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―¡Vero escúchame! ¡Escucha! ―le grite con desesperación mientras sostenía su rostro―Debes ser fuerte, dile a tu mente que pare o harás que te maten. Debes dejar que te ayude para poder salir de aquí, por favor.
Logro asentir con la cabeza y eso fue lo que me incito a poder seguir, con la fuerza que me quedaba la pude alzar, pero al estar de pie y girarme, él ya estaba esperándonos. Retrocedí con ella, tratando de disimular el miedo espantoso que se estaba apoderando de mi cuerpo.
―¡Ey, ven por mi maldito! ―se escucho al otro lado de la biblioteca, pude reconocer la voz suave, de palabras lenta y solemne de Joe.
―¿Que crees que haces? ―pregunto algo alterada Itza.
―Esto siempre funciona, déjame hacerlo.
Puse los ojos en blanco.
―¡Pues no funciona! ―le grite desde mi posición sin poder verlos, lo único que tenia claro era que el enmascarado no se movía, estaba expectante a cada movimiento que hiciéramos, solo estaba esperando una sola equivocación para matarnos a ambas.
Detrás de él apareció Dylan con el diminuto carrito que usaba la bibliotecaria cuando quería acomodar los libros en las estanterías y lo empujo tan fuerte que provoco un gran estruendo por todo el lugar al dejar caer al otro robot.
―¡Vamos Vero, rápido! ―la jale para que fuera hacia donde Dylan, pero el enmascarado fue mucho mas veloz, agarro el hacha y se la clavo en la pierna derecha.
El grito que soltó fue desesperado y penetrante, no dudo ni un segundo en tambalearse ya que no aguantaba estar parada un segundo más, se retorció y cayo encima de Dylan.
El enmascarado no se rendia, se iba a levantar, pero me abalance sobre él y empecé a golpearlo con mis manos, a ver si alteraba algún circuito o algo que me ayudara a detenerlo. Me empezaron a doler los nudillos y todo el brazo completo por la fuerza que estaba ejerciendo.
Ya no sabia que iba a hacer, me estaba cansando y todo en mi mente pareció decir que ese seria el final.
Hasta que Itza lo golpeo con el hierro que había agarrado del cuarto del conserje, con tanta furia que me dio miedo, todo el cuerpo del robot empezó a crujir y de él empezó a salir como confetis los pequeños cables que lo hacían movilizarse, los vi hechos pedazos. Sus ojos se oscurecieron dándonos la señal de que lo acabamos.
―¡Hay que ayudarla, se esta desangrando! ―hablo Dylan.
―¿Donde estan? ―pregunte nerviosa.
―¿Quienes?
―Angelique y Nicole.
Todos se quedaron callados, menos Veronika que no paraba de llorar. Miramos a nuestro alrededor y no había rastro de ninguna de las dos.
―¡Angelique! ―grite.
―¡Nicole! ―me siguió Joe.
No hubo respuesta.
―Debes salir de una cosa primero, ahora mismo centrémonos en Veronika ―dijo Itza.
―¿Y que pasa si ya las mataron? ―dije, pero a ella pareció no importarle.
―Créeme, no lo han hecho.
―¿Como estas segura? ―intervino Dylan.
―No van a poder matar a tres personas al mismo tiempo.
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𝑬𝑳 𝑨𝑺𝑬𝑺𝑰𝑵𝑶 𝑫𝑬 𝑭𝑶𝑹𝑫𝑨𝑳𝑬 ©
Misterio / Suspenso¿𝒬𝓊𝒾ℯ𝓃 𝓂ℴ𝓇𝒾𝓇𝒶 ℯ𝓈𝓉𝒶 𝓋ℯ𝓏? Era la pregunta que se hacía Lia luego de haber empezado uno de los juegos más terroríficos de su vida. Escapar de su colegio sin ser asesinada... En Fordale, el Halloween es la mejor celebración del año, las...