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La rato Juan decidió ir a comprar comida para la cena dejando a Spreen solo, mala decisión...

Este aprovechó y exploró el santuario hasta que encontró botellas de vino y varios licores y decidió por beber un poco de vino hasta que después de una media hora ya se había bebido tres tipos de licores y una botella de vino entera.

Al rato escuchó como la puerta era tocada felizmente fue a abrir viendo a su hermano Farfa.

S-fArfa! Te ecHe dE menOs!!—dijo para después abrazarlo—

J-Que dices pendejo, yo me llamo  Juan.

S-heRmANo! CrEi q HabIaS mUerTO coN lOs demAS!

En ese momento empezó a llorar mientras abrazaba a Juan quien estaba flipando, con cuidado dejó las bolsas en el suelo y abrazó a Spreen dándole palmadas en la espalda.

J-Ya tranquilízate, vamos a dormir...

Juan ayudó a Spreen para llevarlo a la cama, pero antes de irse escuchó un sonido, como si un cachorro estuviera llorando, cuando se giró vio a Spreen arañándose la cara mientras lloraba como cachorro, rápidamente fue a su lado y le rascó las orejas con suavidad para que este se tranquilice y viendo cómo toda su cara estaba arañada por sus garras.

Al ver q ya se había tranquilizado apago la luz y le fue a la cocina para hacer la cena.

Después de hacer la cena cogió una ración dejando la otra en la mesa y se sentó en el sofá para cenar mientras veía la tele.

Le sorprendía que el alcohol pusiera así a las personas q ni en sueños te las imaginabas llorando o riendo.

Después de cenar dejo el plato en el lavavajillas y se puso a ver la tele para después dirigirse a la habitación.

Al entrar vio al peli-negro durmiendo en su cama pacíficamente. Con cuidado le apartó y se tumbó a su lado siendo abrazado de nuevo por el contrario.

Juan solo le devolvió el abrazo y así se quedaron los dos durmiendo tranquilamente.

[...]

Al día siguiente Spreen fue el primero en despertar con un dolor de cabeza muy fuerte, al abrir los ojos vio q estaba cara a cara con Juan.

En ese momento se asustó dando un salto y al instante cayendo de la cama haciéndose mucho daño en la costillas y soltando un quejido que despertó a Juan.

J-Hay pendejo me asustaste.

S-Gracias por preocuparte.—dijo para soltar un quejido—la costilla bld...

J-Ven q te ayudo a levantarte.

Después de q Juan le ayudara a levantarse le dejó tumbado en la cama para ver cómo iba la costilla, se notaba q estaba rota así q con la mayor intención de ayudar cogió unas vendas y se las empezó a poner recibiendo quejidos de parte del contrario por el dolor.

Al terminar le dijo q esperara ahí que le iba a traer el desayuno, en contrario dijo q no tenía hambre q no hacía falta, pero Juan aún así le dijo q le iba a traer el desayuno ya que debía comer.

Después de comer sin ganas Juan le desinfecto y curó los arañazos q se izo por la noche q tenía por la cara.

S-Gracias...

J-No puedes seguir tomando, te va ha hacer mal.

S-Lo siento...

J-Por cierto, quien es Farfa?

S-...Como sabes de el..?

J-Ayer cuando llegue y estabas más que tomado me abrazaste y me dijiste que me llamaba Farfa.

S-N-No es na-die...

J-Bueno si no quieres contármelo no me lo cuentes, no hace falta.

S-Gracias...

J-Venga vamos ha hacer algo! Hay q hacer cosas divertidas.

S-Y q planeas hacer?

J-Podemos... Ya se!! Podemos dar una vuelta por el pueblo! Tú todavía no lo conoces bien, no?

S-No.

J-Venga vamos!

Juan le agarro la mano y le izo un tour por los dos pueblo mostrándole lugares muy bonitos y especiales para Juan.

Al terminar Juan llevó a su casa a Spreen y q al día siguiente le visitaría para verle la costilla y también para revisar q no hubiera tomado.

[...]

Al día siguiente Juan se despertó y después de desayunar salió del santuario para ir a visits at a Spreen, pero de camino se topó con Ari la cual parecía ir a la misma dirección.

A-Hola Juanito, a dónde vas?

J-Nada a ver a Spreen, y tu?

A-Voy a ir a la pollería q an abierto hoy, te vienes?

J-Okk!

Los dos fueron platicando mientras se dirigían al restaurante.

Al llegar los dos entraron y Juan se sorprendió al ver a Spreen llenado a la cocina, le dijo a Ari que pida lo q quiera que el ya iría, rápidamente fue hacia el y le tocó el hombro haciendo q este se gire.

J-Hola!! Pensaba q estarías en casa.

S-A no, esq eh abierto este restaurante y no se cuida solo, además así me distraigo de lo q a estado pasando.

J-Esté local es tuyo?! Wow esta padre, espero me invites como agradecimiento.

S-No te preocupes bld.

J-No has tomado, no?

S-Un poco la verdad, tengo un poco de resaca pero bueno.

J-Te dije q no tomarás, te vas a volver alcohólico—se quejo en susurro—

S-Lo siento bld, pero no se como olvidarme de eso sin tomar, al menos no e bebido TANTO como otras veces.

J-Bueno, lo dejaré pasar.

S-Dale, lo que quieras para comer pídeselo al de la barra, es Mariana.

J-Vale!

S-Cualquier cosa estoy en la oficina.

Juan pido lo q quería y se sentó con Ari empezando a hablar de cómo les iba la vida etc, cuando terminaron de comer Ari se fue y Juan subió a la oficina.

Mientras subía sintió un olor a cigarro muy intenso, ahí se enfadó ya que eso estaba mal, antes de entrar se asumo un poco por la puerta viendo a este abriendo unas pastillas.

Rápidamente fue hacia el y le arrebató el paquete, para después leer lo q ponía, y le dejó perplejo al leer que ponía "antidepresivos"

J-Que..?

S-Me lo diagnosticaron esta mañana...

J-Lo siento... pensaba que eran drogas.

S-No pasa nada, para q venías?

J-Nada, solo para verte

S-Bueno, yo tengo q seguir con el trabajo, si no te importa...

J-No no me molesta ya me voy, y no te drogues por favor.

S-No lo haré.

Juan salió de la oficina y se fue a su santuario para dormir y esperar al día siguiente.

SPRUANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora