...Era entrada la noche cuando los chicos llegaron al departamento, la tormenta parecía no tener fin, pero cuando las viejas vigas del faro dejaron de rechinar los jóvenes supieron que era el momento de irse, subieron al carro y no hablaron en todo el camino, al llegar al airbnb Cody se encerró con seguro en la habitación, Asher decidió dormir esa noche en la sala.
A la mañana siguiente Cody no salió, Asher se fue a correr a la playa y ejercitarse un poco, cuando regresó su amigo seguía encerrado en la alcoba, tomó las llaves del auto y fue a devolverlo a la agencia, cuando regresó se dio cuenta que seguía encerrado, preocupado tocó la puerta y solo es escuchó un débil – por favor déjame solo, no puedo ver a nadie – Asher suspiró resignado y decidió salir del lugar, no podía hacer nada por Cody, quería ayudarlo, pero parecía que mientras más lo intentaba el chico lo alejaba más...
...Asher estaba en la playa con su tabla de Surf, debería practicar un poco, otra tormenta se había pronosticado para esa tarde, así que el oleaje estaba bastante bueno, muchos surfistas que el universitario supuso eran participantes del Aqua Tournament estaban remontando las olas, sonrió de oreja a oreja, se quitó la playera y corrió rumbo al océano.
Para Asher estar en el mar era como un sueño, todo pasaba muy rápido y de forma muy irreal, en ocasiones sentía que las corrientes marinas obedecían su voluntad, obviamente era una tontería, pero le gustaba creerlo, el océano siempre había sido su amigo, desde pequeño, recordaba una ocasión en la que había ido de vacaciones con sus padres y hermano a la playa, se divertía como nunca, su papá lo apodaba el niño del mar, decía que nunca lo veía tan feliz como cuando estaba en el agua, en esa ocasión el pequeño Asher flotaba en un salvavidas redondo con delfines, la corriente comenzaba a jalarlo mar adentro, sus padres aún no se percataban, fue hasta que alguien gritó algo sobre un niño que se dio cuenta que se alejaba de la orilla, no sintió miedo, solo pensó quiero volver y como si las olas lo escucharon comenzaron a empujarlo de vuelta a la playa, esa noche en el hotel les conto a sus progenitores lo ocurrido, su padre no le creyó, su madre le dijo "bueno pequeño, nuestra familia se remonta a Grecia, talvez tengas sangre del dios Poseidón" y aunque Asher sabía que eso no era cierto, sintió un cariño a un más grande por el mar y sus misterios, cada vez que entraba a sus aguas, sentía la penetrante mirada de Poseidón, mirándolo desde lejos, poniéndolo a prueba.
Arrojó la tabla al suelo y se recostó sobre la arena, el traje de neopreno húmedo le molestaba, así que se lo sacó, quedando solo en ropa interior, se colocó el antebrazo sobre los ojos y dejo que el tibio sol del verano lo secara.
Después de un pequeño rato de relax, se encaminó hacia los baños de la playa, usó la llave que tenía y abrió el locker rentado, sacó su ropa y comenzó a vestirse, unas chicas que pasaron por detrás rieron por lo bajo, las miro de reojo y se dio cuenta que lo veían, eran bastante monas, pero bueno, a Asher le gustaban otras cosas, rio para sus adentros y terminó de ponerse la ropa, tomó su billetera, abrió la app de taxis y pidió uno hacia su residencia, la practica había sido agotadora y lo último que quería era caminar, sobre todo con los negros nubarrones que auguraban una fuerte tempestad.
Una vez en casa se dio cuenta que su amigo aún estaba encerrado, el chico solo suspiró y comenzó a calentar los trozos de pizza fríos del día anterior, un trueno sonó a la distancia y como si de un catalizador se tratase la lluvia azotó con fuerza la ciudad y el embravecido mar comenzó a rugir con fuerza en la lejanía...
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Tormentas en el fin del mundo
Teen FictionAsher es un joven universitario que en el verano decide visitar la playa de Santa Cecilia para participar en el Aqua Tournament, por un error de reservación comparte habitación con Cody, un joven callado y algo melancólico que esconde un dolor en su...