Era un sábado tranquilo en el búnker Winchester. Jack comía a escondidas el cereal de Sam en su habitación mientras los hermanos cazadores trabajaban en la mesa de guerra...o al menos eso es lo que hacían minutos atrás, antes de la llegada de cierto ángel, con una inusual cara de cansancio, distrayendo la labor del mayor.
Estaba preocupado de verlo así.
Pocas horas después de su llegada, Dean caminaba preso de la ansiedad y Sam se burlaba de la cara desencajada y meditabunda de Dean por buen rato para luego volver la vista a la computadora.
Sin embargo, la concentración le duró muy poco gracias a su exagerado hermano, el rey del drama. Presa de su carácter, Dean paseaba de un lado hacia otro mientras Sam lo miraba mareado y a punto de tirar la toalla, intentando volver a su tarea anterior, ya sin éxito.
—¿Puedes dejar de moverte de un lado a otro, Dean? Francamente me estás fastidiando. ¡Y ya deja de tomar cerveza! Ni siquiera es mediodía.
El rubio ignoró olímpicamente a su hermano, tomando otro sorbo de su cerveza, mirando hacia otra dirección, hacia una escena que le disgustaba mucho. Dean Winchester quería llamar la atención de su mejor amigo Cas, pero este estaba absorto en algo que le interesaba mucho más que "su humano favorito" como se catalogaba a sí mismo Dean.
Sí, menudo narcisista.
—Dean, deja a Cas en paz. Todo esto es tu culpa, así que ya ven aquí y déjalo solo.
¿Contexto?
Dean se había levantado de la cama ese día con la idea de que Castiel nunca había recibido un regalo de su parte, y en cuestión de segundos se emocionó con la idea de salir al centro comercial a comprarle un obsequio de parte suya y de Sam. Se duchó, se arregló, dejó su hamburguesa de desayuno a medio comer y corrió hacia su cometido. Un par de horas después regresó con muchas bolsas de marcas carísimas, desencajando por completo la cara de Sam, temiendo de que en adelante ya no pudieran sobrevivir luego del tremendo gasto de su hermano. Luego de unos minutos, Jack se les unió y le comentó a Dean que había tenido un sueño con su angelical padre y que también se le había ocurrido darle un regalo especial. Dean infló el pecho con orgullo, ya que consideraba que ningún regalo que el pequeño nephilim le hiciera al serafín igualaría el significado que tendría un regalo de Dean Winchester.
Sí, así de seguro estaba con su plan.
Jack corrió a su habitación a traer su regalo y no mucho después llegó Castiel, cansado, medio triste y, al parecer, estresado. Dean corrió hacia él y, sin dejarlo hablar, lo llevó a empujones hacia la sala contigua, obligándolo a sentarse en uno de los sillones. Castiel estaba lejos de entender qué era lo que Dean pretendía, mucho menos cuando sintió las manos del cazador masajeando sus hombros...lo cual encontraba realmente placentero, pero no iba al caso.
—Dean ¿hiciste un trato con alguna muerte, moriste y luego la mataste para romper el contrato? ¿secuestraste a algún ángel buscando información? ¿Abriste otra puerta a un posible apocalipsis?
Dean tragó duro por la franqueza del alado. No sabía si ofenderse por las dudas de Castiel o darle la razón en todo. Optó por reír nervioso.
—No, no y no, Cas... Nada de eso. De hecho, hoy quería darte un regalo. Creo que nunca he podido darte nada desde que nos conocemos, a excepción de la cinta...
Cas ladeó la cabeza, evidenciando su confusión. Dios, Dean cada vez hallaba más y más adorable ese maldito gesto estúpido del ángel.
—No necesito que me des nada. Somos una familia y con eso me basta.
Dean negó. El chico salió de la sala y volvió segundos después con muchas bolsas grandes que Cas apenas podía reconocer.
—Agradezco la intención, Dean...pero no necesito bolsas. Ni siquiera voy de compras y no las voy a usar.
![](https://img.wattpad.com/cover/335848403-288-k714190.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Sus circunstancias
FanfictionCortos Destiel sobre las situaciones que muchos hemos visto dentro de la serie. Hay capítulos con leves Samstiel, pero el principal es nuestro querido Destiel. Las narraciones están basadas en distintos momentos de la serie.