Encontré Mi Lugar

Cuando era una polillita.

Hace días recordé a alguien, la primera persona antes del todo, a quien ya casi no veo, pero cada que nos encontramos me aseguro de ser solo nosotras 2, por que se preguntaran pues bien, toco comenzó hace unos años, estaba en el coliseo.

Karin:

-Dios ayúdame, no se como llegar hasta arriba y tomar ese niño alado

Veía como polillas adultas y veteranos iban y venían, nadie me daba vela o ayudaba, por más que rogara, en eso, vi a una persona, me le acerqué super segura que sea otro fiasco como las demás personas pero...

De un momento me iluminó, tenía un estatura promedio, algo delgada, un peinado masculino pero con facciones finas, a simple vista podías pensar que era un chico, y una bien guapo, pero al por su tierna, suave y melodiosa voz, notaba que era una mujer, algo mayor si, pero era tan cálida esa voz que solo daba ganas de quedarse horas escuchándola

-Hola pequeña, dime estas perdida?

Karin:

-Yo... necesito ayuda para el ala... si no es molesta claro.

Le dije apenada y nerviosa, casi nunca nadie me daba luz, pero ella sin miramientos ni nada me dio su ayuda.

-Claro bonita, vamos.

Me dio su mano y así me llevo hasta donde se encontraba el niño alado, cuando bajamos pregunte por su identidad.

-Me dicen Bishop, un gusto linda, y tu nombre pequeña?

Karin:

-Soy Karin, un gusto conocerla.

Bishop:

-Jajaja que tierna eres, quieres acompañarme?

La mire asombrada y super emocionado, jamás me habían dejado acompañarlos, era la primera persona que me daba su real amistad sin esperar nada a cambio, era tan pura y amable.

Karin:

-Claro!! Si no es molesta, claro.

Me dio pena cuando levante la voz, ella se echó a reír para darme la mano y así volar juntas, por días estuve con ella, tal vez semanas, incluso un mes, me enseñó tantas cosas, fue mi pilar y mi mayor apoyo, descubrí que era una veterana bastante mayor, por cosas de ma vida conoci a uno de sus hijos, no hablábamos pero siempre nos saludabamos con una reverencia sencilla.

Bishop:

-Vaya pequeña como pasa el tiempo, felicidades por tu traje linda.

Había logrado conseguir mi primer traje, algo diferente a lo que una polilla normal usaría, aparte que también tenía una capa morada, Bishop fue como mi abuelita, y bueno, ella me tomó como su nieta.

Karin:

-Gracias abuela, me siento muy feliz de que este conmigo y me apoye, siempre me estaré eternamente agradecida❤.

Ella me sonrió y me dio un fuerte abrazo, luego de unos días me tocó ir a eden, un lugar que procuré no pisar jamás, pero me tocaba por una misión.

Karin:

karin:

-Me da miedo ir, escuche que ese lugar es muy peligroso, que paramo se queda corto.

Bishop:

-Tranquila preciosa, no debes de tener miedo, recuerda, el miedo a callar y la valentía déjala hablar.

Rei por lo bajo, en ese momento llego su hijo y lo saludé como de costumbre.

Bishop:

-Tengo una idea... vamos los 3, así te ayudamos y podrás ir más tranquila, que dices pequeña?

Karin:

-LO DICE ENSERIO ABUELA?

Le pregunté emocionada, me daba miedo si, pero al lado de ella ese temor parecía que nunca estuvo, ella asintiendo riendo y fue así como emprendimos viaje.

Fue duro y largo el camino, unos 2 días nos tuvimos que llevar más o menos. Estando ya al final, el miedo se apoderaba de mi otra vez.

Bishop:

-Tranauila, estamos aquí por si algo pasa, no te dejaremos caer linda.

Vi a hijo y asintió en respuesta de su abuela, y sonreí, me armé de valor y cruzamos la puerta que nos llevó al final, era difícil si, pego no imposible, muchas veces me dieron, aunque la abuela y/o su hijo siempre iban en mi rescate justo como prometieron, sonreí y con ello pudimos llevar acabo aquella misión. Al volver nuestros caminos por fin tomaron un rumbo diferente... Admito que me dolió, pues pensé que jamás la volvería a ver.

Bishop:

- te prometo que cuando más me necesites, ahí estaré, se que serás alguien fantástica y conseguirás muchos amigos, creo en ti mi pequeña.

Llore un poco con sus palabras y la abrace fuerte.

Karin:

-Muchas gracias... sin usted no sabría que seria mi, gracias por su apoyo y sus consejos, por cuidar de mi cuando nadie más quiso, ojalá poder vernos pronto de nuevo, la extrañe un montón, la adoro abuela Bishop.

Ella me sonrió, acariciando mi cabello y llendose junto a su hijo, solo vi como se alejaban poco a poco, perdiéndose en el ocaso y una última lágrima callo de mi ojo derecho mientras formaba una sonrisa melancólica, me di la vuelta y emprendí viaje sin saber que sería de mi de ahora en adelante.

Karin:

-Le prometo abuela, que se sentirá orgullosa de mi.

Rei y seguí mi destino.

Akey/Alex/Ángel/Wes:

-KHE?!

Los 4 estaban hechos un mar de lágrimas, pues si, por cosas de la vida me preguntaron que hice durante mis tiempos de Soledad y le conté de mi amada abuela bishop, Alex y Ángel como lo dramáticos que eran lloraban a moco tendido, Akey era un poco menos dramática, pero aún así se le veían las lágrimas de cocodrilo y Wes, bueno el no se si trataba de no llorar o de no soltar un grito.

Karin:

-Bueno ya, la que debería andar llorando como loca soy yo, no ustedes.

Wes:

-Es que... es tan lindo!

Akey:

-Y si la has vuelto a ver niña?

Papá y mi hermano asintieron esperando respuesta y Wes solo me miraba curioso, mire por la ventana con una sonrisa melancólica pero feliz y llena de paz.

Karin:

-Si, hace poco me encontré con ella y su hijo, está igual que la última vez que la vi, tan libre, amorosa y genial como solo la abuela Bishop sabe serlo.

Escuches quejidos de lloriqueos y suspira indignada, me iban a volver loca, sonreí y solo me levanté a seguir con mi cosas, pero con aquellos bellos recuerdos ahora más vivos que nunca.

Karin:

-Gracias...

Susurre al viento y solté una leve sonrisa para luego seguir al 100% con los mío mientras los locos seguían en su mundo.