12° "No... No!"

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-Mierda, mierda...

La respiración agitada del rubio era terrible, no había parado de correr, no después de que le policía no le halla brindado ayuda.

-Dios... ¡¿A dónde te fuiste Izuku?!
Estaba a ya tres calles de su casa pensando que el peliverde habría vuelto a casa... Continúo corriendo hasta llegar a un parque, camino por un momento con la respiración agitada, tomo aire y trato de calmarse, pero ¿Cómo hacerlo si Midoriya había desaparecido de esa manera tan extraña...

{...}

8:10


—Esta, está bien... Estoy seguro de que el está bien...

Tocó su cara molesto, aún tratando de tomar aire, parecía estar a punto de desmayarse.
Seguía aguitado, no sabía en qué pensar o ya que hacer, ¿Debería seguir buscándolo por su cuenta?, ¿O debería pedir ayuda?

Al final, se rindió y se echó sobre el pasto recién regado, respiró hondo, miro al cielo y apretó sus puños. Ahora estaba más que decidido, pensaría mejor sus siguientes movimientos.

—Bien... Tengo, tengo que hallarlo... — habló levantándose y de nuevo comenzó a correr lo más que pudo sin detenerse, fue en un callejón en el que se paró. Era grande y al fondo había una puerta, el rubio suspiro molesto y tratando de mantener la calma se acercó... 

Miró de arriba a abajo, tomó aire y comenzó a caminar dentro de el, siguió hasta el final. Había un gran portón color morado oscuro, y con dificultad toco, estaba sudando, parecía bastante nervioso aunque aun pensaba en Izuku, en donde estaría o que haría, si estaba bien o... Solo se fue...

{...}

-Oye, esto es... Diablos...- Izuku no dejaba de temblar, sentía que en cualquier momento podría morir o nunca volver a ver la luz. 

-Solo camina.- Habló sin mas, el rubio que aun estaba detras de el.

La mirada del rubio se sentía como si quisiera quemar su cabeza, cada paso que daba era como si caminara hacia la muerte o simplemente estuviera caminando a ciegas. No tenía ni idea de a dónde iba o si viviría después de esto...

—Da la vuelta aquí.

—Ahora por aquí...

El rubio daba ordenes sin apartar el cuchillo, lo mantenía cerca de la espalda del pecoso que seguía y seguía temblando. «¿Que diablos puedo hacer ahora?... Carajo» estaba a nada de llorar Pero aguantó lo suficiente o al menos eso pensó hasta que paso por un portón detrás de varias casas.

—¿P-pero que? — el seguiro tratando de alejarse. —Tch...— su cuerpo se detuvo, una mano... Una extraña mano tocaba su brazo, el miedo lo dejaba inmóvil, aún quería llorar.

—No tienes porque asustarte... Relájate.

Era una voz... Una voz gruesa... Una voz, intimidante, era increíblemente grave. Izuku ahora estaba más asustado.
El peliverde no dijo nada más, se quedó en silencio mirando el gran portón cerrarse, sentía como su libertad desaparecía, todo rastro de luz natural desaparecía todo... Todo era oscuro y, enserio no tenía ni idea de que hacer.

—¿Relajarme...? — aún inmóvil, sin ver a nadie a la cara, Izuku trataba de ser valiente, por lo menos ahora. —¿C-como podría hacer eso?

Las palabras de Izuku eran torpes y temblorosas y en parte era gracioso para el hombre de voz gruesa.

—Solo siéntate. —
La luz apareció en una esquina, alumbraba una pequeña silla de madera, parecía vieja y probablemente no duraría un día más. —¿Que esperas?, ve a sentarte. — sintió un empujón en su espalda, no tuvo más opción, se sentó en la silla.

"Mi viejo amigo"|| BkdkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora