Imaginarte... ¿Para toda la vida?

Capitulo 3.

—Te ves absolutamente hermosa— Julián me observa bajar la escalera— que suerte tengo de haberte conocido, lograr que me dieras una oportunidad y después casarme contigo.

—Oh por Dios, hoy amaneciste tan romántico— respondo llegando a él y abrazándolo, recuerdos de todas las cosas bonitas que me dijo esta mañana me hacen sentir calor.

Él pone expresión de disgusto.

—¿Hoy?

—Era broma, señor dramático, eres el esposo más romántico que el destino pudo elegirme.

Sonríe satisfecho, ya tengo domada a la bestia.

—¿Sabes? Ahora solo quiero arrancarte el vestido y estar dentro de ti toda la noche, deberíamos quedarnos en casa.

Toco la tela del largo y elegante vestido color vino que yo misma hice, tiene una abertura en el lateral derecho, espalda escotada y escote pronunciado, además que le añadí unas mangas porque todavía tengo el brazo rojo desde que le conté a mis amigas sobre mi problema.

—También me dieron al mas pervertido.

—Tu eres más pervertida que yo.

Abro la boca, fingiendo impresión ya que se podría decir que es verdad lo que dice, incluso fui yo la que propuso juguetes sexuales para intentar cosas nuevas.

Julián pensaba que no me estaba satisfaciendo pero no es eso, el me hace sentir realmente bien y me encanto, solo que no está demás probar otras cositas.

Pero no es mi culpa ser pervertida, él me volvió de esta manera y nos amoldamos bien el uno del otro.

Pienso un poco en su idea y niego con la cabeza, esta cena es importante.

Por lo que leí en redes sociales, nosotros somos unos de los invitados más esperados de la noche.

Aunque, no sé porque decía mi nombre si la cena es por el cumpleaños de una empresario que es amigo de Julián.

Lo miro a los ojos tan brillantes y azules que tanto me gustan.

—No, tenemos que ir ya o llegaremos tarde, Francisco nunca te deja mal cuando lo invitas a tus fiestas.

—¿Por qué siempre tienes razón?

—Porque soy mujer y ustedes los hombres son estupidos.

—Que linda luces diciéndome estupido.

—¿No prefieres idiota?

—Siempre seré tu idiota— une nuestros labios en un tierno beso que rápidamente se acelera, como de costumbre.

Su lengua me hace sentir maravillas en todo el cuerpo, me apretó contra su duro cuerpo y Julián detiene el beso, después de morder mis labios muy fuerte.

Con respiración acelerada, me observa atentamente.

—Si me lo pides, nos quedamos— sonríe levemente.

—Jamás podré comprender cómo logras encender todo en mi con tan solo un beso y está llama nunca se apaga, vamos,

El se ríe y salimos de la casa haciéndonos bromas.

Jamás pensé que llegaría a vivir en esta casa, la misma casa a la que vine tantas veces cuando era adolescente, el lugar donde perdí la virginidad, donde dije "te amo" por primera vez a el amor de mi vida, aquí superé muchos de mis miedos y se ha vuelto un lugar seguro.

Es mi hogar.

***

—¿Entonces tu nueva linea de ropa saldrá pronto?— pregunta la esposa de un conocido de Julián.