El escepticismo de nuestro amor.

Capitulo 7 Amistades

Ya casi se llegaba el día de la fiesta de cumpleaños sorpresa de Sakura y para la rubia oji azul, quien era la organizadora principal, la cosa no pintaba para nada bien. La pelirosa llego sumamente molesta alegando que el hokage le había asignado la misión de vigilar a Sasuke Uchiha y el problema verdadero no era que se tratara de él, sino que eso significaba tener que ver de muy cerca su relación con aquella muchacha de cabellos lilas. El orgullo de mujer estaba siendo pisoteado.

La pelirosa tomo asiento en uno de los banquillos dentro de la florería Yamanaka y sin decir más guardo completo silencio tratando de pensar sobre como haría para acercarse a su ex compañero sin tener que darle de golpes a sus emociones nuevamente. Un millar de pensamientos entraron y salieron por su cabeza, analizo todos aquellos escenarios imaginativos del cómo pudiera actuar, pero ninguno le convencía, no obstante, después de varios minutos, llego a uno que parecía ser una buena idea.

—¿Qué tanto supones Sakura?, me das miedo, llevas ahí ida como por 20 minutos— Replicaba Ino con un ramo de flores en una mano y con la otra unas tijeras—... llevo hablándote y no me respondes. 

—Perdóname Ino, es solo que estaba pensando sobre la misión que me asigno Kakashi-sensei, pero ya se me hizo tarde, tengo mucho trabajo en el hospital, te veo después. 

—¿Vas a estar bien?, sabes que cualquier cosa puedes buscarme

—Voy a estar bien cerda, créeme que muy bien.

Sakura sonrió muy tranquila, extrañando a su amiga, puesto que hace apenas unos minutos llego con quejas y ahora se iba como si nada estuviese pasando.

La pelirosa dejo a un lado por unos minutos sus compromisos de médico para arribar a la casa de los Uzumakis. Necesitaba hablar con aquella mujer de cabellos lilas y así iniciar con la misión que Kakashi-sensei le había encargado.

No obstante, cuando llego a la casa de los Uzumakis, la oji perla le dio la noticia de que Satsuki no se encontraba desde muy temprano y no tenía idea alguna sobre en que lugar pudiera estar, cosa que termino por irritar más a la pelirosa. Se despidió de su amiga y cabizbaja se alejó del sitio.

"¿En qué sitio podría estar aquella mujer?", se cuestionaba cada dos segundos, y lo hacía solo para impedir el siguiente cuestionamiento sobre si estaba con el Uchiha o no. Agradecía ser en esos momentos una ninja médico con aires de psicóloga, porque de lo contrario ya se hubiera convertido en un mar de ansiedad con pensamientos intrusivos. 

Cuando doblo hacia la derecha en dirección del hospital psiquiátrico, pudo ver la silueta de cabellos lilas que tanto buscaba; se despejó la mente y de un brinco casi corrió hacía ella.

—Hola Satsuki, ¿Cómo estás?, te estaba buscando.

—Hola sakura-san, ¿Me buscabas?, me sentía un poco aburrida en la casa de Naruto e Hinata y decidí mejor acompañar a mi amor en algunas tareas que tenía por hacer, pero ya termino y por ello iba de vuelta.

Al escuchar el apodo "mi amor", una inner sakura salió disparada reclamando irritabilidad.

—¿En serio?, me imagino que Sasuke ha de estar muy ocupado ahorita, imagínate irte durante dos años, seguro que dejo muchos pendientes.

Sakura ignoro por completo a su inner y prosiguió con su intención principal hacia la chica. 

—Si, así es, pero dime ¿Para qué soy buena?

—Verás, estuve pensando precisamente que Sasuke estaría muy ocupado y que probablemente tú te aburrirías aquí, es decir, konoha es una aldea completamente distinta a la tuya, y recordé que dijiste que te interesaban los temas médicos, así que se me ocurrió que podrías hacerme compañía en mi trabajo, de esa forma no estás sola y puedes aprender algo.