Capitulo 5.

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Una semana después.

Camino por la farmacia como una loca y meto en la cesta varías pruebas de embarazo de diferentes marcas.

—¿No deberías meter más por si acaso?— pregunta Katy.

—Si, es para estar seguras— dice Fabiana acariciando su vientre hinchado.

—Pero estas pruebas no siempre son tan seguras— Alicia hace que me asuste.

—Vale, me levanté esta mañana y vomité, no sé porqué, entonces... Hay una pequeña posibilidad...—digo tratando de disimular los nervios.

—Vámonos ya a tu casa, tengo curiosidad— dice Katy con la pequeña Rose dormida en sus brazos.

Que linda es la pequeña rubita.

Caminamos hacia la caja para pagar y el cajero nos mira sonriendo.

—Espero que les salga la respuesta que quieren.

—Eso esperamos todas señor, créame— responde Alicia con una sonrisa reluciente, extraño verla con frenillos.

Luego de pagar, salimos de Publix y corremos al auto.

Como si fuera Toreto, manejo rápido y "furiosa", quizás solo sea un malestar simple... Pero quiero pensar que estoy embarazada.

Cuando llegamos a mi casa, todas corremos hacia mi cuarto y aunque intentan entrar conmigo al baño, con la respiración acelerada niego con la cabeza.

—Quiero estar sola— digo  y ellas van a sentarse a los sofás qué hay en mi mini sala dentro del cuarto.

Me encierro en el baño y me hago más de diez pruebas de embarazo, estoy un poco asustada.

Las dejo sobre el mesón del lavabo y salgo.

—Sea cual sea la respuesta, tienes que tener la mente abierta al futuro— dice Katy— ¿Vale?

—Lo sé— digo mirando mis manos, he estado repitiéndome eso desde que vomite esta mañana.

Para evitar el tema, agarro mi tablet y comienzo a enseñarles mi ola para el desfile.

Unos minutos después, las chicas y yo entramos al baño, reviso todas las pruebas, pero absolutamente TODAS dicen que no.

Entonces... Todo fue producto de mi imaginación desesperada.

Me siento lentamente en una esquina, Alicia se sienta a mi lado y me abraza, yo me dejo consolar en silencio.

Pero no puedo evitar preguntarme si esto seguirá sucediendo ¿Qué tal si llego a los cuarenta intentando tener un hijo y jamás lo logre?

¿No voy a experimentar los nueves meses con un bebé en el vientre, no tendré un parto natural o... Una cesárea ?

Veo a las chicas que no saben que decirme.

Tampoco las quiero poner tristes, ellas me están apoyando en todo lo que pueden y verlas así, me deprime aún más.

Me levanto junto con Alicia y hablo.

—Esta bien, no todo tiene que ser tan... Tan rápido.

Ellas me miran sin estar completamente seguras de mi expresión que dice "estoy fingiendo que estoy bien, no pregunten".

***

Por fin viniste, me dejaste toda la semana con una intriga tremenda— golpeo el brazo de un sonriente Daiki.

—Estaba buscando la manera más tranquila de venir.

—¿Tranquila? ¿A que te refieres?

—Bueno... ¿Me das agua? Que mala anfitriona eres, ni siquiera me ofreces beber algo o comida— dice caminando hacia la cocina, voy tras él— se me hace un poco complicado decirte.

Imaginarte... ¿Para toda la vida? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora