las líneas al rededor de su boca y ojos. Él era perfecto.

- Dame la oportunidad de quererte.

Pedí, y esta vez le besé con mucha más intensidad que antes, explorando su boca y transmitiéndole al mismo tiempo todo el amor que estaba dispuesto a darle si él me lo permitía.

Cuando nos alejamos, él me miró y asintió ligeramente, con una sonrisa dibujada en sus hermosos labios.

Esa era su respuesta.

Quería...no. Iba a intentarlo.

Mi corazón se llenó de emoción. Quise gritar, reír y llorar.

Ese solo asentimiento me había abierto las puertas a la felicidad.

****

Convencer a NuNew de levantar una orden de restricción en contra de su ex novio y asistir a la revisión médica, esta vez, conmigo acompañándole, fue difícil, pero nada en comparación como lograr hacer que se quedara y confiara en mí.

Ahora que sabía que tenía una posibilidad con él, hice lo máximo para lograr que me permitiera ser parte de su nueva vida. Y fue así que pasaron cuatro meses más.

Me sentía feliz. Era como vivir en un sueño; la vida era perfecta con él a mi lado. Aunque claro, me costo un poco aprender más acerca de su condición y sobre todo lo que tenía y no tenía que hacer para sobrellevar una vida lo más cerca posible a la normalidad con él.

Nu parecía feliz y varias veces llegó a sorprenderme besándome y abrazándome en momentos en los que no lo esperaba, confesándome cómo es que se sentía conmigo a su lado.

Era perfecto. Pero también frustrante.

Por que aunque habíamos avanzado mucho en poco tiempo, seguía habiendo un tema que si bien estábamos listos para afrontar, no sabíamos como hacerlo: el sexo.

Ya habían pasado varias cosas que nos habían llevado a momentos en los que la excitación exigía ir a siguiente base. Pero, siempre nos deteníamos. A pesar de mi deseo por estar con él, mi mente estaba llena de dudas que me hacían sentir un poco culpable. No quería que él pensara que solo me interesaba el sexo, porque no era así. Tampoco quería que llegado el momento, pensara que no iba a poder satisfacerme como yo esperaba que lo hiciera.

No había podido aclarar con él todas las dudas que tenía y tampoco quería hacerlo si ello implicaba incomodarle o presionarlo. Así que la única solución tomada en conjunto fue: asistir con su doctor.

[ZeeNuNew] Can You Help Me?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora