Pov Boruto:
Me obligue a coger todo el aire que albergaba mis pulmones. No parecía ser ni la primera y última vez que la miraba con ese semblante decaído.
Habían sido muchísimas veces que algo la atormentaba y eso no era ageno para mí. La conocía en todas las regiones. Conocía esa mirada de angustia, de quererme decir algo y ese "algo" a veces le impedía decirlo o expresármelo.
Conocía también la necesidad de quererse lanzarse a mis brazos y quedarse allí mientras que yo le acariciase la espalda o su cabello hermoso.
No es que fuera una rutina. No. Era más bien el saber qué hacer en esos momentos que se siente extremadamente nostálgica. Había aprendido como lidiar con sus enojos y con sus días más descabellados. Tener la ventaja de ser su esposo, es que estuve acompañándola hasta en sus momentos que literalmente quería permanecer sola, y nada más mi presencia la hacía sentir mejor, o eso es lo que me dice.
Y lo creía.
Shikadai me miró y yo asentí. Luego se retiró y cerró la puerta a mis espaldas.
La miré y ella ya lo estaba haciendo. Tantos años y aún me sigue y me seguirá pareciendo la mujer más hermosa y atractiva que he visto en mi vida. Mi valiente Sarada que pasó por mucho, ahora está volviendo a tener ese miedo del maldito Jiguen. Reconozco ese dolor en su perfecto rostro.
Así que me acerqué.
-Shikadai te hizo una pregunta y no la respondiste. -sonreí.
Y ella trató de hacer lo mismo, pero solo le salió una mueca.
Sí, definitivamente estaba en sus días oscuros.
-no quería mentirle diciendo que "estoy bien", cuando en realidad no lo estoy. -soltó un suspiro. - es la cruda realidad de lo que va a pasar con él....
Con Jiguen
Fruncí un poco el ceño
-debes estar tranquila, aquí estás a salvo.
-no es eso lo que me preocupa, Boruto. -hizo ademanes con las manos y miró al suelo-nuestros hijos pueden estar en peligro también. Sabes el riesgo.
Tragué contra el ardor en la garganta
Jiguen era la menor de mis preocupaciones. Sarada sabía cosas de mi y cuándo era el mejor momento para hablar. Sin embargo, eso no contaba con el miedo a lo que pasaría. Aún había cosas para arreglar a Konoha. La paz habia reinado por un tiempo, aunque no contábamos con esa tranquilidad tan extraña. Algo estaban tramando lo que quedaba de Kara.
-hay una manera de terminar con esto, Sarada.
Ella era la única que sabía el mayor de los riesgos. Sabía a dónde se tenía que arriesgar. Sabía el costo de....
En un parpadeo la sentí rígida y pálida. Conocía el pensamiento que pasaba por su cabeza.
Se acercó caminando, o más bien a zancadas hacia a mi. La oscuridad brillante no parecía escaparse de sus hermosos ojos, a pesar de su perfección, había un sentimiento de tristeza en ellos.
-te prohíbo que lo hagas
-es la única opción que tenemos....
Ella negó con la cabeza y cuando me miró, ví asomarse en sus ojos las lágrimas que querían escaparse.
Demonios.
-¿Por qué?-preguntó en un hilo de voz-¿Por qué siempre tienes que sacrificar tu vida por mi?
Lentamente mi mano se postró en su mejilla y aparté una lágrima.
-siempre te has preguntado eso mentalmente. Pero lo curioso es que te has dignado a decírmelo. -sonreí-la verdad es que..... Eres la única que me ha dado una familia y una paz que no se compara con nada ni nadie. Ya has hecho muchas cosas por mí, déjame hacer lo mismo.
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el viaje inesperado
AléatoireTras un pequeño e inconveniente problema por parte de Boruto, él y sus amigos los llevarán hacia el futuro. Tanto para Boruto y Sarada como sus amigos, se llevarán una gran sorpresa al enterarse cómo serán sus vidas en adelante. Algo reconfortante p...