Capítulo 11

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...El día anterior había sido perfecto, Asher ganó el segundo lugar en el Aqua Tournament, había cenado pizza y había tenido el mejor sexo de su vida, ok, Cody no era experto en sexo, Asher había sido su primera pareja sexual y ahora era su novio, por primera vez en muchos años se sentía feliz, esto podría funcionar, es verdad que él iría a la universidad de Nueva York, para su novio estudiaba en Carolina del Norte, aproximadamente a 8 horas o según Google maps 508.8 millas, la verdad no era mucho, un pequeño viaje en carretera, el tomaría su auto y lo visitaría los fines de semana y de igual forma Asher podría ir a Nueva York y pasear por la gran manzana, visitar Brodway y el gran estadio de beisbol, seguro amaría la ciudad, en todo eso pensaba mientras manejaba una pequeña lancha con el nombre de Nereida, tenía que ir al fin del mundo, antes de que Asher se fuera, de lo contrario no tendría el valor de hacerlo, la había rentado la tarde anterior y pidió que la dejaran en un muelle cercano mientras ellos no estaban, había dejado una pequeña nota a su amante, no tenía planeado tardar mucho, pero uno nunca sabe, se había despertado muy temprano y salido en silencio, en lancha eran aproximadamente 40 minutos hasta el gran faro, sin embargo el oleaje le hacía ir más lento, el mar estaba bastante cabreado, su panga se movía violentamente de un lado a otro, el viento rugía con fuerza, como si se tratase de una bestia hambrienta, la lluvia comenzaba a arreciar, el faro estaba bastante cerca, lo miraba...

Asher despertó bastante feliz, tocó aun lado de su cama y la encontró vacía, el chico supuso que su novio estaría haciendo el desayuno, tomó su teléfono y vio varios mensajes de sus padres, los abrió y todos preguntaba que si como se encontraba, al joven le sorprendió eso, continuo leyendo y su madre le pedía que tuviera cuidado y no fuera al mar, el huracán estaba por tocar tierra, Asher arqueo una ceja, ayer habían dicho que el fenómeno meteorológico no llegaría a Santa Cecilia, buscó las noticias locales y encontró un enlace a la comisión nacional de meteorología, en esta un artículo decía que el huracán número 6 de la temporada bautizado como Caliope de categoría cuatro se había desviado durante la noche y que tocaría tierra aproximadamente a medio día en las costas de Santa Cecilia, se invitaba a la población a mantenerse en casa, si su hogar no era un lugar seguro venia una lista de albergues y se habían restringido todas las actividades en altamar y cerrado las playas, entonces tuvo un mal presentimiento, Asher aguzó el oído, la casa estaba en total silencio, no olía a nada, Cody no estaba preparando el desayuno, con un miedo latente que crecía como un cáncer dentro de él, Asher se puso en pie y salió dando tropezones de la alcoba y comenzó a gritar -- ¡CODY!, ¡CODY!, ¡CODY!, -- pero no recibía respuesta alguna, llegó a la cocina y esta estaba vacía, pegada en la puerta del refrigerador una nota

Querido Asher:

Tuve que salir, tú te iras dentro de una semana y yo necesitaba hacer esto antes de que te marcharas, necesito un cierre, iré al fin del mundo, rente una pequeña lancha, tengo asuntos que tratar con ese estúpido faro, solo estando tu a mi lado me da el valor de ir, sé que tú ya me llevaste, pero necesito hacerlo solo, volveré pronto, por cierto... TE AMO...

Con amor, Cody.

Asher sintió un frio glacial que recorría todo su cuerpo y hacía que su corazón se detuviera, comenzó a hiperventilar, no lograba unir los puntos, las ideas pasaban a todo galope por su cerebro y no podía detener ninguna, no podía reaccionar un miedo primigenio se instauró en su pecho, oprimiéndolo y sin dejarlo respirar, después de lo que a él le parecieron horas reaccionó, corrió a su cuarto, tomó su teléfono y marco a Cody, no hubo respuesta, el chico se fijó en su celular y se dio cuenta que las barras de la señal no estaban, comenzó a moverse por toda la casa, pero nada ocurría, intento entrar a internet pero no lograba conectar, después de varios intentos tubo señal, marcó a su novio pero no tuvo respuesta, marcó a la policía, estos lo derivaron a protección civil, después de 8 minutos escuchando una estúpida melodía le respondieron, Asher contó lo que ocurría – lo siento joven, me temo que mientras el oleaje y el viento no pare no puedo arriesgarme a enviar ningún bote, no solo eso, una de nuestras embarcaciones fue volcada por el fuerte oleaje y la mayoría de nuestros hombres y mujeres están trasladando personas a los albergues, ¿Dónde se encuentra usted? – le dijo el hombre al teléfono – en la zona de departamentos en renta – respondió –ok, no se mueva de ese lugar, está en una zona relativamente segura por la altura, en cuanto llegue alguien de la guardia costera lo enviare a que revise por los alrededores, pero me temo que mientras las olas sigan igual de bravas no se podrá hacer mucho, mantenga la calma, tal vez su amigo regresó al ver lo peligroso del mar – le comunico el oficial, Asher dijo un seco si y colgó, él sabía que Cody no regresaría, si había iniciado esa travesía la terminaría, era muy probable que no hubiese visto las noticias, por ende no sabía que un huracán venia hacia Santa Cecilia, se sentó en completo silencio en el sofá de la sala y entonces le entró una llamada, esperanzado de que fuera Cody y le dijera que estaba en uno de los albergues respondió sin mirar la pantalla -- ¿Cody? – dijo solo contestar –no, soy Ariana – dijo una voz femenina al otro lado de la línea – mamá – respondió en chico desilusionado -- ¿te encuentras bien? – preguntó su madre y esa sola pregunta lo hiso desmoronarse, entre sollozos y lágrimas Asher le contó lo ocurrido –mi amor, no voy a decirte que te tranquilices porque eso nunca funciona, solo puedo darte dos consejos, uno mantén la cabeza fría para que puedas tomar decisiones acertadas y dos, sé que no crees en esto, pero reza – dijo su madre, Asher volvió a llorar, le dio las gracias y le dijo que tenía que colgar por si Cody o protección civil se querían poner en contacto, la mujer comprendió y colgó, Asher hiso lo que nunca en su vida había hecho, comenzó a rezar, a un Dios en el que no creía y que se suponía que lo odiaba por ser gay, pero entonces recordó algo que su madre le dijo a los 16 años cuando les había contado su secreto "mi amor, ¿Por qué un Dios hecho de amor te odiaría por ser gay?, si él te dio la capacidad de amar, ¿Por qué rayos te odiaría?, creo que un ser todo poderoso creador de todo el universo tiene cosas más importantes que hacer que odiar a personas que él mismo hiso", eso lo había hecho sentir mejor, pero aun así, Asher se consideraba ateo, o bueno, se consideraba de mente abierta, no negaba ni aceptaba la existencia de un ente divino, tal vez en algún momento se lograse descubrir su existencia, pero en ese mismo instante se abrazaba a la idea de que ese ser existía y lo escuchaba

– Dios, amm hola, soy yo Asher, ok creo que ya sabes quién soy, yo este ammm, espero no me odies mucho por ser gay, amm lo siento me estoy desviando, pero pues es tu culpa tú me hiciste así cuando estoy nervioso, en fin, necesito un favor, no es para mí, es para Cody, tú lo creaste, así que conoces lo maravilloso que es, la gran calidad de ser humano en que se convirtió, ni volviendo a nacer yo podría ser la mitad de bueno que es él, por favor, si estas arriba escuchándome, protégelo, sé que no soy nadie para pedirte nada, debería esta más agradecido, me diste una familia preciosa y todo eso, me aleje no por ti, si no por tu fandom predicador de amor pero que odia a todo lo que no entra en su pequeña concepción del bien y el mal, pero ese no es el asunto, por favor, solo esta vez, protege a Cody, yo lo amo—dijo Asher y gritó esas últimas dos palabras mirando al techo..

A las tres de la tarde Asher recibió una llamada, el chico sostenía en sus manos un recibo de renta de una lancha llamada Nereida, Cody lo había dejado sobre la mesita de la sala, el oficial de la guardia costera le informaba que habían encontrado en la playa a unos 60 metros del faro una lancha de color azul, partida a la mitad y con el nombre de la Nereida, el huracán había reducido fuerzas, probablemente estaban entrando al ojo de este, lo que les daba unas horas de paz antes de que el infierno se desatara de nuevo, le dijeron que habían buscado por una hora en los alrededores del faro e incluso dentro de él, pero no habían encontrado a Cody, Asher dejó caer su teléfono mientras el oficial seguía hablando, diciendo algo que más tarde reanudarían la búsqueda pues el huracán aun seguiría con fuerza por unas horas más, el aparato cayó al suelo y la pantalla táctil se rasgó por la mitad, sin emitir un solo sonido Asher cayó de rodillas sobre el duro suelo, se abrazó a sí mismo y profirió un grito gutural que más parecía el bramido de un animal salvaje que el de un ser humano, se hiso bolita en el suelo y comenzó a llorar, mientras sentía como su corazón se partía una y otra vez en trozos cada vez más pequeños y astillados, si en ese momento alguien lo hubiera apuñalado no hubiera sentido absolutamente nada.

Tormentas en el fin del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora