CAPÍTULO 9
Mientras observo como Deniz y Ayhan juegan con mi bebé la ansiedad crece en mi interior. Can está mucho más recuperado, parece como él de antes pero menos disperso, mucho más centrado, mi Can. Un suspiro escapa de mis labios, antes todo era tan bello... una de las ventajas de tener memoria fotográfica es que puedo recordar todo con detalle, como aquella vez que coló en mi habitación, una de tantas, llevo para mi chocolate caliente en un termo y un viejo volumen de Thomas Hardy. Hablamos por horas hasta que el calor y la ansiedad de estar tan cerca fue demasiado, recuerdo el roce de sus manos con mi piel, los besos húmedos y suaves, las mordidas juguetonas, el glorioso peso de su cuerpo... él estaba detrás de mí, desde mi posición podía ver la luna por la ventana, sus jadeos perdidos en mi cuello mientras esa placentera sensación me recorría por todo el cuerpo, adentro y afuera, adentro y afuera, tan cadenciosa, tan torturante, tan deliciosa. La blanca luna se desdibujaba entre mis ojos nublados por el placer... recuerdo pensar, añorar, rogarle a cualquier Dios que me embarazara, que me hiciera suya para que nunca nos separáramos.
Era una locura.
Como pensar en eso en público.
- ¿Como es que Emre pudo ser tan cruel con Leyla? ¿Estas segura de lo que viste? - la burbuja del recuerdo se rompe cuando vuelvo a la realidad. – ¿Sanem?
- Estoy segura, -respondo en automático – había ropa tirada en el suelo, a menos que estuvieran haciendo un desfile de modas.
- Can no me dejo ver nada con su enorme espalda, se veía muy molesto .
- Me siento muy mal, yo le dije que el señor Emre estaba con una mujer que no era Leyla.
- No es tu culpa Ayhan, Ayca y Emre se presentaron ante todos medio vestidos. Era obvio. Nunca me gusto esa mujer.
- No te gustaba porque pensabas que quería encajar sus colmillos en Can y resulto ser Emre el que cayo.
- Lo peor es que no es la primera vez... - el comentario se me escapa, otra vez Emre complicado la vida de mi hermana – Emre siempre hace esas cosas.
- Si me dijo Deren, - interviene Deniz cambiando de posición para seguir jugando con la bebé – no me dio detalles, pero dijo que Emre tenía un carácter débil.
- Carácter débil o no, tiene un hijo.
- Mi hermana está muy confundida, a pesar de todo, no hay manera de hacerla hablar sobre eso. Solo dice que necesita pensar. – intentamos hablar con Leyla cuando mi madre le conto todo entre gritos y reclamos, su piel de porcelana solo se puso pálida, dijo que necesitaba pensar, tomo a su hijo y se ofreció a ayudar a Deren quien sabía que no le haría preguntas.
- Aunque creo que Can tiene un poco de razón Sanem, no deberías interferir.
- Es cierto, - la apoya Ayhan sirviéndonos más té. Últimamente tengo un desesperado antojo de té. – creo que debes enfocarte en la prioridad.
- Como en el profesor chiflado; todavía no puedo creer que haya matado a su hermana, no es que no creyera en la inocencia de Can, pero por favor, era su hermana, ¿quién hace eso?
- Ya lo sé, me siento tan culpable. – por alguna razón espere a que ambas me contradijeran, cuando no sucedió el peso de la culpa se hizo más aplastante. Si tan solo no hubiera dudado de Can, nada de esto habría sucedido, nos habríamos ahorrado tanto dolor.
- Siempre me dio nervios ese hombre, parece tan... extraño. Nada en el parece estar en su lugar, tanto en su personalidad como en su apariencia. – Ayhan sacude los hombros como si quisiera dejar ir una sensación incomoda.
