Cuando un lindo programa de televisión educativo preescolar es invadido por una corrupción desconocida o un glitch, su personaje principal Pibby tiene que escapar a diferentes programas animados mientras la misteriosa entidad transforma a los person...
Después de tanto tiempo habíamos encontrado comida, no recordaba la última vez que comimos.
-¡Darwin esto es increíble, no puedo creer que haya un montón de postres en tan buen estado! -dijo Pinkie metiéndose un todo un pastel de merengue en la boca.
-¡Y yo no puedo creer que hay un montón de bebidas, me estaba muriendo de sed! -Exclame, bebiendo un montón de gaseosas al mismo tiempo.
Tuvimos un festín, aunque tuvimos cuidado de no comer todo, y guardar un poco.
-Por Celestia, nunca había comido tan bien en años -expresó risueña Pinkie, mientras estábamos tirados en el suelo de la cocina.
Nos habíamos quedado sin comida desde hace dos días, y por fin encontramos un universo que si tenía comida, nos había costado.
-¿Qué es ese ruido? -unos pasos que venían del segundo piso de la casa, nos alertó y nos pusimos en guardia, al menos pinkie lo estaba, mientras yo me escondía detrás de ella.
-¿No crees que...?
-Si llegan a ser, toma toda la comida que puedas y ponla en mi alforja. -obedecí y metí todo lo que pude, frituras. Refrescos, algunos postres y comida para cocinar.
Pinkie Pai se había tomado un bate de béisbol, y se escondió detrás del mostrador de la cocina. Yo hice lo mismo y cuando vimos bajar a dos personas, salimos del escondite y gritamos, antes de poder atacar.
Sin embargo nos detuvimos y ellos también, cuando nos vimos.
-¿Qué rayos? -dijo una chica de pelo claro y con un mechón turquesa, que tenía un hacha.
-Creíamos que estaban infectados -Dije aún detrás de Pinkie.
-¿Qué hacen ustedes aquí y quiénes son? - dijo una niña pequeña de la que recién nos habíamos dado cuenta, y poseía un destornillador.
-¿De qué están hablando? Esta es nuestra casa, y...¡¿Se comieron nuestra comida?! -Dijo el chico que tenía tres ojos y una piel un tanto morada, al ver el desastre que habíamos hecho.
-Bueno, nosotros solo buscábamos comer, no lo hemos hecho en días - intente aclarar las cosas.
El grupo de personas con el que nos habíamos topado, era extraño y a mi me causaba un poco de gracia por alguna razón.
Una chica común y corriente, un chico que parecía un demonio y una niña oveja que tenía un vestido rosa.
-Pero aún no respondieron mi pregunta. ¿Quiénes son ustedes? -La niña de oveja nos apuntaba con el destornillador y nosotros la miramos sin tomarnos lo en serio.
-Mi nombre es Pinkie Pai.
-Y yo soy Darwin Watterson. *Que agradable bienvenida*-la niña los miraba con los ojos entrecerrados, mientras nosotros la mirábamos serios.
-Ya déjalos Suzy, y deja ese destornillador, te podrías lastimar -Dijo la chica, quitándole el destornillador por atrás.
-¿Ah? devuelvemelo Jackie -Dijo Suzy mientras intentaba saltar, para arrebatarle el destornillador.
Yo, junto a Pinkie nos reíamos de la situación, tapándonos la boca, para contener la risa.
-¡¿Y ustedes de qué se están riendo?! -giro la oveja en nuestra dirección, enfadada.
-Perdón pero... -Pinkie se echó a reír.
-Es solo que... eres como una niña que intenta ser un delincuente que pertenece a la mafia -me incliné hacia ella. Su cara mostraba más enfado después de mi comentario, mientras que el chico demonio también intentaba contener la risa.
-Podré ser una niña, pero eso no significa que no pueda infringir daño -se acercó a mi rostro y puso sus ojos entrecerrados antes de irse y subir las escaleras.
-No le hagan caso, ella siempre es así -el chico demonio se acercó y se puso junto a Jackie.
-Por culpa tuya Tom -Jackie cruzó los brazos y miró sería a Tom.
-Si, si lo que quieras -Pinkie y yo nos miramos y como si fuera con telepatía, estábamos de acuerdo con irnos y ni causar molestias, o eso pensaba.
-Bueno, perdón por el mal entendido, será mejor que nos vayamos -Pinkie me agarró por la mochila y me susurro al oído.
-Hey, no hay que ser groseros, tal vez podamos quedarnos un tiempo aquí. -¿Qué? No, claro que no, es lo menos que podemos hacer después de habernos comido su comida y haber invadido su casa como unos ladrones.
-¿No sería algo más generoso de nuestra parte, ayudar a limpiar el desastre que hicimos? - Ella me mostró una sonrisa enorme y yo suspiré. Supuse que era algo mejor, además viajar entre universos si que era agotador, por lo que un descanso no iría mal.
-OK... - acepté a regañadientes.
-¡Siiii! -Pinkie dio un salto y luego me dio un abrazo. -les ayudaremos a limpiará su cocina y le devolveremos toda la comida que robamos.
-¿Enserio? -Dudo Jackie.
-Si por supuesto , ¿No es así Darwin?
-Si...
-Pues en ese caso, supongo que mejor nos iremos a descansar - alegó Tom y subió las escaleras junto a Jackie.
Empezamos a limpiar la cocina, y dejar toda la comida en su lugar, era algo que no quería hacer y por lo tanto me estaba aburriendo.
Un maullido me llamó la atención mientras barría y miré hacia abajo. Un gatito blanco de ojos azules se estaba acariciando contra mis piernas y dejé barrer para prestarle toda mi atención.
-La, la, la... ¿oye no quieres que cante esa canción que siempre canto? pareces muy aburrido, se que te parece irritante, pero no sé me ocurre nada más.
...
-¿Darwin? -Como no había dado ningúna respuesta, Pinkie se había volteado a verme y me encontró acariciando al gato mientras esté ronroneaba.
-Oh... - A mucha gente le sacaría una sonrisa ver que un gato disfruta de su compañía, pero mi rostro no expresaba eso.
-¿Estás bien? - me preguntó Pinkie y luego se acercó a mí.
No respondí, aún miraba al animal sin quitar la vista de él. Ese gato solo me hacía recordar una cosa.
