4° ¿Que deberíamos hacer?

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Tras pasar un rato, Bakugo seguía en su habitación estudiando,tratando de no distraerse pensando en lo que había dicho el peliverde pero, ¿Como no podía pensar en aquel suceso que Deku afirmaba con todo su ser?
   Era tan difícil olvidar lo que había dicho ¿quizá lo allá confundido con alguien más? Pero, aunque fuera así, la situación no era nada favorecedora para ninguno de los dos en especial para Midoriya.

«¿Porque... Porque pensaste en eso? Deku...»  veía el techo de su cuarto, se levantó y se aventó en su cama, sin aún saber que hacer en esta situación, golpeaba sus sábanas con enojo tratando de olvidarlo. «Debo... Debo, ¡m1erd@!» Bakugo seguía frustrado solo golpeaba y golpeaba cosas que no fueran de gran importancia o fueran casi irrompibles a solo puñetazos.
   Después de unos minutos los puños de Bakugo ardían, lo único bueno esque no abría gran daño pero eso pareció molestarlo más.

{...}

Deku estaba algo incomodo pero era lo único que tenía por el momento no tenía a nadie más en quien confiar  o siquiera hablar... Los minutos pasaban y solo miraba el techo pensando, pensando en lo que haría el, en lo que harían Kachaan respecto a esto. «¿Porque todo es tan confuso?... ¿Que hize para merecer estás torturas? Mi madre no se merece nada de esto...»
Pensaba recostandose sobre la cama de invitados aún sintiéndose aún confundido y sin saber que hacer.

«Quiza... Debería disculparme con Kachaan por pensar en eso... Pero, si en realidad no me equivoco? Que será de mi entonces?» sacudía su cabeza tratando de olvidarlo.

Los minutos, las horas, pasaron tan rápido que ninguno de los dos se había percatado de lo tarde que era.

{...}

Y Bakugo salió de su habitación llendo a buscar a Midoriya. «¿¡Porque estoy llendo a buscar a ese idiota?! Que... ¿Que está pasando hoy? O que es lo que ¡¿Sucede está semana y que me sucede a mi?!» De igual manera lo fue a buscar.

Midoriya escuchó un ruido fuera de la habitación y salió a buscarlo cuando se encontró a Bakugo que estaba apunto de tocar.

—¿Kachaan?... ¿Que, que haces aquí?— miraba al suelo para no verle la cara

—tch! ¿Como que, que hago aquí? Esta es mi casa y puedo entrar a dónde yo quiera— respondió con un tono de burla y arrogancia—Pero... ¡Ten toma esto!—

Bakugo le había entregado una bolsa de comida que se veía muy deliciosa y Midoriya la resivio algo agradeció desde hace un día que no comía nada, el la resivio le dio una sonrisa a Bakugo y se volteo a la habitación para dejar la comida que le habían traído.

—Oye!... No dejes que nada se pudra ¿Entendido?— al decir esto la cara de Bakugo parecía haberse relajado poco pero no tardó a tener el mismo gesto de siempre.

—S-si! No dejaré que el cuarto se apeste— sonrió de oreja a oreja pero no era más que otra sonrisa vacía en su vida.

—Si... ¡Cometela toda más tarde vendré por ella!— con eso el rubio se alejo y cerro la puerta para volver a su habitación a estudiar.

«¿Que demonios?! Acaso me estoy volviendo blando!? No, no, imposible nunca mostraria alguna otra emoción además del enojo está será la última vez que pienso en algo así!» pensaba Bakugo ya en su cuarto, estaba un poco avergonzado ¿Porque? Realmente no lo se, ni siquiera el lo sabe.

"Mi viejo amigo"|| BkdkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora