La vecina.

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Me escondo en una punta de la habitación, parezco tonto, pero no hay ningún sitio. Me doy cuenta del olor que desprende lo que sostenía aquella cuerda, sinceramente, me entran ganas de vomitar.

No puedo explicarme como mi vecina hace cosas así. Había un hombre desangrado, tenía un corte en el cuello.

Por otra parte, mi vecina entra en la habitación como si fuese a matarme y empieza a preguntar: '¿Quien hay ahí?' (Ajá estás tú...que te voy a decir que estoy para que me mates) Entonces enciende la luz y me ve. Ella se queda con cara de 'jod*r me has pillado, ¿ahora que hago?' Trato de arreglar las cosas:

—Hombre vecina! Cuanto tiempo! Venía a ver si tenías garbanzos, que ya estamos en temporada!

—¿Que? —Baja el arma y mira el cuerpo. —Eso se puede explicar...

—¡Garbanzos! ¡Me encantan los garbanzos! —Digo nerviosamente.

—¿Se puede saber de que hablas?

—¡Garbanzos! ¡Que pase una buena tarde sin garbanzos! —No sé que acabo de decir, sólo quiero salir de aquí.

—¡Puedes parar ya! ¡Odio los garbanzos! —Me apunta con el arma y me pone una mirada asesina.

Me indica que me meta con ella en la habitación de al lado. Este cuarto es totalmente diferente, está limpio, huele bien, no está oscuro y no hay nadie muerto con una raja en el cuello. Que alivio.

Hay una mesa con un ordenador gigante lleno de cables. Me dice que me siente en una silla al lado de la suya. Le hago caso, sigue llevando su arma en la mano.

—A ver, no te alteres, el cuerpo que has visto no lo he matado yo. —Dice tratando de aliviarme.

—¡¡¿Y por que está en tu casa?!! ¿Se ha vuelto loca? —Me desahogo con todo el nerviosismo que estaba guardando.

—Tú no me conoces, yo no te conozco. Tu has entrado por mi ventana en mi casa, ¿me dejas explicarte el malentendido?

—Vale...me calmo.

—Bien, todo esto es cosa de mi trabajo...me he metido en algunos líos desde que empecé a trabajar...

—Ya veo, pero... ¿En que trabajas? —Lo siento, soy muy cotilla.

—A ver, soy una especie de hacker, hago informes ilegales para los que me pagan sobre lo que necesitan saber.

—Entiendo...

—Por lo que sé, ese hombre es un agente del FBI, y no preguntes que hace en mi casa porque yo tampoco lo sé.

—¿No sabes nada?

—Lo único que sé es que mi jefe me lo ha traído a casa con el fin de que lo entierre yo. ¡He sido totalmente sincera contigo!

—¿Por qué no en vez de dejártelo en casa, no te lo entierra él ya de paso? ¿Tan complicado es? Llama a la policía.

—No quiero que lo entiendas ni que me digas lo que tengo que hacer, tu solo te has metido aquí. Sólo te voy a dar dos opciones: la primera es que me ayudes a enterrar el cuerpo, así haciéndote cómplice y asegurándome de que no vas a decir nada.

—Ni de broma. —Le niego.

—Y la segunda es matarte ahora mismo.

—Ahora que lo pienso, ¡La primera es una gran opción! — Digo asustado.

—Perfecto.

Me muerdo los labios, no se como puedo ser tan imbécil, pero si ya soy mayorcito... Me estoy comportando como un crío.

Como habíamos aclarado, fuimos a enterrar el cadáver en la montaña a las afueras de la ciudad, fue una sensación extraña eso de meter a una persona que en su día podía respirar, bajo tierra. Lo que más me impactaba era que era un agente del FBI y que tarde o temprano iban a notar su desaparición. De solo pensar en la idea de que podían acusarme por cómplice se me iban las ganas de vivir. ¿Que pensaría mi familia?

Aunque algo también sorprendente eran las intenciones de mi vecina de contármelo todo, eso me decía que su trabajo le había distanciado de amistades y familia, y lo estaba pasando bastante mal. Me daban ganas de pegarle una patada en toda la cara pero a la vez quería ayudarla.

Aunque he pensado en esto, creo en lo mejor para mí, y lo mejor es distanciarme de esta persona.

Nada más llegar a casa me fumé un cigarro, con la idea de que me tranquilizaría, pero no fue así, me puse más nervioso y me sentí mal por fumar, no sé en que estaba pensando, me deje llevar. Odio mi vida en este momento.

El resto de la tarde me la pasé viendo capítulos seguidos de diferentes series mientras comía pizza. La única forma de olvidarme de todo lo pasado anteriormente. Mi madre me ha dejado solo durante dos semanas, y ya al primer día había roto una llave, fumado y enterrado a un cuerpo.

Dangerous memories. {#Wattys2015}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora