Capítulo 2.

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—Pareces un zombie, no debiste quedarte despierta toda la noche— me reprocha Katy.

—En mi defensa, terminé muchos bocetos y elegí muy buen material, ahora falta menos...

—Ari ¿pero tú viste la cara con la que se fue la pobre Nicolle? Tenía más ojeras que tú.

—Déjame dormir dos horas y te acompaño hasta el fin del mundo si quieres— ignoro si regaño.

—Pues no, te vienes conmigo a comprar las cosas para Rose, la sesión de fotos es mañana y...

—¿Sabes? Te volviste muy mandona.

—Tengo que ser así para que me tomes en serio.

—Vale, ya voy ¿puedes dejar que me lave la cara? La ducha de esta mañana no me quitó el sueño.

—Eso si puedes hacerlo.

Mi querida amiga rubia me observa levantarme e ir al baño.

—Por cierto, hoy estás muy guapa— digo a gritos para que me escuche desde afuera.

—Siempre lo estoy.

—Lo sé, solo digo que hoy te ves un poco mejor que los últimos días.

—Es que ayer pude dormir más de cuatro horas porque Ty se llevó a la bebé a pasar la noche con Carlo, él quiere practicar para cuando Fabiana de a luz.

Mientras me arreglo un poco, respondo.

— Es bueno que quiera practicar pero todos los bebés son diferentes, no sabrá si su bebé será más llorona o llorón hasta que nazca.

—Exacto, quizás hasta sea más tranquilo.

—¿Y ellos pasaron buena noche?

—Tu me llamó unas quinientas veces porque no sabía qué hacer, pero luego no sé cómo le hizo porque apagué el teléfono.

—Me hace gracia porque Tyler te ha apoyado mucho desde que nació la nena, como debe ser, pero cuando está a solas con ella... Pobrecito.

—Hombres, Ari... Hombres, ya verás cuando tú y Julián tengan bebitos...— escucho una puerta abrirse y cerrarse— oh por fin llegas Alicia.

—Perdón, sabes que desde el centro de Atlanta hasta aquí siempre hay tráfico— escucho la voz de mi querida amiga.

Cuando Julián y yo tengamos bebitos...

—Ni me hables de eso, yo vivo más cerca de aquí y aún así, había tráfico.

—Y pensar que en Nueva York y otros estados es más intenso lo del tráfico que aquí en Georgia.

—Nada como el tráfico de Japón... Aunque quiero volver, no vamos desde que nos graduamos.

—Dios si, sería genial volver, por cierto...— Alicia grita— ¿POR QUÉ TE TARDAS TANTO ARIADNA?

—Deja de quejarte— salgo del baño y camino al armario, me pongo ropa abrigada rápidamente mientras ellas siguen hablando de viajes y tráfico— ya estoy lista.

Realmente está haciendo mucho frío, este invierno se siente más frío que el anterior.

Salimos de mi casa y nos montamos en el auto de Katy, iremos a comprar cosas para la sesión de fotos del tercer mes de la pequeña Rose que es a comienzos de enero.

Trato que durante el viaje en el auto, el paseo por las tiendas de bebé y ahora el almuerzo, no se note que he estado pensando en lo de "cuando tu y Julián tengan bebitos..."

Últimamente el tema de bebés ha sido muy mencionado a mi alrededor y no sé porqué, aunque sé qué hay maneras de lograr tener uno... mi ansiedad a veces me hace pensar demás en el futuro y en qué pasará si no lo puedo lograr.

Imaginarte... ¿Para toda la vida? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora