१˖࣪ symphony in the tulip garden | minsung ۪୨୧

two

El sol de la mañana iluminaba la habitación de MinHo cuando despertó. A medida que se levantaba de la cama, una sensación de pesadez se apoderaba de él, recordando las obligaciones y presiones que le esperaban en el día. Sin embargo, el recuerdo del encuentro con JiSung en el jardín de tulipanes todavía brillaba en su mente, llenándolo de esperanza y energía.

Mientras se preparaba para el día, acarició a Dori, su leal compañero felino, quien parecía comprender su estado de ánimo.

—Ojalá todos los humanos fueran como tu Dori,a veces siento que eres el único que me escucha en esta casa— susurró.

Agradeció la presencia del gato en su vida, un recordatorio constante de que la felicidad y la compañía no estaban tan lejos como parecían.

Al mismo tiempo, Han llegó a la universidad con una sonrisa radiante en su rostro. No podía esperar para contar su encuentro del día anterior a su mejor amigo, Felix. Se dirigieron a su rincón favorito en el campus, un pequeño café donde podían relajarse y hablar sin restricciones. El adorable pecoso notó de inmediato la alegría que emanaba su amigo.

— Lixxie, ¡tienes que escuchar lo que me pasó ayer! —exclamó emocionado mientras se acercaba a su amigo.

Felix levantó una ceja con curiosidad y sonrió. Sabía que cuando su amigo tenía esa expresión en su rostro, se avecinaba algo emocionante.

—Cuéntame, Hannie, no me mantengas en suspenso —dijo expectante.

JiSung comenzó a relatar cada detalle del encuentro con el misterioso chico que conoció en el jardín de tulipanes. Describió la conexión instantánea que sintió con él y cómo parecían entenderse sin necesidad de muchas palabras. Felix escuchaba atentamente, admirando la forma en que su amigo se iluminaba mientras hablaba de MinHo.

—¡Fefi, fue increíble! MinHo es diferente a cualquier persona que haya conocido antes. Parece que hay algo que lo abruma , pero cuando estamos juntos, puedo ver su verdadera esencia brillar. Es como si juntos pudiéramos encontrar una forma de escapar de nuestros problemas y ser completamente libres—

De repente, Felix recordó algo que podría cambiar el destino de JiSung y MinHo.

—¡Espera un momento, Sunggie! —interrumpió Felix con una sonrisa traviesa—. ¿Sabes qué? Estoy casi seguro de que MinHo, el chico del que estás hablando, toma clases de baile conmigo los sábados—

—Cuéntame más, ¿Cómo es él?—

—Bueno, es de estatura mediana. Tiene un cuerpo delgado y atlético. Su cara es bastante bonita. Tiene rasgos suaves y proporcionados. ¡Y sus ojos, vaya! Son grandes y expresivos, de un color marrón oscuro que transmite mucha calidez. Te mira y sientes toda su energía. Su cabello es café oscuro, contrasta muy bien con su mirada—

—Sí, definitivamente es él—

Los ojos de JiSung se abrieron de par en par, llenos de sorpresa y emoción.

—¡¿En serio?! Eso es increíble, Felix. Quizás... quizás podrías mencionarle sobre mí y pedirle que nos volvamos a ver—

Felix asintió con entusiasmo. Podía ver la chispa de esperanza en los ojos de su amigo y estaba decidido a ayudarlo en lo que pudiera.

—Claro, Sung. Haré todo lo posible por acercarlos nuevamente—

Con esa promesa en el aire,ambos se despidieron, llenos de emoción y anticipación. El destino parecía estar jugando en favor del joven músico, y no podía esperar para ver qué deparaba el futuro.

Mientras tanto, MinHo, ajeno a los planes que JiSung estaba tejiendo, continuó su día en medio de su agotadora rutina. El pensamiento de volver a ver al rubio era persistente. Con una sonrisa esperanzada en su rostro, MinHo se dispuso a enfrentar el día, sin saber que su encuentro con su preciado amigo estaba más cerca de lo que imaginaba.