Entre los abismos de la oscuridad emergen las cadenas de la desesperación por escapar de aquél internado sombrío y lleno de secretos.
¿Eres tan valiente para luchar contra la oscuridad?
¿Dejarás sumergirte o escaparás para salvarte?
¿Eres capaz de m...
“Una grieta no siempre es una debilidad, la vida se acumula en las grietas.”
- Hannibal Lecter
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Jaina
Abrí los ojos con pesar y apoyándome de mis brazos alcancé a sentarme, el ambiente es pesado y asfixiante, el humo y llamas rodean el lugar con rapidez.
Aparté las sillas que me cubrían, todo es confuso, este lugar presenció una pelea debido a que manchas de sangre están presentes por todo el lugar.
A paso lento caminé hasta encontrar un cuerpo femenino, es el cadáver de hermana Nadia, misma que me cuidó con mucho esmero.
¿Lo hizo él?
No me detuve por más tiempo y salí del lugar, no hay ruido de voces pidiendo auxilio, sólo está presente el fuego.
El edificio quedó sin electricidad y a cada minuto se consumía más por las llamas, levanté la vista y vi su silueta, formé una sonrisa al saber que aún está con vida, corrí a su encuentro extendiendo los brazos, a centímetros de tocarlo me empujó contra la pared.
Al final del pasillo estaba Naron.
El sonido de un disparo resonó en un aterrador eco.
Lo miré aterrada mientras que él permaneció inmóvil, se llevó la mano al pecho tocando con cuidado la zona.
—Naron, ¿¡por qué!? —digo al colocarme frente a Ragen como escudo.
—Quítate.
—No lo haré. ¿Por qué haces esto?
—¿Por qué lo proteges?, es un asesino y merece morir, como agente privado es mi trabajo acabar con él.
—¿Qué?
El rompecabezas se armó.
Buscó acercarse para llegar a Ragen.
¿Cuándo entró en acción?
Debí darme cuenta.
—Jaina, no eres más que un estorbo para él, ven conmigo y prometo darte una vida normal —ofreció un mano libre esperando que me acerque y la tome.
—No planeabas ser el reemplazo temporal de Ragen, planeas matarlo, ¿quién dio la orden?
Naron reafirmó el agarre en la pistola, no puedo cubrir todo el cuerpo de Ragen debido a su altura, mi cabeza a penas cubre su corazón.
Debo idear un plan para salvarlo.
—Apártate de esa bestia, no quiero lastimarte.
—Estoy dispuesta a sacrificarme —dije con firmeza y seguridad en cada palabra.
—Yo también estoy dispuesto a sacrificarme por ti, pero él jamás será capaz de eso —claro que no, alguien como Ragen no daría su vida por mi pero existe una mínima posibilidad de acabar con el mundo por una persona.
