Cómo no enamorarse de tu rival fácil y rápido [Minlix]

05

Negué, negué otra vez y volví a negar. El se rió.

—No te lo tomes tan así, piénsalo bien, quizá estás sintiendo cosas por Minho.— Suspiré.

—No, no puede ser así, el me odia, yo lo odio.—

—Si te odiase tanto, ¿Te buscaría de ésta manera?— Preguntó. —Mira, si yo por un arranque de hormonas follara con mi peor enemigo, lo evitaría para siempre luego de eso, por más bien que lo haya pasado, sigue siendo alguien que odio, así qué, deberías cuestionarte más tus sentimientos.— Dijo.

—Hmm..— Suspiré, cómo aldeano del minecraft.

¿Minho me odia? ¿O es sólo la costumbre?

—Bien, debo irme a clases, un gusto...

—Felix, Lee Felix. ¿Y tú?—

—Bang Chan.— Dijo y estrechó mi mano antes de levantarnos del suelo. —Si me ves durante el almuerzo no temas en hablarme, y más si es que averiguas algo sobre el supuesto odio mutuo que se tienen.— Reí y asentí.

—Ojalá averiguar algo.— Dije y suspiré.

Él rió, y se despidió de mí, yéndose.

—Hablamos luego.— Dijo guiñandome un ojo antes de retirarse. Reí suavemente y moje mis manos para lavar mi cara.

—¿Ese quién era?—

Me giré, viendo a Minho en la puerta de los baños. Lo ignoré, concentrandome en lavar mis manos y mi cara.

—Felix.— Llamó. —¿Quién era él?—

—Un chico.— Respondí, tajante. —Te dije perfectamente que no te acercases más a mí.—

—Entonces no provoques que me acerque a ti.— Dijo y fruncí mis labios.

—No provoco nada, Minho.— Dije. Me sequé las manos, intentando salir, y su mano se interpuso en mi camino.

—Oye. Lo siento ¿Sí?— Dijo. —Estaba caliente, y bueno, creí que sería cómo las veces anteriores...

—Te dije que no desde un principio Minho.— Dije y suspiré. —Deja que me vaya, y no vuelvas a hablarme, lo que ha pasado entre nosotros es un error, un fatal error y no pienso dejar que ocurra otra vez. Permiso.— Dije y el relamió sus labios y agacho la mirada, quité su brazo y me largué.

Dios me he saltado demasiadas clases. Mami sálvame. Fui a la enfermería poniendo mi mejor cara de dolor. La enfermera me hizo recostarme cuando le dije que me dolía el estomago y la cabeza.

No mentía del todo, aunque se que estos dolores son emocionales y no físicos. Me dejó quedarme ahí recostado, con una manta, durmiendo.

Agradecí y ella acarició mi cabello antes de retirarse. Miré el techo.

¿Realmente odio a Minho?

Pensé en todas esas veces que despertaba una amarga sensación en mi cuerpo. En todas esas veces que quedaba viéndolo, diciendo vaya, cómo odio a este sujeto.

Pero sólo puedo pensar en que odiaba verlo y admirar su sonrisa tan prefecta, odiaba verlo y qué ese cosquilleo se hiciese intenso en mi cuerpo.

En su casa, lo odie tanto, por hacerme sentir tan bien, tan desesperado por sentirlo. Lo odie por hacerme sentir de esa manera, por hacerme desearlo y quererlo dentro una y otra vez, que me mirara siempre así, que su boca devorara la mía así siempre. Odio que me haga necesitarlo tanto.

Cerré mis ojos con fuerza, sin poder quitarme su rostro de la mente.

Mmh, así Lix. Tan bueno...

Su voz, no salía de mi cabeza. Jadeé y sacudí la cabeza. Mi móvil vibró.

Minho.

Lo siento.

No quería hacerte sentir mal ¿sí? Lo siento mucho, fui muy imbécil pero ver cómo te fuiste llorando, fue muy duro para mí aunque me cueste admitirlo.

Basta.
Ya, métete tus disculpas en dónde te quepan. No quiero que me hables más Minho, todo esto ha sido un puto error.

No es un error si a ambos nos ha gustado.

Lo es.

Suspiré y guardé mi móvil. Joder Minho, deja de hacer esta mierda más difícil. Este vibraba insistentemente.

Felix.
Lee.
Lee Felix.
Lee.
Dime la verdad. ¿Acaso no te ha provocado lo mismo que a mi lo que hacemos? ¿Acaso no sientes esa necesidad cómo yo? Dime la verdad.

Sí. (Mensaje eliminado)

Basta ya, Minho.

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