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──SABES, te ves realmente bonita al revés ──susurró Miles soñadoramente.
Tenía los ojos entrecerrados bajo la máscara mientras observaba tu perfil lateral perfectamente resaltado por la luz azul que provenía de su teléfono. Estaba memorizando la imagen para poder también plasmarla en el papel.
──¿Estás diciendo que no soy bonita del lado derecho hacia arriba? ──lo miraste, levantando una curiosa ceja falsa.
Él se rió de tu expresión, burlándose de ti.
──Lo siento, tenías que aprender sobre eso, es todo cariño.
──Oh, cállate ──le diste un codazo. Bueno, lo mejor que pudiste, considerando su posición.
Los llevó a los dos a uno de los edificios más altos de la ciudad para pasar un tiempo a solas. Estabas sentado en una de las viejas gárgolas de piedra y colgaba boca abajo a tu lado en una repisa.
──¿No estás cansado de dar vueltas así?
──Nah, en realidad no ──respondió. Hizo un espectáculo en afinar su posición── Es un poco divertido.
──Ya veo ──gorjeaste, mirándolo de arriba abajo hasta que se te ocurrió una idea.
──Oye, ¿puedo intentar algo?
──Uh, claro ──murmuró, confundido por el repentino entusiasmo en tu voz. Pero aun así te complació──Solo déjame caer al suelo.
──No, solo quédate ahí arriba ──lo detuviste, moviéndote para sentarte sobre tus rodillas y sosteniendo su rostro enmascarado en tus manos ──Tienes que estar loco por mí para dejarme probar esto bugaboo ──bromeaste, y pudiste notar su rostro contraído por el disgusto por el apodo debido a cómo se arrugó su máscara. Era tan lindo, incluso con él. Y estaba a punto de ponerse aún más lindo.
──Uh, está bien ──tragó cuando empezaste a acariciar su cara. Tú siempre tenías ese efecto en él.
──Pero, ¿qué estás exactamente intentando? no romperás mi cuello, ¿verdad?
──Oye, si quisiera romperte el cuello ya lo habría hecho ──bromeaste de nuevo, pellizcando el medio de su máscara donde sabías que estaba su nariz. La acción lo hizo temblar un poco para intentar escapar de tu agarre.
──Solo dame un segundo Miles.
──Bien, lo que quieras, cariño.
──Gracias, araña ──le diste un sonrisa.
Con eso, el aire quedó en silencio, con solo la bulliciosa ciudad debajo proporcionando el ambiente del momento. Tus dedos se arrastraron hasta su cuello, haciéndolo tragar saliva.
¿Qué estabas haciendo exactamente?
Sintió que tus dedos se clavaban en su máscara y la bajaban hasta la mitad. No estaba seguro de si temblar por el aire frío que le mordía la piel o por el aliento que soplaba sobre sus labios.
De todos modos, él no estaba quejándose, estaba confundido.
Llamó tu nombre delicadamente──¿Qué intentas hacer exactamente?
Lo silenciaste──Solo déjame intentar Miles
Luego volvió a guardar silencio, sintiendo que tus manos volvían a sus mejillas. Se inclinó ligeramente hacia ellas, amando el contraste que hacían con el aire de la noche. Sin embargo, el consuelo que le brindaba tu calidez no pudo detener su corazón acelerado.
──Sabes, también te ves bien boca abajo ──susurraste, y antes de que pudiera reaccionar, tus labios estaban sobre los suyos.
Sus ojos se abrieron bajo la máscara y se congeló, sin saber cómo reaccionar. Por supuesto, ustedes dos se han besado antes, pero esto fue diferente. Estaba literalmente boca abajo por el amor de Dios.
Pero, como siempre ocurría con sus besos, se derritió después de unos segundos. A pesar de la guía, seguían siendo tus labios. Y estaría condenado si no te devolviera el beso.
Su sangre subió a su cabeza más rápido de lo normal mientras el beso continuaba. Y pensar que sus poderes normalmente evitaban que eso sucediera. Pero ahora no lo cuestionó, estaba demasiado concentrado en ti y en el hecho de que no podía extender la mano para tocar tu cara en este momento, sin importar cuánto quisiera. Se caería si lo hiciera.
Desafortunadamente, antes de que pudiera preocuparse demasiado, te alejaste. E incluso con su mareo, todavía podías ver la leve sonrisa en sus labios.
──Eso fue divertido ──tarareó, volviendo a su posición anterior. Sonando como si nada hubiera pasado.
Miles respiró hondo, saltó rápidamente y se sentó a tu lado, quitándose la máscara por completo para recuperar el aliento.
Todo tu cuerpo estaba caliente, y podías sentirlo también. Te hizo reír mientras lo mirabas rápidamente. Se veía adorable. Pero no lo señalaste, volviendo a tu estado sin sentido. Has jugado suficiente por esta noche.
¿O tal vez no lo has hecho?
──Oye ──te llamó su voz, todavía un poco sin aliento.
