El luchador y la pelirroja, dos mundos opuestos

Capítulo 9: Masacre

Eran las diez de la mañana del sábado, un día bastante soleado y alegre. Los habitantes de Magnolia ese día descansaban. Pasaban tiempo con sus familias, salían a pasear, iban de fiesta, entre otras actividades para entretenerse. En las calles se veía a niños comiendo helado, amigos riendo juntos o parejas caminando tomadas de la mano. Fue un día tranquilo y agradable para todos.

Pero ese día, los barrios ricos de la ciudad verían su paz interrumpida. Cuarenta vehículos llegaron al lugar, entre camionetas y camiones de color negro. Algunos de ellos se estacionaron frente a la mansión Belserion, pero muchos otros lo hicieron en las calles a los alrededores. De los vehiculos bajaron más de doscientos magos, vestidos con uniformes negros que llamaron la atención de las personas que caminaban por la zona. De la nada, cientos de enmascarados habían aparecido en las calles de todo el barrio.

— Ya llegaron. — Avisó Ur mirando por la ventana — ¿Que hacemos?

Gray miró también por la ventana — Por ahora, esperemos. No nos moveremos hasta que ellos lo hagan. — Sugirió.

Natsu se apoyó por la ventana, poniendo sus manos sobre el marco e inclinándose para ver más detalladamente la escena. Detrás de él estaba Gildarts, quien veía todo con el ceño fruncido — Tengo un mal presentimiento sobre esto.

El pelirrosa tragó saliva preocupado — Yo también...

Lentamente la actividad en la calle disminuyó. Las personas pararon de andar, los que estaban dentro de sus casas se asomaron a las ventanas para ver que estaba ocurriendo. La presencia de los enmascarados era algo verdaderamente extraño, más aún en el barrio más rico de la ciudad. Por su parte, los magos no hicieron nada. No se movieron ni atacaron, tan solo observaron cuidadosamente su entorno y los alrededores. Los magos que se habían estacionado justo frente a la mansión Belserion eran los más precavidos, ya que observaban cada parte del edificio para destrozarlo y asesinar a las mujeres que creían estaban allí adentro. Aunque había otros cuantos que tenían intenciones más oscuras con las pelirrojas. Pero aún así, nadie hizo nada, a la espera de las órdenes.

Y las órdenes llegaron — Comiencen con la limpieza — Mandó Acnologia a través de sus dispositivos de comunicación.

De inmediato, los magos del rey asintieron con la cabeza. Todos extendieron sus manos a los edificios y personas a los alrededores. Empezaron a disparar sin piedad esferas de magia oscura, masacrando a decenas de civiles. Las personas comenzaron a correr despavoridas, abandonando sus pertenencias para huir del lugar. Pero fue inutil, casi todos fueron alcanzados por los despiadados hechizos de los magos del submundo. Las estructuras y casas también sufrieron graves daños. Muchas de ellas fueron destruidas, reducidas a escombros que aplastaron a incontables personas. Los heridos y muertos se acumularon en el lugar en cuestión de segundos.

Los magos frente a la mansión Belserion hicieron una hilera, apuntaron a la mansión y comenzaron a disparar esferas de magia oscura que provocaron graves daños a la casa. De inmediato los magos dentro de la casa tuvieron que apartarse de las ventanas para cubrirse.

Afuera, un hombre salió con un megáfono — ¡Erza Belserion! ¡Irene Belserion! ¡Salgan de su casa de inmediato si no quieren tener una muerte lenta y dolorosa!

Natsu se enfureció al escuchar aquello — ¡Tenemos que salir a luchar! — Gritó a sus demás compañeros.

— Natsu tiene razón. Están masacrando a cientos de personas y eventualmente van a destrozar este lugar — Lo apoyó Gray.

— Vale, pero necesitamos un plan de ataque. No podemos simplemente salir allí afuera a matar a todos. — Sugirió Ur.

— Bien. Yo y Natsu saldremos por la puerta trasera de la mansión. Nosotros atacaremos a los magos que están destruyendo el barrio. Gray, Ur, ustedes van a quedarse para matar a los magos que están atacando la mansión. ¿Entendido? — Ordenó Gildarts con tono autoritario.