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La mente de Yeonjun comenzaba a pensar demasiadas cosas y simplemente quería encontrar la calma en pensar que muy probablemente Soobin jamás le haría caso. Pero como lo dijo Heeseung, Beomgyu no era para nada feo así que si se lo disponía, podía tener a Soobin de la manera que el quisiera. Y eso hacía que sintiera unos celos inexplicables. Porque ese debería de ser el, el debería de ser por quién Beomgyu se esfuerza en quitarse la pena.

Transcuyeron las horas y la fiesta estaba cada vez mejor para Beomgyu el cual se empezaba a marear por el efecto del alcohol. Pero aún no estaba borracho así que sabía completamente lo que hacía y con quién estaba.
Entre el baile, el alcohol y toda la diversión que jamás había experimentado, una cosa llevo a la otra y ahora se encontraba en la mesa de la cocina con Soobin casi encima de el mientras lo besaba con una desesperación que lo único que causaba era que Beomgyu lo deseaba cada vez más.
Las respiraciones de ambos cada vez se aceleraban más y entre beso y beso, Soobin metía sus manos por debajo de la ropa del contrario. La sensación fría de estás hacía que Beomgyu soltara ciertos jadeos apenas perceptibles.
Soobin ya había quitado su playera mientras que ahora el más bajo se encontraba bajándole el cierre del pantalón pero justo antes de que lo bueno comenzará, alguien abrió la puerta casi a patadas provocando que ambos dieran un brinco.
Era Yeonjun el cual se encontraba notablemente furioso.
- Lárgate de mi casa ahora mismo Soobin -

Quería tomarlo del cuello y apretarlo tan fuerte que sus huesos se rompieran y se ahogara ahí mismo. Pero no podía, o al menos no antes de tener a Beomgyu y eso hacía que se enojara aún más

Beomgyu se quedó congelado cuando Yeonjun se acercó y tomo la playera de Soobin y se la lanzó a este mismo para después empujarlo hacia la salida y al cerrarle la puerta en la cara, volver a dónde Beomgyu.

- ¡¿Qué te pasa?! -

Beomgyu lo miró y entonces se armó de valor y contestó

- ¡¡¿Qué mierda te pasa a ti?!! -

Yeonjun apretó sus puños tratando de contener las ganas que tenía de gritarle que solo era suyo y no podía permitir que nadie más le pusiera un solo dedo encima.

- ¡Es mi casa, Choi. Ésto no es un motel donde puedes coger con quién quieras dónde quieras! -

El pelinegro simplemente se limitó a negar con la cabeza y salir de la cocina y tomar sus cosas para después abrir la puerta de salida y comenzar a caminar entre la oscuridad hacia su casa con la esperanza de encontrarse a Soobin. Pero eso no pasó.

- ¡HEY! ¡Choi! -

Dijo Heeseung mientras corría tratando de alcanzar a Beomgyu

- ¡¿Qué pasó?! -

Dijo alarmado en cuanto logró alcanzarlo y lo tomó del hombro

- Ese tipo es un idiota, solamente vámonos y ya -

Heeseung estaba demasiado confundido pero no quiso preguntar más, no hasta llegar a casa.
En cuanto llegaron, Beomgyu lanzó su mochila a uno de los sillones y subió a su cuarto.
No quería saber nada, ni siquiera tenía el valor de mandarle algún mensaje a Soobin porque se moría de la vergüenza. Ahora seguramente Yeonjun le contaría a todo mundo y no lo bajarían de prostituto.
Soltó un suspiro pesado y se recostó sobre la cama en la cual unos 10 minutos después se quedó completamente dormido hasta que un golpe en la ventana lo interrumpió y se despertó algo asustado, aunque después pensó que probablemente era Soobin y venía a terminar lo de hace rato, pero su ilusión se terminó cuando prendió la luz de su celular y al mirar hacia la ventana era Yeonjun.

- Vete de aquí, puto loco -

Dijo firme y entonces se volvió a acostar, pero Yeonjun empezó a tocar la ventana más fuerte y no quería que Heeseung se despertará si es que ya estaba dormido, así que no le quedó más remedio que abrirle

- ¿Qué mierda quieres? No te quiero ver, no tienes siquiera algo que hacer en mi casa -

Yeonjun suspiró y entró a la habitación por la ventana para después sentarse sobre la cama.

- Siento lo que pasó hace rato, de verdad lo siento y por eso es que vine hasta acá pero nadie me abrió la puerta -

Tenía la mirada baja y se agarraba las manos con fuerza. De verdad estaba avergonzado.

Beomgyu se quedó en silencio y negó con la cabeza desde una de las esquinas de la habitación.

- No tenías porque tratarnos así -

¿Por qué demonios Beomgyu lo defendía?
Sentía un enojó inexplicable cada que escuchaba como hablaba de él y encima lo defendía.
Hacía todo lo posible para controlarse pero llegó un punto en el que simplemente no podía, no se resistía, no se podía quedar así y callarse la boca.

- Lo hago porque quiero que seas mío Beomgyu, todo lo que hago lo hago por ti y no puedo permitir que alguien más se atreva a tocarte antes que yo -

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