¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
MANOS ÁSPERAS Y ENCALLECIDAS envolvieron tu cintura, encontrando su hogar en la curva de tu espalda.
──Estás siendo dramático ──resoplaste, poniendo los ojos en blanco mientras te inclinabas hacia atrás para mirar bien la cara de tu novio, quien mantiene los ojos bien cerrados, las cejas fruncidas──Literalmente es solo maquillaje, Miles.
Él abre un ojo, mirándote a medias. Sientes que su agarre en tu cintura se aprieta──¿Estás muy segura de que no me pincharás el ojo con eso? ──pregunta con un gruñido bajo, su pupila mirando el delineador de ojos que estabas sosteniendo antes de volver a mirar tu rostro──¿Qué pasa si me quedo ciego?
Lo miraste sin gracia──Lo harás si no te quedas quieto ──haces un gesto hacia sus rodillas que seguían rebotando, moviéndose en tu posición en la estabas sobre su regazo.
Miles frunció los labios. Aunque está feliz de que le estuvieras prestando toda tu atención en este momento, no sabia qué sentir cuando decidiste irrumpir en su casa sin previo aviso exactamente a las doce de la noche, con la repentina declaración de que querias ponerle delineador de ojos, como cita, sus lindos ojos que tanto envidias.
No es que no le guste la idea del maquillaje. Por el contrario, en realidad es bastante feliz y está muy dispuesto a complacerte con cualquier cosa que decidas hacer. Si eso significa verte sonreir y emocionarte como una niña en una tienda de golosinas, él haría cualquier cosa; incluso si eso significa irrumpir a medianoche, despertarlo de su sueño tan necesario, solo para poder maquillarlo con el pretexto de hacerlo 'más lindo' de lo que ya es.
──Sabes que mi madre puede entrar en cualquier momento, ¿verdad? ──dice, cerrando los ojos por segunda vez cuando te inclinas hacia adelante una vez más para seguir trabajando en tu pequeño proyecto. Te deja inclinar su cabeza ligeramente hacia un lado, sintiendo que tu otra mano se acerca a su rostro.
Exhala, y puedes sentir su cálido aliento acariciando la piel de tu mano.
──Se volverá loca una vez que te vea encima de mí así.
Te reiste de la idea, imaginando la expresión atónita de su madre si alguna vez irrumpiera en su habitación.
──Ella ha visto cosas peores ──deja escapar una risa baja ante tu respuesta, pero inmediatamente se queda quieto cuando siente que la punta fria de tu delineador presiona ligeramente su párpado.
──Quédate quieto, amor ──susurraste mientras empezabas a dibujar una línea cuidadosa en uno de sus párpados. Recibiste un zumbido bajo, sus dedos tamborileando sobre la piel de tu espalda para entretenerse mientras tú haces lo tuyo.
Dibujar solo tomó un poco menos de quince minutos, inclinándote hacia atrás para verificar si estaban parejos y no podías evitar sonreír al ver lo lindo que se veía con los delineadores.
──Terminé, mi musa ──cantaste, acariciando sus mejillas suavemente para que abriera los ojos mientras te arrastras para levantarte y tomar el espejo de su cama.
Miles resopla levemente por su apodo dado, sacudiendo la cabeza ante tus payasadas──Será mejor que me vea bien con esto o nunca volverás a tocarme la cara ── miente, pensaste, te quiere demasiado para decir eso.
Le diste el espejo, colocando un rápido beso en sus labios antes de ir pavoneándote a su mesa para arreglar el kit de maquillaje que trajiste contigo. Tu pareja se queda en su asiento, silbando mientras admiraba tu trabajo y cómo le quedaba más bien de lo que pensaba.
──Que locura ──comienza y lo escuchas rodar su silla hacia ti. Sientes sus brazos rodeando tu cintura, sus manos encontrándose entrelazadas con las tuyas──Me veo bonito en estos, eh.
Y es por eso que Miles comenzó a usar delineadores de ojos durante su patrulla como el merodeador, aunque nadie lo verá aparte de su tío.
