Capítulo 17: Contraataque

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 — ¡Ya rindete, Natsu! — Gritó Jellal mientras volaba alrededor de Natsu, golpeando y pateando al chico con fuerza ocasionalmente. Por su parte, el chico apenas podía bloquear y resistir los ataques de su rival. — ¡Todo esto es inutil!

Pero el pelirrosa no flaqueó y siguió peleando — ¡Me da igual!

Jellal, enojado, le disparó esferas de luz que Natsu contrastó con esferas de fuego. Después Natsu tragó aire y exhaló una potente llamarada de fuego hacia su oponente, pero este último se limitó a volar a toda velocidad para evadirla y después volver a darle una patada a Natsu. Jellal era demasiado rápido y Natsu demasiado resistente, ninguno de los dos podía vencer al otro.

A lo lejos, Erza veía toda la pelea angustiada — Natsu... — Pensaba ella muy preocupada por él — No puedo simplemente irme y abandonarte. No importa cuanto me lo pidas... Lo siento, pero voy a interferir.

Erza se paró detrás de una tienda para que no la vieran. Entonces invocó su magia para equiparse con la Armadura de la Rueda del Cielo. Ella salió al camino, viendo de lejos la batalla entre los dos magos. Ahí, re-equipó cerca de veinte espadas, las cuales flotaban sobre ella. Las lanzó todas en dirección de Jellal, tomándolo por sorpresa. Las espadas le dañaron gravemente, provocando cortes en la piel, en las extremidades y hasta en un ojo. Jellal gritó de dolor, tanto que se cayó al suelo.

Natsu quedó desconcertado y se giró a ver los alrededores para verificar qué había pasado. Cuando vio a Erza al fondo, quedó desconcertado — ¿Erza? ¿Qué haces aquí?

— ¡Vine a ayudarte! — Exclamó ella, a lo que él chico la miró aún más preocupado.

Por otro lado, Jellal se levantó del suelo, tapando su ojo sangrante con una de sus manos. Se preparó para seguir peleando, pero cuando ya estaba de pie una estaca de hielo le atravesó el pecho. Herido de muerte, Jellal cayó de espaldas al suelo, mirando la oscuridad de la noche mientras su vida se esfumaba.

Sorprendido de aquello, Natsu miró a los alrededores, notando que Gray se aproximaba a lo lejos. Aquello tranquilizó al chico, pero pronto su expresión pasó a una de gran confusión cuando vio que Gray se acercaba a ellos junto a la maestra Cana, la cual tenía unas cartas en su mano.

— ¡Natsu! — Gritó Gray acercándose — ¡Erza! ¿Están bien?

— ¡Si, estamos bien! — Respondió Erza. Ella con su magia se volvió a equipar con su ropa normal y se paró junto a Natsu. El ambiente era algo incómodo entre ambos, pues a él le molestaba que ella no le hubiera hecho caso, pero por otro lado, le asombraba el progreso que había hecho con su magia.

Por otro lado, Gray y Cana se acercaron hasta plantarse frente a ellos. Natsu tomó la palabra primero — ¿Maestra Cana? ¿Que hace usted aquí?

— Ella es la hija de Gildarts. — Le explicó Gray, dejando a Natsu y Erza en shock — Es una maga y está de nuestro lado.

— ¿Es eso cierto? — preguntó Natsu desconcertado mientras miraba a la que antes consideraba su maestra.

Cana se limitó a asentir con la cabeza y responder — Es cierto. No me comuniqué con ustedes para no levantar sospechas.

— ¿Y sabía acerca de Jellal y Ultear? — Preguntó el chico pelirrosa.

— Yo también sentí la mirada asesina que le lanzaron a Erza el día en el que llegaron al salón — Confirmó Cana — Se lo comenté a mi padre, él dijo que me mantuviera atenta. Por eso apenas vi las explosiones fui a apoyar a Gray.

Natsu apenas pudo asimilar toda esa información — Ok... ok... Pero, ¿qué hay de Ultear?

— Ya está inconsciente y atada. — Le dijo Gray — La dejaremos allí para que cuando la policía llegue se la lleven. Quien sabe, podría darles información que incrimine a Acnologia o algo que nos beneficie.

El luchador y la pelirroja, dos mundos opuestosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora