Nos hemos metido en un buen lío.

265 81 34
                                    

Como era de esperar, no dormí bien, tenía pesadillas en las que la policía me detenía y no volvía a ver más a nadie. En una de ellas yo era el agente del FBI muerto y me enterraban vivo, acababa montándome un lapsus mental. Era todo un desasosiego.

En la puerta principal del instituto me encontré con mi amigo Dylan, un chico que faltaba muchas veces a clase pero que sacaba muy buenas calificaciones. Yo soy lo contrario, no falto a clase y no saca del todo buenas calificaciones. Dylan y yo somos muy buenos amigos y no creo que dejemos de serlo. Es a la persona a la que le cuento todos mis secretos, y la verdad es que hoy tenía unos asuntos muy 'confidenciales'. Nos dimos un fuerte abrazo y entramos al centro.

Nos sentamos juntos, permanecimos toda la clase jugando lo del "Charlie, Charlie are you here?" y riéndonos. Siempre me han gustado las teorías de demonios y del más allá aunque no me las crea, pero me parecen curiosas e interesantes. Llamarme raro.

Son las 17:15, ya hemos acabado las lecciones, y se nos ocurre ir a mi casa a hacer los deberes y estudiar. Aprovechando este tiempo le cuento todo lo extraño que me había pasado el día anterior:

-(...) ¡Estaba muerto! (...) Me dijo que si no la ayudaba me iba a mat.. -Antes de acabar me interrumpe.

-¡¿Que me estás contando?! ¿Estás seguro que no lo soñaste? ¿Que hiciste después de lo ocurrido?- Me pregunta para asegurarse.

-A ver, ¡Que yo sé que es verdad! -Insisto. -Me encontré fatal y fumé un poco...

-¿¡Has fumado?! Pero si tú mismo fuiste el que convenció a mis padres para no fumar! -Me chilla como un perturbado. -¡¿Te has vuelto loco?!

-¡Tranquilízate! No va a volver a pasar, ¿vale?

-Júramelo.

-Te lo juro, Dylan.

-Vale...

-Ayyy

-¿Que pasa Mick?

-Buf... Ya me estás haciendo dudar sobre lo de ayer...

-Es que al final será una consecuencia del estrés que llevas últimamente por la presión de los exámenes.

-Probablemente tengas razón pero hay que comprobarlo por si acaso.

-Vale, ahora bajamos y hablamos con tu vecina, subnormal. -Me dice con una risilla.

Nos dirigimos bajo las escaleras a casa de mi vecina. Tocamos a la puerta y ella abre.

-¡Hola! ¿En que puedo ayudarles?

-Hola, nos gustaría comprobar que no tuvieses ninguna grieta en las paredes, como ya sabrá, los temblores de la semana pasada pueden habernos dejado alguna mala pasada... -Inventa mi amigo, menuda imaginación tiene este chico... No nos va a dejar pasar ni loca pero bueno...

-¿Quienes sois?

-Venimos del ayuntamiento, cuidamos el mantenimiento de todas las fincas.

-¡Ah! Claro, claro pasar. -Nos invita sorprendemente a entrar en su casa, ¿pero si sabe que soy su vecino!

Al entrar fingimos revisar las paredes pero en realidad inspeccionamos las habitaciones. Que para mi sorpresa, ¡han cambiado totalmente!, hay nuevos muebles, no hay documentos por el suelo ni ordenadores, hay orden e iluminación. Yo estoy flipando, parecía todo tan realista en mi 'alucinación'... Ya hemos terminado la 'revisión', así que nos volvemos a mi casa.

-Tranquilo Mick, has alucinado un poco -Suelta una carcajada que no me hace ni pizca de gracia.

-Pero...

-Hablemos de otra cosa... ¿Sabes quien me ha seguido en Instagram?

-¿Quien?

-¡Natalia Hendrix!

-¿Quién es esa?

-No lo se pero está to buena.

-A ver, a ver, enseña foto.

Me pone el móvil en la cara, no lo consigo ver bien. De modo que intento agarrar yo el aparato, pero no suelta el móvil. Y todo para que no mire sus cosas 'secretas'.

Así somos en esta sociedad, tenemos miedo a que miren nuestra privacidad pero luego la vamos exponiendo en todas las redes sociales que podemos.

Cuando consigo que aleje el móvil de mis ojos puedo observar la imagen con claridad. Esa chica me resulta familiar, es rubia y preciosa.

-¡La conozco! -Le cuento.

-¿Como?

-Que la conozco.

-¿Que dices?

-Ay pues que la vi el otro día por la calle y me ayudó a llevar unos libros a mi casa.

-JAJAJA -Se ríe.

-¿Que pasa?

-No lo habrás alucinado también.. ¿eh?

-Tío, calla la boca.

-JAJAJA -Se sigue riendo hasta contagiarme la risa.

Nos pasamos por lo menos 20 minutos riéndonos sin sentido, hasta que nos damos cuenta de la hora.

-Me tengo que ir tiiooo -Dice quejándose.

-Pues vete. -Le digo tratando de parecer un borde.

-JAJAJA tu no cambiarás, acompáñame a casa.

-Estás tu que te acompaño, me has estado llamando loco, toda la tarde.

-Es que lo estás y aún así eres mi mejor amigo.

-Va, te acompaño hasta el portal. Pero no más.

-Menudo esfuerzo, mejor no pases más lejos del portal, no vaya a ser que te canses.

-¡Va!

Bajando las escaleras oímos unas voces procedentes del portal (la casa de mi vecina está en el portal y la mía en el segundo piso, también hay un señor que se hospeda en el primer piso) (hay tercer piso pero vive una pareja que no está casi nunca). Nos paramos en las escaleras y tratamos de averiguar lo que dicen. Se puede reconocer la voz de un joven discutiendo.

-¿Estás segura de que quieres hacer esto? -Dice el joven.

-Segurísima, no quiero más conflictos, ya tuve suficiente con el occiso que me encasquetasteis.

-Lo entiendo... le hablaré al jefe sobre tu dimisión. No volverás a oír hablar de nosotros.

-Eso espero.

-Y así será. Adiós Sarah.

Mi vecina le cierra la puerta en toda la cara al señor. Dylan y yo nos miramos fijamente.

-La madre del amor hermoso...Mick...tenías razón! -Admite mi razón.

-¡Sabía que no estaba loco! -Exclamo alegre. -¡Chúpate esa!

-Mick...

-¡Tenía razón! -Grito un poco eufórico.

-Mick...

-Te he dejado fatal, lo sé!

-Mick! mira detrás tuyo. -Dice tartamudeando.

Me giro lentamente sin saber lo que me espera. Quizá Dylan quiere gastarme una broma. Pero es que su cara, no tenía pinta de estar actuando.

Al girarme veo a un señor, debe de ser el 'joven' que hablaba con Sarah. Levanta su mano que sostiene una pistola eléctrica y la dirige hacía mi. Nos hemos metido en un buen lío.

Dangerous memories. {#Wattys2015}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora