CAPÍTULO 6 CAN
Mierda.
- Eso es una jodida estupidez, - reacciona Emre sorprendiéndome un poco, que yo sepa, no somos los hermanos más cercanos – Can es mi hermano y es un Divit en todo aspecto, quizá incluso más que yo...
Una de las comisuras de la boca de la mujer se eleva ligeramente cuando Emre se levanta, por su cara, parece que quiere tirar al suelo toda esta porcelana que parece juguete de niñas. Sanem hace ese atractivo movimiento con su lengua y sus labios mientras se gira un poco para mirarme con preocupación, eso es lindo, sin embargo, no hay un solo sentimiento dentro de mí al que le importe un poco todo este jodido lio. No recuerdo a mi "supuesta" madre, mucho menos a esta mujer. Qué más da quien sea.
- Supongo que nunca les contaste Aziz – mi padre no levanta la mirada de la pequeña taza de té frente a él.
- Esto se va a poner bueno... - Metin, que tampoco parece poder quedarse quieto, se levanta y se aleja hacia la ventana del otro lado de la habitación. Es curioso, todo el mundo parece alterado, menos yo que al parecer soy el protagonista de todo este enredo.
- Te pregunte, me dijiste que no...
- ¿Entonces es cierto? – reclama Emre.
- Me parece que los muchachos merecen saber... - todo el mundo se queda en silencio esperando que continue, siento la tensión de mi padre a un lado mío por como juega con el circular mango del bastón; sospecho que va para una aburrido cuento de terror, finjo prestar atención mientras toco con cuidado uno de los rizados mechones del largo cabello de Sanem, antes no era así, me gusta más de esta manera – todo comenzó cuando me quede huérfana de madre y mi padre no quiso saber más de mí, se fue con su amante. Soy de Londres. Vine a Turquía a vivir con una hermana de mi madre, estaba enferma así que me dedicaba a cuidarla a cambio de vivir en su casa, era una buena mujer e hizo lo que pudo para apoyarme en mi carrera. Siempre quise ser médico y ayudar a las personas. Fue en un seminario de la escuela donde conocí a su tío Ibrahim, él y su padre hicieron una generosa donación a la universidad. Fue amor a primera vista, sin embargo, no duro demasiado porque su padre se enteró y se enojó mucho. Ya tenía planes para su hijo así que me desprecio; yo era joven e ingenua, necesitada de alguna clase de amor, así que acepte una relación a escondidas, Hakan era el único que lo sabía. Un día, que se supone que solo estaría Ibrahim en su casa, fui a verlo, su padre nos descubrió y me echo de ahí frente a sus dos hijos. Después de eso Ibrahim fue a buscarme, pensé que me propondría que huyéramos, no fue de esa manera, me aviso que se casaría y que nuestra relación terminaba en ese momento.
- ¿No quiero ofenderla pero que tiene que ver eso con nuestros problemas? – interrumpe Metin sin moverse de donde esta.
- Déjala que continúe – le pido sin dejar de jugar con el cabello de Sanem. ¿El color también es diferente? ¿Era más oscuro antes?
- Saber la raíz del problema nos ayudara a solucionarlo – explica mi padre. Emre suelta una risa sarcástica.
- No puedo culpar a Ibrahim, yo me aferré y el jugo con el corazón de una joven, él era mucho mayor que yo, no pude entender que solo se estaba divirtiendo. Los hombres lo hacen todo el tiempo. – por alguna razón, los tres hombres se ven incomodos – como sea, el padre de Hakan me amenazo a mí y a mi tía con dejarnos en la calle y que me echarían de la facultad si no me alejaba. Tuve que obedecer; Hakan me visitaba continuamente como muestra de "disculpa", me llevaba comida y dinero, claro que no lo acepte, pero el insistía a su manera, pagaba por nuestros gastos antes de tener la oportunidad de si quiera discutirle.
- Un vampiro con corazón de oro – se burla Metin en tono sarcástico.
- Para nada, - contradice la elegante mujer – estoy segura de que Hakan manipulo la situación para que Ibrahim y yo nos separáramos. Fue cuando fui interna que su padre llego a emergencias por un paro al corazón, fui yo quien lo atendió y lo regresé a la vida. El viejo no lo podía creer, pero doblo las manos y prometió compensarme por el maltrato que me dio años atrás, para entonces Ibrahim ya se había casado y mi tía había muerto, yo no quería nada que ver con esa familia así que le pedí que me dejara tranquila, él y su hijo. Le sorprendió escuchar eso. No sé qué hablaron entre ellos, pero unos días después se presentaron en el pequeño apartamento en el que solía vivir; tuve que vender la casa de mi tía para pagar las facturas del hospital donde estuvo internada las últimas semanas, el resto me lo heredo y lo use para la escuela. Estaba desamparada y apenas podría con los gastos de cada mes, eso sin mencionar que estaba completamente sola, me fui a ese maltrecho apartamento para que Hakan no me encontrara, aun así, ambos fueron a buscarme. Hakan me propuso matrimonio, me ofreció una vida sin preocupaciones y su padre lo respaldo, quería a alguien de confianza para cuidar de él, sabía que mis sentimientos no se interpondrían con mi deber de ayudar. Yo seguía enojada así que acepte.