Capitulo 10.

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Julián.

Son las siete de la noche y Ari no ha bajado en todo el día, incluso algunas empleadas del servicio le tocaron la puerta para ofrecerte comida, pero no respondió, esto me tiene de los nervios, se que no se va a quitar la vida o hacerse daño, pero no ha comido nada y luego eso le podría afectar a su salud.

Camino por el salón principal que ya está limpio, al igual que toda la casa.

Paso la mano por mi cabello con frustración ¿debería echar la puerta abajo y hablar con ella? No, eso la molestaría aún más.

Se que fui un imbecil, no pensé bien como dividirme en el evento y terminé haciendo sentir mal a Ari, ella incluso me dió señales, pero la ignoré por los negocios que tenía pendiente con algunos hombres y Francesca.

Y hablando de esa mujer... No pensé que estaría interesada en mi ya que desde que la conocí ella sabe que soy casado, ademas que no me atrae en lo más mínimo y solo la hice directora general porque quiero que su padre me venda su gran viñedo en Italia, ese hombre vive la mayoría del tiempo en Suiza, básicamente el viñedo está abandonado y yo lo necesito, necesitamos más tierras y personal.

Pero ahora no sé que carajo hacer para que Ari no se sienta insegura y sin tener que despedir a Francesca, he estado tratando de comprar mas viñedos desde el año pasado y nada, mis pensamientos se ven cerrados de golpe como si de un libro se tratara cuando veo a Ari bajar por las escaleras junto con Burro.

Camino tras ella que se dirige a la cocina, se da cuenta de mi presencia y solo me ignora como si nunca me hubiera visto.

La veo agarrar unas galletas y un vaso de leche ¿es lo único que comerá?

—¿No deberías comer algo más que eso? No has comido nada en todo el día— le hablo tranquilo y tratando de ser cauteloso.

La preciosa morena de ojos tan oscuros y grandes como la noche me mira de reojo, con una mirada de malcriada que siempre que la hace me dan ganas de besarla.

—Como si te importara— la escucho decir en un susurro, pero sigue sin mirarme del todo bien, auch, si me dolió eso ya que... Ademas de mis padres y algunos poco familiares, ella es lo más importante que tengo.

—Ari, no digas eso, perdóname ¿bien? Sé que hice mal y que me comporté como un imbecil, pero tú sabes que me importas mucho y...

—Pues no— por fin se da la vuelta y me mira a los ojos, pero no me gusta nada lo que veo, su mirada expresa tristeza y cansancio, lo peor es que yo soy quien lo provocó— ya no se que tanto te importo, ahora está el miedo de que estés con otras mujeres e incluso... Me hiciste sentir tan avergonzada de mi forma de ser y expresarme, siento que te avergüenzas de mi...

No, no, no... Su forma de ser fue lo que me enamoró, pero ayer fui un completo patan.

—Ariadna, nunca quise que pensaras así ¿vale? Me estoy esforzando para tratar de ser un buen esposo pero últimamente el trabajo me tiene agobiado y... No pensé que mis acciones te afectarían tanto, yo jamás he pensado en estar con otra mujer desde que te conocí.

—Trabajo, trabajo y más trabajo, yo también trabajo y me estoy esforzando con muchas cosas de las que ni te enteras porque pareciera que no te importa en lo más mínimo y si he fallado en no contarte porque vivo con el miedo constante de cómo vas a reaccionar ¿y como eres tan descarado de decir que nunca has pensado en estar con otra mujer? Ayer literalmente estuviste toda la noche con la zorra esa, incluso te acomodó la corbata con toda la naturalidad del mundo como si no fuera la primera vez y más de un maldito invitado mío me pregunto quien era para que luego la defendieras frente a todos nuestros amigos... ME SIENTO HUMILLADA!!! Y ESTOY CANSADA, CANSADA DE SENTIR QUE TE ESOY ROGANDO AMOR... A VECS QUISIERA VOLVER EL TIEMPO ATRÁS A CUANDO STEVE ME HIZO DAÑO... SOLO PARA QUE TE INTERESES EN MI UN POQUITO...

Había comenzado a gritar de repente y se que es su manera de desahogar su enojo, se tambalea como si fuera a caerse.

La agarro del brazo para ayudarla, no quiero que se caiga, pero ella se suelta bruscamente de mi y luego se agarra a un mesón para tener estabilidad, con su mano derecha se acaricia la frente.

—Déjame en paz, no quiero verte...— me dice con voz quebrada.

Siempre que discutimos, ella quiere arreglar las cosas con una conversación, pero su actitud me da a entender que en serio la he estado lastimando inconscientemente desde hace mucho y es que el hecho de que mencionara el accidente de Steve que fue algo tan traumatizante...

Agarra el vaso y plato nuevamente, a paso se dirige a las escaleras.

Pienso en todas las palabras que me dijo mientras escucho sus pasos, no voy a negar que todo fue como un golpe en la boca del estómago pero realmente me asustó el "estoy cansada" y el "déjame en paz, no quiero verte...".

¿Que hago? ¿Que Debo hacer para que me perdone?

¿Ari se canso de mi? ¿Ya no quiere estar conmigo?

Comienzo a caminar para irme a mi estudio y veo entrar a las asistentes de Ari a la casa, se detienen al verme.

—Oh, hola señor— dice Nicolle— no había podido presentarle bien a Ivette, mi nueva compañera.

—Es un placer Ivette— digo y la chica me mira como si me tuviera miedo.

—El placer es mío señor, gracias por dejar que me quede en su casa.

—No hay de que— observo que traen bolsas de comida— ¿eso es para Ari?

—Si señor, vamos a trabajar en algunas cosas— responde Nicolle y como si me estuviera leyendo la mente, me mira— no se preocupe, la vamos a alimentar y consolar, usted solo debe pensar en que hacer para que deje de estar molesta.

Sonrío con tristeza, eso está difícil, ya que el amor de mi vida está cansada de mi...

—Eso haré Nicolle, gracias y perdonen que hayan tenido que presenciar eso.

Ella se despiden y van hacia las escaleras donde las pierdo de vista ¿qué debería hacer para pedirle disculpas a Ari? Ahorita si está realmente muy molesta y es que sé que por esto no nos vamos a separar, pero no quiero que se sienta insegura porque yo soy estupido, pero no infiel.

Camino hacia mi despacho, entro y al instante me en miles de papeles, pero sin dejar de pensar en mi preciosa esposa.

Necesito garantizar su felicidad.

***

Cuatro días que han pasado, Ari no me dice ni un "hola" o "buenos días" y en nuestra cama solo he estado durmiendo yo  ¿no me extraña? Yo siento que me quemo por dentro sin ella a mi lado y no he podido dormir bien de tanto pensar, nunca había estado más de algunas horas sin hablarme.

Me evita en la casa de una manera inimaginable para mi pobre corazón, vamos, trato de mejorar cada día qué pasa y de verdad lo intento, pero siempre termino arruinando todo, creo que lo mejor sería hablar con ella y tratar de resolver las cosas para después ir a un psicólogo.

Siento que tener is que ayudarnos a nosotros mismos mentalmente y con ayuda de un profesional eso sería posible, pero ambos debemos poner de nuestra parte.

Salgo de mi despacho y me encuentro con una chica del servicio en el pasillo.

—Disculpa ¿donde se encuentra mi esposa?

—Oh señor, la señora Neil se encuentra en el patio trasero con sus amigas.

Señora Neill, es sin duda lo mejor que he escuchado desde que tengo veintiuno hasta ahora...

—Entiendo, gracias.

Salgo de la casa y me subo a mi auto, tengo que hacer algo para disculparme porque no puedo pasar más tiempo sin hablar con ella, si quiero pasar el resto de mi vida con ella, debo hacer que se sienta la mujer más segura y feliz de todas.

Porque Ariadna se lo merece, prometo ser mejor esposo.

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