Capítulo 4

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...Cody despertó algo entumido, la espalda le dolía y algo grueso lo rodeaba, lentamente abrió los ojos y una enorme sonrisa se dibujó en su rostro, estaba sobre el piso de la sala, rodeado por los brazos de Asher, ayer había sido un día muy duro emocionalmente hablando, él se sentía una basura, solo necesitaba llorar y cuando su amigo le ofreció sus brazos, sin preguntas, sin cuestionamientos, se derrumbó, la tormenta de la noche anterior había pasado, un brillante sol iluminaba el inmaculado azul de la bóveda celeste, se habían quedado dormidos abrazados, un pequeño quejido lo hiso volver a la realidad, Asher aflojó el abrazo pero no lo soltó, se estiró un poco y abrió los ojos, al encontrarse con los suyos sonrió de oreja a oreja – buen día – dijo su amigo y le dio un beso en la frente – buen día – respondió sonriente y se dejó abrazar por el surfista...

...Asher tenía un plan, un plan maravilloso que haría muy feliz a Cody, ok, probablemente se estaba ilusionado con un chico al que dejaría de ver a final del verano, no sabía ni a que universidad iría, por lo poco que su amigo le había contado, parecía tener dinero y viva en Nueva York, tal vez estudiaría en un escuela privada o en el extranjero, pero a pesar de todo eso, era realmente fácil hablar con él, había tenido una vida amorosa algo complicada en la preparatoria, y su primer año de universidad tampoco había sido bueno, si estuvo con uno o dos chicos heterocuriosos, pero solo fueron encuentros de una noche, Asher realmente quería algo diferente, después del último encuentro, decidió dejarlo por un tiempo, era en ese momento un lindo nicho flacucho de 18 años que intentaba mantener una beca deportiva, se dedicó a los estudios y comenzó a ejercitarse, ganó musculo, se volvió aún mejor en futbol, en ese momento su vida era muy acelerada y ocupada y el romance y las citas quedaron en segundo plano, sin darse cuenta ya tenía 22 años y en un par de días cumpliría 23, vale, que aún era joven y tenía toda una vida por delante, pero quería disfrutar de esos momento fugaces, locos y románticos que uno vive en la universidad, así que... ¿por qué no vivir un verano de amor?, en todo eso pensaba mientras tenía su teléfono en la mano, intentado enviar un mensaje, fue cuando la voz de su amigo lo llamó que se dio cuenta que tenía casi diez minutos intentando enviar un texto

--¿Te pasa algo? – preguntó Cody --¿Qué? No – respondió algo dubitativo -- ¿seguro? – insistió su amigo – seguro, solo estoy pensando en el torneo, si lo gano, mi beca podría aumentar, mis padres ya no tendrían que enviarme dinero y podría centrarse en la educación de mi hermano – respondió Asher, ok, le mintió un poquito, ya que no era en eso en lo que pensaba, pero no quería arruinar la sorpresa, además lo que había dicho era verdad – eso es muy noble, así que tienes un hermano – le dijo Cody

--Sip, un hermano menor, su nombre es Amir, tiene 16 años y es un genio – le respondió, salió de la aplicación de mensaje y abrió su galería, se movió a través de unas fotos – mira es este de aquí – le dijo mostrando la fotografía de dos chicos abrazados y sonriendo, uno obviamente era él, el otro era un joven afroamericano con el cabello corto y unos palmos más bajo que Asher – es monísimo – comentó Cody con una sonrisa enorme, ambos se veían tan felices, ojala el pudiera llevarse así de bien con su propio hermano, Matt lo detestaba --¿no vas a preguntarme por qué él es afroamericano y yo no? – lo cuestionó el chico – nop -- --ok, pues eres el primero, aun así te lo contare, tanto Amir como yo somos adoptados, yo vengo de Irlanda y él de Kenia, mis padres no podían tener hijos, así que nos adoptaron – le contó Asher – mira ellos son – le mostró la foto de sus padres, su mamá era de piel marrón y exageradamente guapa, muy probablemente latina, su padre por el contrario era pelirrojo y tenía la cara salpicada de pecas, le recordaba a Cody una galleta con chispas de chocolate – son muy bien parecidos, si no me hubieras dicho que eras adoptado diría que heredaste tu belleza de tu mamá y la sonrisa de tu padre – lo elogió Cody y Asher solo sonrió y recargo su cabeza en su hombro...

...-Ok, quería darte esta sorpresa desde el día de la primera tormenta, pero bueno, los últimos tres días a diluviado, estuviste algo ocupado en tu teléfono, y cuando busque como llegar a ese lugar me dijeron que solo podíamos hacerlo en coche, así que intente rentar uno, pero no había disponibles hasta el día de hoy, así que súbete al auto y véndate los ojos – le dijo atropelladamente Asher, estaba muy nervioso por la sorpresa y hablaba muy rápido

--sabes, una vez vi una película donde el chico bonito se vendaba los ojos y terminaba en un sótano donde querían extraerle su hígado – le dijo en tono de broma su amigo – te prometo que no te llevare a un sótano para extraer tu hígado, será tu corazón tiene más valor – bromeo el otro, Cody sonrió, subió al auto y se puso la venda, el coche se encendió y comenzó a moverse con destino a lo desconocido, por alguna extraña razón Cody se sentía nervioso, como si algo estuviera por ocurrir.

Tormentas en el fin del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora